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CONDENAN A MIEMBROS DEL EJÉRCITO POR DESAPARICIÓN Y ASESINATOS DE 23 DETENIDOS EN LA MONEDA EN 1973

07.05.2018 10:21

Condenan a miembros del Ejército por desaparición y asesinatos de 23 detenidos en La Moneda en 1973

En el fallo (causa rol 126.461-MG "La Moneda").

El ministro en visita para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Miguel Vázquez Plaza, condenó a siete oficiales en retiro del Ejército, por su responsabilidad en los delitos de secuestro y homicidio de 23 colaboradores del Presidente Salvador Allende, detenidos en el Palacio de La Moneda, el 11 de septiembre de 1973.

En el fallo (causa rol 126.461-MG "La Moneda"), el ministro en visita condenó a Pedro Octavio Espinoza Bravo a la pena de 20 años de presidio, en calidad de coautor de los delitos de homicidio calificado de: Óscar Luis Avilés Jofré, Jaime Antonio Barrios Meza, Manuel Ramón Castro Zamorano, Claudio Raúl Jimeno Grendi, Georges Klein Pipper, Óscar Reinaldo Lagos Ríos, Julio Hernán Moreno Pulgar, Egidio Enrique Paris Roa, Héctor Ricardo Pincheira Núñez, Luis Fernando Rodríguez Riquelme, Jaime Gilson Sotelo Ojeda, Luis Fernando Tapia Martínez, Héctor Daniel Urrutia Molina, Juan Alejandro Vargas Contreras y Juan José Montiglio Murúa.

En tanto, Servando Elías Maureira Roa y Jorge Iván Herrera López deberán purgar 9 años de presidio; y los ex militares Teobaldo Segundo Mendoza Vicencio, Eliseo Antonio Cornejo Escobedo, Bernardo Eusebio Soto Segura y Jorge Ismael Gamboa Álvarez, el ministro Vázquez Plaza a 7 años de presidio, como coautores de los delitos de homicidio calificado.

En el caso de los ex militares Servando Elías Maureira Roa y a Jorge Iván Herrera López, a la pena de 5 años de presidio menor en su grado máximo, como coautores de los delitos de secuestro calificado de Sergio Contreras, Daniel Francisco Escobar Cruz, José Freire Medina, Daniel Antonio Gutiérrez Ayala, Enrique Lelio Huerta Corvalán, Juan Eduardo Paredes Barrientos, Arsenio Poupin Oissel y Óscar Enrique Valladares Caroca.

Los hechos

En la etapa de investigación de la causa, el ministro Vázquez Plaza logró establecer los siguientes hechos:

"a.- Que, el 11 de septiembre de 1973, las Fuerzas Armadas y de Orden materializaron un golpe de Estado, previamente planificado, mediante el cual se derrocó al Gobierno de la época, acompañado de un puñado de asesores políticos, GAP y funcionarios del Servicio de Investigaciones, por causas de orden político, económico y social que no son del caso analizar en esta sede judicial, para lo cual se tomaron el poder y, para concretar el alzamiento, se rodeó el Palacio de Gobierno donde se encontraba el ex Presidente de la República Salvador Allende Gossens, por fuerzas militares y luego de advertencias de que los ocupantes de La Moneda abandonaran dicho sitio; al no hacerlo, se bombardeó por medio de aviones hawker hunter la sede de gobierno, sin que resultaran personas muertas por ese hecho. Luego, los ocupantes de La Moneda salieron, con las manos en alto, siendo llevados por las fuerzas militares hacia el exterior.

b.- Que, con ocasión de los hechos ocurridos el 11 de septiembre de 1973, tropas militares que ingresaron al Palacio de La Moneda, procedieron a la detención de un grupo de alrededor de 50 personas, integrados por asesores políticos directos, miembros del dispositivo de seguridad del Presidente Allende (GAP), médicos y funcionarios de la Policía de Investigaciones de Chile, que se rindieron a las fuerzas militares de ocupación del Palacio de La Moneda, algunos de los cuales fueron liberados y otros fueron detenidos y trasladados, en su mayoría, al Regimiento Tacna del Ejército de Chile, siendo ingresados en tal calidad a dicho Regimiento, sin cargo formal alguno, salvo que desempeñaban diversas funciones en el gobierno recién derrocado. Al día siguiente, fueron liberados los funcionarios de la Policía de Investigaciones que trabajaban al interior de La Moneda.

c.- Que, el día 13 de septiembre de 1973, los detenidos Sergio Contreras, Daniel Francisco Escobar Cruz, José Freire Medina, Daniel Antonio Gutiérrez Ayala, Enrique Lelio Huerta Corvalán, Juan José Montiglio Murúa, Juan Eduardo Paredes Barrientos, Arsenio Poupin Oissel, Óscar Enrique Valladares Caroca, Óscar Luis Avilés Jofré, Jaime Antonio Barrios Meza, Manuel Ramón Castro Zamorano, Claudio Raúl Jimeno Grendi, Georges Klein Pipper, Óscar Reinaldo Lagos Ríos, Julio Hernán Moreno Pulgar, Egidio Enrique Paris Roa, Héctor Ricardo Pincheira Núñez, Luis Fernando Rodríguez Riquelme, Jaime Gilson Sotelo Ojeda, Julio Fernando Tapia Martínez, Héctor Daniel Urrutia Molina y Juan Alejandro Vargas Contreras, que aún permanecían en el Regimiento Tacna y que provenían del grupo de prisioneros capturados desde el Palacio de La Moneda, fueron amarrados de pies y manos con alambres, luego subidos a un camión militar, custodiados por Oficiales y personal militar, e inmediatamente trasladados hasta un lugar predeterminado, ubicado en el predio destinado al Regimiento Tacna que se encontraba en el recinto militar de Peldehue, aledaño a la carretera San Martín, sector Colina, lo que se realizó en virtud de una orden que emanó directamente del Comandante del Regimiento Tacna, quien a su vez solicitó o recibió dichas instrucciones de un oficial militar de grado superior, que en ese momento se desempeñaba como Comandante de la Guarnición Militar de Santiago, Comandante de la Segunda División de Ejército y Juez Militar de Santiago.

d.- Que, al arribar a dicho lugar en Peldehue, los referidos detenidos fueron bajados del camión militar y, de acuerdo con los antecedentes recabados en la investigación, se dispuso la instalación de una ametralladora, mediante la cual se disparó sobre dichos prisioneros, los que estaban atados de manos y pies con alambres, los que fueron ubicados al borde de un pozo o fosa vacía previamente excavada en dicho predio, y los cuales, al recibir los impactos de bala, cayeron al interior de dicha fosa. Una vez que concluyeron los fusilamientos, el personal militar arrojó granadas a la fosa, las que explotaron en el lugar, cubriéndose posteriormente con tierra y sepultándose de esta manera los cuerpos de tales prisioneros; acciones que fueron controladas y verificadas por un Oficial de la Dirección de Inteligencia del Ejército que presenció los fusilamientos desde una distancia cercana al sitio de los hechos.

e.- Que, concluidas las acciones de fusilamiento de los detenidos y posterior sepultura de sus cuerpos en la fosa antedicha, el grupo de militares que había participado en la operación, compuesto de Oficiales y personal militar de menor rango, regresó en los mismos vehículos utilizados para el traslado inicial, al Regimiento Tacna, dando cuenta de tales hechos al Comandante de la Unidad, el que a su vez, debió comunicarlos al Oficial superior jerárquico, Comandante de la Guarnición Militar de Santiago.

f.- Que, con ocasión de haberse descubierto en otros casos, cuerpos enterrados clandestinamente, se procedió a dar la orden por la superioridad del Ejército, que se removieran los restos del lugar donde habían sido fusilados, trasladándolos con destino desconocido (aparentemente arrojados al mar o en la alta cordillera); sin embargo, efectuadas excavaciones en el lugar donde se produjo el fusilamiento, se encontraron restos que fueron identificados positivamente respecto de: Óscar Luis Avilés Jofré, Jaime Antonio Barrios Meza, Manuel Ramón Castro Zamorano, Claudio Raúl Jimeno Grendi, Jorge Klein Pipper, Óscar Reinaldo Lagos Ríos, Julio Hernán Moreno Pulgar, Egidio Enrique Paris Roa, Héctor Ricardo Pincheira Núñez, Luis Fernando Rodríguez Riquelme, Jaime Gilson Sotelo Ojeda, Julio Fernando Tapia Martínez, Héctor Daniel Urrutia Molina, Juan Alejandro Vargas Contreras y Juan José Montiglio Murúa; como dan cuenta los informes periciales integrados remitidos por el Servicio Médico Legal, de fojas 7960 y siguientes, 8762 y siguientes, 9666 y siguientes, 9701 y siguientes y 12383 y siguientes, por pericias médico legales efectuadas a las evidencias óseas recuperadas del recinto militar "Fuerte Arteaga" ubicado en la localidad de Peldehue en la comuna de Colina, y de los restos humanos asociados al Protocolo N° 1561-01 del Servicio Médico Legal vinculado a esta causa, en los que se refiere igualmente, que la causa médica inmediata más probable del fallecimiento de estas personas, se produjo por un shock hemorrágico como consecuencia de lesiones por arma de fuego, siendo por ello la etiología médico-legal de la muerte de carácter violenta homicida.

g.- Que, el resto de las personas que fueron detenidas en La Moneda el día 11 de septiembre de 1973 y sacadas del Regimiento Tacna, a saber: Sergio Contreras, Daniel Francisco Escobar Cruz, José Freire Medina, Daniel Antonio Gutiérrez Ayala, Enrique Lelio Huerta Corvalán, Juan Eduardo Paredes Barrientos, Arsenio Poupin Oissel y Óscar Enrique Valladares Caroca, no fueron identificadas en los restos óseos allí encontrados, desconociéndose desde esa fecha su paradero".

En el aspecto civil, se acogió la mayoría de las demandas presentadas, ordenándose pagar indemnización a familiares de las víctimas por montos que se detallan en la sentencia adjunta.

Ver fallo (PDF)

SE NOS FUE EL “NEGRO” JORQUERA

07.05.2018 09:03

Se nos fue el “Negro” Jorquera

Falleció una personalidad inolvidable, alguien que no se podrá borrar de la narración de momentos claves de la historia política y social de este país.

En el atardecer del viernes 4 de mayo, falleció el periodista Carlos Jorquera Tolosa. El domingo 6 de mayo, después de un sencillo y emotivo responso en una iglesia en la Plaza Ñuñoa, se efectuó su funeral en un cementerio de la capital.

“El Negro” Jorquera fue parte de un notable grupo de periodistas de estirpe reporteril, entre los que se encontraban (con una enfermiza costumbre de colocarse sobrenombres), Mario “El Chico” Díaz, Augusto “El Perro” Olivares, Hernán Uribe, Manuel Cabieses, Eugenio “Paco” Lira Massi, José “Pepe” Gómez López, Alberto “Gato” Gamboa, entre muchos otros.

También fue un hombre político que desde muy joven se sumó como luchador social y por la democracia en Chile, y donde conoció y entabló amistad con personajes como Salvador Allende, José Tohá, Orlando Letelier y Miguel Lawner.

Durante su trayectoria periodística y política se convirtió en un personaje alegre, bohemio, comprometido, indagador, polémico, batallador, irónico y que, por cierto, en varios y críticos momentos mostró un irrenunciable sentido de lealtad y dignidad.

Carlos Jorque Tolosa, que ya duerme eternamente, siempre estuvo despierto ante la vida. Seguro que tuvo sus defectos, cometió errores y metió las patas, pero ante todo fue un hombre que amó la vida y en ella fue una persona leal, austera, peleadora, apasionada. Son muchas las anécdotas que hablan de su agudeza, de su sentido del humor, de su sentido de vida, incluida su pasión por el tango.

Se dirá en estos días que el Negro Jorquera fue Secretario de Prensa de Salvador Allende, que lo acompañó en tantas campañas electorales (en el real sentido de acompañar), que trabajó en varios diarios y revistas, en la televisión, que escribió un notable libro sobre el compañero Presidente, que estuvo en La Moneda el día del bombardeo, que estuvo preso en Isla Dawson y que partió al exilio a Venezuela.

El estuvo con Allende la mañana del martes 11 de septiembre. En La Moneda. Lloró, lo dijo en entrevistas, cuando supo que el “Perro” Olivares se había suicidado en un rincón del palacio presidencial ante el acoso de los militares golpistas. Era su amigo. Permaneció en esas horas junto al Presidente Allende hasta que él dio la orden de que dejaran la casona presidencial. Seguro, deben haber sido los momentos más dramáticos, contradictorios, jodidos, tristes, de toda su vida. Pero fue uno de los instantes en que el Negro mostró lo más humano de un ser humano, lo más puro de un luchador social, y mostró el valor de la lealtad y de la dignidad. Como lo hicieron muchas mujeres y muchos hombres ese día, entre ellos José Tohá, Orlando Letelier, la Payita (Miria Contreras), una digna y modesta mujer como Patricia Espejo y, por cierto, Beatriz “Tati” Allende.

Algo que se comenta en estos días, fue la costumbre que estableció el Negro Jorquera de ir a instalarse a Las Lanzas cada tarde, tomar un vaso de vino, llegar con el diario La Segunda, fumar un cigarro. Durante mucho tiempo lo hizo en compañía de Hernán Uribe, Claudio Verdugo, Ernesto Carmona. En el último tiempo se le veía solo, atendido cariñosamente por las trabajadoras de Las Lanzas y los dueños de ese mítico lugar, siempre con su cigarro -que debía salir a fumar a la calle porque, y eso lo fastidió mucho, estaba prohibido fumar adentro-, dispuesto a conversar con quienes lo conocían y se lo encontraban allí.

Fue un hombre que aportó al periodismo, fue un oportuno y creativo asesor del Presidente Allende, fue parte de una generación de luchadores sociales que vivió momentos cruciales de la historia chilena y que acumuló historia en su cuerpo y su mente.

Amó a sus hijas Alejandra y Daniela, a quien fuera su esposa, la también periodista Angélica Beas, amó a sus entrañables amigos y le dio cariño a sus hijos y nietos.

Falleció una personalidad inolvidable para muchísimos, alguien que no se podrá borrar de la narración de momentos claves de la historia política y social de este país y que selló su nombre en la lista de destacados periodistas.

Hugo Gúzman - El Siglo

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En la Bancada del Partido Socialista, se lamentó la partida de Jorquera, donde se expresó sus “sinceras condolencias a la familia de Carlos “El Negro” Jorquera. Fiel, leal y comprometido colaborador del Presidente Salvador Allende hasta el último minuto. Descansa en Paz”.

En tanto, el ex candidato presidencial, Alejandro Guillier, dijo que Carlos fue “una figura del periodismo chileno, comprometido con la justicia social, un colaborador del presidente Allende y, sobre todo, un hombre bueno y leal. Mi sentido pésame a su familia”.

Otros políticos como Jaime Tohá expresaron que “ha muerto una gran persona, amigo, compañero, Carlos Jorquera, periodista de aquellos, Secretario de prensa del Presidente Allende, compañero de Dawson, compinches con José Tohá, chuncho hasta el final, hasta siempre negro querido”.

 

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