ÚLTIMA HORA

LLORA RAPA NUI

14.03.2018 17:49

Un pueblo abusado que disimula muy bien su tristeza. Llegar a Rapa Nui probablemente sea una de las experiencias más maravillosas que puede tener un turista. Al bajar del avión, golpea el aire puro, la brisa marina, su verde paisaje, florido, un mar claro, limpio y gente hermosa e inteligente. Pintarse el cuerpo y bailar con ellos, puede ser una vivencia imperdible.

Rapa Nui es un gigantesco museo al aire libre que muestra una historia que sobrepasa por lejos el origen de Chile como país. Desde la cumbre de un cerro es posible contemplar toda la extensión de la isla, la amigable ciudad de Hanga Roa, playa de Anakena, los volcanes, extensos prados verdes y el mar pacífico en toda su extensión.

Desde temprana edad, a los continentales se nos muestra Rapa Nui como una hermosa isla habitada por gente alegre y amistosa; sin embargo, permanece en la oscuridad de los discursos oficiales uno de los más negros pasajes de nuestra historia: el abuso, maltrato e indolencia del Chile continental, hacia el pueblo originario de Rapa Nui.

Como muestra, un botón. A fines del siglo XIX, durante el gobierno de Jorge Montt, se arrendó la isla completa, incluyendo a los habitantes nativos, a la empresa inglesa Willianson Baulfor, que hasta el día de hoy mantiene actividades comerciales en este país.

Creo es necesario visibilizar, apoyar y acompañar la juventud trans, así como darle contención a la niñez y a su entorno familiar.

La empresa usó la isla para la crianza de ovejas, talando los árboles y haciendo cierros que dejaron a los isleños nativos confinados y con prohibición de moverse libremente por la isla que era, de hecho, de su propiedad. Se conocieron horribles historias de abuso hasta que, en 1952, la Armada de Chile tomó la decisión de poner fin a los "actos brutales y salvajes" de la citada empresa. Es sorprendente que se hayan demorado más de medio siglo en percatarse del abuso.

Así, el pueblo rapa nui apenas consiguió la posibilidad de alimentarse dignamente y movilizarse libremente por sus tierras. Transcurriría mucho tiempo hasta que el presidente Frei Montalva les concediera la nacionalidad chilena. Parece algo menor, sin embargo, hasta esa fecha, los ciudadanos rapa nui, chilenos en derecho, no podían salir por ningún motivo fuera de la isla, por la simple razón que eran indocumentados y por lo tanto no podían pasar ninguna aduana por carecer de ciudadanía; es decir, ellos eran salvajes, como los esclavos o los animales.

La historia de abusos y privaciones de este pueblo es muy larga y espantosa, también fueron objeto de tráfico como esclavos al Perú. Curiosamente, no fue el Estado de Chile el que tomó partido para impedir ese ultraje, sino la comunidad internacional, por medio de la embajada de Francia. Afortunadamente los esclavizados volvieron a su tierra, pero muchos de ellos gravemente enfermos.

Estamos lejos de dar a los rapa nui lo que se merecen. En el anterior gobierno del Presidente Piñera se produjo una gran protesta de los isleños, la que terminó con violencia excesiva de carabineros y agentes de la PDI enviados a la isla, lo cual derivó en legítimas demandas.

Uno es el ingreso descontrolado de gente que quiere instalar negocios y vivir en la isla; la creciente demanda por recursos energéticos (petróleo, gas y electricidad); la creciente contaminación por la emisión descontrolada de agentes contaminantes; contaminación subterránea de las aguas para consumo humano, emisión de plásticos en el océano y la acumulación de residuos sólidos.

Rapa Nui pide que se prohíba la residencia de personas, incluyendo chilenos continentales, por más de 30 días ya que actualmente es demasiada la gente que está tomando posesiones en la isla, accediendo a los limitados recursos físicos.

La petición no recibió mayor preocupación del gobierno de Piñera, pero la Presidenta Bachelet, luego de muchísimos trámites, presentó un proyecto de ley que en enero de este año recién pasó a segundo trámite constitucional. Esta verdad que los textos de historia nos han ocultado, es muy brutal y muestra que aquí tenemos uno de las más grandes deudas históricas con los pueblos originarios.

Llegar a Rapa Nui, percibir ese aire fresco, sus playas de aguas cristalinas, el verde de sus prados, la belleza física y la calidez de su gente, chocan muy violentamente con la culpa que un chileno continental puede sentir al reconocer tan grande deuda histórica..

* Jaime Maldonado

 

LITIO: EL SECRETO, SANGRE, SUDOR, Y LÁGRIMAS

14.03.2018 17:23

A pesar de que nuestro verano suele acallar las voces para tomar descanso, el tema del Litio y los acuerdos entre SQM y Corfo, no han podido pasar desapercibidos.

Ello resulta sintomático, porque han existido eventos como la visita del Papa Francisco y la instalación de un nuevo gobierno, que podrían haber hecho suficiente ruido ensordecedor, para que todo hubiere pasado sin que nadie reclamara nada.

En otros artículos hemos hablado sobre este tema, y hoy nos asiste el convencimiento que hay algo que no cuadra. Llama la atención el esfuerzo que se hace por explicar las supuestas bondades económicas, argumentos que confrontados con otras voces, que difieren de Corfo hacen al menos dudar de tales ventajas y de la forma en que se gestó este acuerdo en trámite.

Cabe preguntarse si es suficiente razón para que el Estado de Chile, pacte con Soquimich que el resultado impositivo pueda resultar atractivo. Hace un tiempo se ha escrito que hay cosas que no se pueden comprar con dinero y hay quienes también sostienen que casi todo se puede comprar con dinero.

Veamos en este caso que es lo que se está comprando con dinero y si efectivamente ese dinero pudiera llegar a ser realidad. Deberíamos simplemente concluir que por un lado, se está entregando una verdadera concesión, disfrazada de renovación de un arriendo de una parte de nuestro territorio rico en Litio y que Chile adquirió con la sangre, sudor y lágrimas de toda una nación llevada a una situación extrema que obligó a una dura guerra. En cierto modo, ese gran esfuerzo nacional, que resultó exitoso hoy es entregado para su desarrollo y lucro a grandes transnacionales, que poseen poderosas herramientas internacionales y no pocos y buenos asesores chilenos para lograr sus objetivos.

Pero hay otra cosa que tampoco se puede comprar con dinero o al menos no se debiera, que es la dignidad de un Estado que según dichos de las autoridades, habría sido obligado por circunstancias judiciales y presiones internacionales a llegar a un acuerdo con una empresa que desde hace años se preparó urdiendo una compleja telaraña con el sistema político, contribuyendo al margen de la ley a financiar actividades políticas electorales, legislativas, de estudios y otras que nunca se sabrán, porque nos encontramos en el proceso de enterrar lo ocurrido por razones de Estado, que claramente algunos no divisamos.

Repetimos de esta forma, después de más de cien años una actitud obsecuente y poco inteligente, frente a una riqueza natural semejante como ha ocurrido con el Salitre y el Cobre, se ha privado al país de uno de los raros casos en que podíamos ser reales líderes tecnológicos o al menos asociarnos en serio para potenciar una riqueza del futuro próximo, en materias eléctricas, atómicas y materiales de nuevo cuño en transporte.

La campaña orquestada para defender este acuerdo es muy sugerente y llama la atención que haya tantos oídos sordos. Llama poderosamente la atención que no se conozca aún al acuerdo celebrado ante el Árbitro, que hasta la fecha no es informado, salvo las modificaciones a un contrato por escritura pública, que es la forma como se ha arropado a la nueva operación.

Así el país no conoce el texto de la transacción y cuando decimos el país, es que no lo conoce el poder legislativo ni ha sido debatido en un consejo de gabinete y seguramente tampoco será enviado a la Corte de Apelaciones cuando se informe un recurso de protección presentado por personas agrupadas en organizaciones Atacameñas que reclaman por el daño al medio ambiente y que no se sabe si fue enviado a la Contraloría General de la República y a la Comisión Chilena de Energía Nuclear.

Por si lo anterior fuera poco, hoy estamos conociendo que el Estado a través de Codelco, sí puede explotar el litio y entonces cabe la pregunta de porqué se llegó a este acuerdo con Soquimich y la respuesta seguramente la dará el tiempo cuando lleguen los verdaderos compradores de las acciones, quizás potencias extranjeras o empresas estatales.

Así Chile repite profundamente agravado un error histórico.

* Ramón Briones y Hernán Bosselin.

 

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