Debate e Ideas

ESTADOS UNIDOS EN EL CORAZÓN DEL CRECIENTE DESORDEN MUNDIAL

04.03.2018 12:26

El año pasado, las "élites" dominantes del capitalismo mundial quedaron conmocionadas por el resultado del referéndum en Reino Unido sobre la pertenencia británica a la Unión Europea (Brexit), y por el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos (en las que ganó Trump). En ambos casos, los resultados obtenidos no correspondían ni a la voluntad ni a los intereses de las facciones dirigentes de la clase burguesa. Por lo tanto, estamos ante una serie de piezas interconectadas que nos impone hacer un balance inicial de la situación política de Estados Unidos y Gran Bretaña tras esos acontecimientos[1]. Para ampliar el alcance de nuestro examen, también desarrollaremos un análisis de la política de la clase dominante en los dos principales países de la Europa continental, Francia y Alemania. En Francia, las elecciones presidenciales y parlamentarias tuvieron lugar a principios del verano de este año. En Alemania, las elecciones generales al Bundestag se celebraron en septiembre. La burguesía de ambos países está obligada a reaccionar ante lo que ha ocurrido en Gran Bretaña y los Estados Unidos -y han reaccionado.

Al optar por concentrarnos en estos cuatro países, estos capítulos no intentarán analizar la vida política de la burguesía en dos países -Rusia y China- que desempeñan un papel clave en la constelación actual de las potencias capitalistas e imperialistas. Queda por hacer un estudio de esa situación. Dicho esto, debemos señalar que tanto Rusia como China desempeñan un papel muy destacado en nuestro análisis de la situación política de los cuatro países capitalistas centrales "occidentales" que se examinarán en estos apartados. También nos concentraremos en la vida política de la clase dominante, sin entrar en la del proletariado. Una vez más, está claro que la situación actual plantea una serie de preguntas y retos a la clase obrera que las organizaciones revolucionarias deben abordar y ayudar a aclarar, y que intentaremos hacer en futuros artículos. Por el momento, recomendamos a los lectores que consulten la “Resolución sobre la lucha de clases internacional” de nuestro reciente Congreso Internacional, publicada en este número de la Revista Internacional.

El trasfondo histórico de estos acontecimientos políticos lo proporciona un proceso más profundo: la descomposición acelerada del orden social capitalista. Recomendamos que la lectura de éste y los siguientes artículos se complete con una lectura o relectura de nuestras “Tesis sobre la descomposición”[2], disponibles en nuestro sitio web. Para nosotros, la situación actual es una fuerte confirmación de lo que esbozamos en ese texto, escrito hace más de un cuarto de siglo. En particular, el examen concreto de la situación actual confirma que es la propia clase dominante la primera y principal afectada por esta descomposición de su sistema, y que la burguesía tiene cada vez más dificultades para mantener su unidad y coherencia políticas (excepto ante una amenaza proletaria). 

 

Trump y la agudización de la guerra comercial mundial

En reacción a la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, los medios informativos del resto del mundo, y los portavoces del "liberalismo" en los propios Estados Unidos, pintaron un cuadro sombrío de un planeta que pronto será hundido por Trump en la sima de una catástrofe proteccionista como la que ya ocurrió después de 1929. Se suponía que el proteccionismo es el programa del "populismo" político en general, y de Donald Trump en particular. Ya en ese momento, en nuestros artículos sobre el populismo y sobre la elección de Trump, argumentamos que un programa económico particular (proteccionista o de otro tipo) no es una característica importante del populismo de derechas. Al contrario, lo que caracteriza a ese tipo de populismo, en el plano económico, es la falta de un programa coherente. O bien estos partidos tienen poco o nada que decir sobre cuestiones económicas, o bien -como en el caso de Trump- quieren algo un día y lo contrario al siguiente. Eso sí, Trump en el poder ya ha demostrado su propensión hacia el "unilateralismo" al amenazar o iniciar la retirada de Estados Unidos de dos de los acuerdos comerciales más importantes: el TLCAN y el TPP[3]. Es, en lo referente al TLCAN, una amenaza a la que se opondrán muchas empresas estadounidenses importantes. En cuanto al TPP, el acuerdo actual nunca se ha firmado, por lo que no es necesaria una retirada formal por parte de Estados Unidos. Al mismo tiempo, Trump ha suspendido las negociaciones del TTIP (Tratado de Libre Cambio Trasatlántico) con la Unión Europea aunque sus intenciones son confusas. Según sus propias afirmaciones, su meta es imponer un "mejor tratado" para Estados Unidos. Presionando fuertemente a los demás con toda la fuerza de su país, Trump está jugando con apuestas elevadas, como predijimos que lo haría. El resultado sigue siendo impredecible. Sin embargo, lo que está claro es que, en política económica, las clases dominantes de los demás países se han beneficiado de la retórica proteccionista de Trump para culpar unilateralmente a Estados Unidos de algo que es ante todo producto del capitalismo mundial. Lo que hemos visto recientemente es nada menos que una etapa cualitativamente nueva en la vida económica, o sea la lucha a muerte entre las principales potencias capitalistas -algo que ya había comenzado antes de que Trump se convirtiera en presidente. Y al mismo tiempo que otros gobiernos alborotan con clamorosas declaraciones en "defensa del libre comercio" contra Trump, aunque más bien todos ellos han comenzado a adoptar su retórica contra el dumping y por "el libre comercio, sí, pero también justo". Lo que fue eslogan de "comercio justo" de las ONG, es hoy el grito de guerra de la lucha económica burguesa. El proteccionismo ni es nuevo ni es exclusivo de Estados Unidos. Es parte de la competencia capitalista, practicada por todos los países.

Sin embargo, el proteccionismo formal de mercado es sólo una de las formas que adopta ese conflicto. Otra es el arma de las sanciones. Las sanciones económicas contra Moscú promovidas sobre todo por Estados Unidos apuntan contra la economía europea casi tanto como contra Rusia. En particular, la reciente renovación y agudización de las sanciones por parte de Estados Unidos (impuestas por una coalición de demócratas y republicanos contra la voluntad del presidente), han puesto abiertamente en tela de juicio nuevos acuerdos petroleros y oleoductos entre Europa occidental y Rusia, y han provocado una tormenta de protestas, sobre todo en Alemania. Ya bajo Obama, la burguesía estadounidense también había comenzado a perseguir legalmente a las empresas alemanas que operaban en Estados Unidos, como el Deutsche Bank y Volkswagen. No sería exagerado hablar de una ofensiva comercial estadounidense contra Alemania, sobre todo contra su industria automovilística. No nos cabe la menor duda de que empresas como VW o Mercedes sean culpables de todos los trucos sucios de los que se les acusa (centrados en la falsificación de los controles de contaminación). Pero esta no es la razón principal por la que se las está enjuiciando, y la prueba es que otros "culpables" difícilmente se ven afectados por procedimientos legales.

Aunque Trump, a diferencia de su predecesor, por el momento no ha tomado tales medidas, sigue amenazando masivamente, no tanto a Europa, sino sobre todo a China. Desde su punto de vista, tiene buenas razones para hacerlo. Ya en lo económico, China está aumentando actualmente dos amenazas gigantescas para los intereses de Estados Unidos. La primera es la denominada nueva Ruta de la Seda, un programa de infraestructuras masivas destinado a conectar el sur de Asia, Oriente Medio, África y Europa con China a través de un vasto sistema de ferrocarriles modernos, carreteras, puertos y aeropuertos por tierra y mar. Pekín ya ha prometido un billón de dólares para ese proyecto, el programa de infraestructuras más ambicioso de la historia hasta la fecha. La segunda amenaza es que China, pero también Japón, han comenzado a retirar capital de Estados Unidos y la zona del dólar, y a establecer acuerdos bilaterales con otros gobiernos (los llamados BRICS, pero también Japón o Corea del Sur) para aceptar el pago en las monedas de cada uno en lugar del pago con dólares[4]. Aunque, por supuesto, existen límites objetivos de hasta dónde puedan llegar China y Japón sin perjudicarse a sí mismos, estos movimientos representan una seria amenaza para Estados Unidos: "Tarde o temprano, los mercados de divisas reflejarán la relación de fuerzas en el comercio internacional -lo que significa un orden multipolar con tres centros de poder. En un futuro previsible, el dólar tendrá que compartir su papel protagónico con el euro y el yuan chino" (...) Que afectará no sólo a la economía y al sector social, sino también al armamento militar de la potencia mundial"[5]. De hecho, esto podría socavar, a largo plazo, la abrumadora superioridad militar de Estados Unidos, ya que actualmente financia su gigantesca maquinaria militar y su deuda pública, en gran medida gracias al papel del dólar como moneda del comercio mundial.

Aunque tanto Estados Unidos como la Unión Europea están amenazando a China con aranceles aduaneros en respuesta a lo que ellos llaman dumping chino, lo que sobre todo quieren conseguir es que Pekín sea despojado de su estatuto de "país en desarrollo" en las instituciones económicas internacionales, (lo que le da a China muchas posibilidades legales para proteger sus propios mercados). Sin embargo, el elemento del programa económico de Trump que más ha impresionado a la clase dominante, no sólo en Estados Unidos, es su plan de "reforma fiscal". El periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung, en Alemania, declaró que, si se llevara a cabo, supondría nada menos que una "revolución fiscal"[6]. Su idea principal no es nueva en sí misma, pues va en la misma dirección que las "reformas" similares de la era "neoliberal": la de gravar lo más posible el consumo y no la producción. Como todo el mundo paga impuestos por consumo, todos estos cambios son una especie de reducción de impuestos para los dueños de los medios de producción. Convencidos de que Estados Unidos es el único país importante en el que tal sistema de impuestos podría imponerse de una manera realmente radical, Trump espera, haciendo que la producción en Estados Unidos sea prácticamente libre de impuestos, hacer volver "a casa" a empresas estadounidenses con sedes ahora en lugares como Dublín o Ámsterdam, pero también a parte de su producción en el extranjero y que se hagan más atractivas para los inversores y productores extranjeros. Esto parece ser sobre todo la contraofensiva que Donald Trump tiene en mente en la etapa actual de la guerra económica.

En lo económico, Trump podrá pretender ser lo que quiera, pero en modo alguno el oponente al "neoliberalismo" que a veces dice ser. En todo caso, la meta de su gobierno de billonarios se parece más a la "culminación" de la "revolución neoliberal". Detrás de la retórica de su antiguo asesor, Steve Bannon, sobre la "destrucción del Estado" se esconde el Estado neoliberal, una forma particularmente brutal y poderosa del capitalismo de Estado. Pero el problema de la administración Trump, hoy, no es sólo que su programa económico es auto-contradictorio. También el problema es que no es muy seguro que puedan llevarse a la práctica los elementos de su programa que podrían ser muy útiles para la burguesía estadounidense. La razón de esto es el caos en el aparato político de la clase dominante líder en el mundo.

 

La crisis política de la burguesía estadounidense

Hay hoy un presidente en el Despacho Oval que quiere gestionar el país como una empresa capitalista cualquiera, y que no parece entender gran cosa en temas como el Estado, la habilidad política o la diplomacia. Esto en sí mismo es una clara señal de la crisis política en un país como Estados Unidos. Desde 2010, la vida política de la burguesía en Estados Unidos se ha caracterizado por una tendencia de los principales protagonistas a bloquearse mutuamente. Por ejemplo, los republicanos radicales atrasaban la planificación presupuestaria de la presidencia de Obama hasta el punto de que en los momentos críticos el Estado ya casi no podía pagar los salarios de sus empleados. La obstrucción recíproca entre el Presidente y el Congreso, entre los republicanos y los demócratas, y dentro de cada uno de los dos partidos (en particular de aquéllos) ha alcanzado un nivel tal, que se ha empezado a obstaculizar seriamente la capacidad de Estados Unidos para cumplir su función de mantener un mínimo del orden capitalista mundial. Un ejemplo de ello es la reforma de las estructuras del Fondo Monetario Internacional (FMI), que llegó a ser necesaria ante el creciente peso, en particular, de los llamados “BRICS” (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) en la economía mundial. El presidente Obama reconoció que, aunque EEUU inspiró y ha orientado las instituciones económicas internacionales para que cumplieran su función de establecer ciertas "reglas del juego" de la economía mundial, no había forma de evitar que los "países emergentes" obtuvieran más derechos y votos dentro de ellas. Pero esta reestructuración fue bloqueada por el Congreso de EEUU durante no menos de cinco años. Resultado: China tomó la iniciativa de crear el llamado Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB, Asian Infraestructure Investment Bank). Peor aún: Alemania, Gran Bretaña y Francia decidieron participar en el AIIB (marzo de 2015). Se había dado un gran paso en la creación de una arquitectura institucional alternativa para la economía mundial, conducida por China. Ni siquiera la oposición en EEUU ha podido impedir la "reforma" del FMI.

Donald Trump quiso poner fin a esa tendencia hacia una progresiva parálisis en el sistema del poder norteamericano, rompiendo el poder del "establishment", de las "élites" establecidas, en particular dentro de los propios partidos políticos. Desde luego, este establishment no tiene la menor intención de ceder su poder. El resultado de la presidencia de Trump, al menos hasta la fecha, es que ha transformado la tendencia al bloqueo en una crisis total del aparato político de Estados Unidos. Una lucha furiosa de poder se ha abierto entre los seguidores de Trump y sus opositores, entre el presidente y el sistema judicial, entre la Casa Blanca y los partidos políticos, dentro del propio Partido Republicano al que Trump secuestró más o menos como parte de su oferta presidencial, e incluso en el propio entorno del presidente. Una lucha de poder que también se lleva a cabo hacia los medios de información: la CNN y la prensa de la Costa Este contra Breitbart y Fox News. Tribunales y municipios están bloqueando la política de inmigración de Trump. Su "reforma de salud" para sustituir la de Obama (Obamacare) carece del apoyo de su "propio" Partido Republicano. No se han asignado fondos para construir su muro contra México. Incluso su política exterior es impugnada abiertamente, en particular su intención de hacer un "gran acuerdo" con Rusia. Así, un presidente frustrado, al que le dan venadas y actúa a golpe de twitter, ha estado despidiendo, uno tras otro, a destacados miembros de su propio equipo. Mientras tanto, paso a paso, la oposición está construyendo un cortafuego alrededor de él mediante campañas en medios de información, investigaciones y la amenaza de enjuiciamiento e incluso destitución (impeachment). Su capacidad para gobernar el país e incluso su cordura mental, se están poniendo en entredicho públicamente. Estos procesos no son específicos de Estados Unidos. Los últimos dos años, por ejemplo, han sido testigos de una serie de manifestaciones masivas contra la corrupción, ya sea en América Latina (por ejemplo Brasil), Europa (Rumania) o en Asia (Corea del Sur). Estas son protestas, no contra el Estado burgués, sino a favor de que el Estado burgués haga su trabajo correctamente (y por supuesto son protestas contra ciertas fracciones –a menudo en provecho de otra fracción). En realidad, la corrupción no es sino un síntoma de problemas más profundos.

La gestión permanente no sólo de la economía, sino del conjunto de la sociedad burguesa por parte del Estado, es un producto de la decadencia del capitalismo, la época general inaugurada por la Primera Guerra Mundial. La decadencia del sistema requiere un control permanente por el Estado con una tendencia cada vez más totalitaria: el capitalismo de Estado. En su forma actual, el aparato del Estado capitalista existente, incluyendo la administración, la toma de decisiones y los partidos políticos, es un producto de la década de 1930 y/o del período tras la Segunda Guerra mundial. En otras palabras, todo eso existe desde hace décadas. A lo largo del tiempo, se ha hecho cada vez más marcada su innata tendencia a la inercia, la ineficacia, el interés propio y la auto-perpetuación. Esto también es válido para la "clase política", con una tendencia creciente entre los políticos, los partidos políticos y otras instituciones a preservar sus propios intereses en detrimento de los del capital nacional en su conjunto. "El neoliberalismo" se ha desarrollado, parcialmente, en respuesta a ese problema. Ha intentado hacer más eficiente la burocracia mediante la introducción de elementos de la competencia económica directa en su modo de funcionamiento, pero en muchos aspectos el sistema "neo-liberal" ha empeorado la enfermedad que quería curar. La voluntad de “ahorrar” en el funcionamiento del Estado ha engendrado un nuevo aparato gigantesco de lo que se conoce como lobbies o grupos de presión. Y fuera del sistema de lobbies se ha desarrollado también el patrocinio, por individuos o grupos particulares, de lo que en Estados Unidos llaman Comités de Acción Política (PAC, Political Action Commitees), los “think tanks”[7], institutos políticos o pretendidamente movimientos de base. En marzo de 2010, el

Tribunal de Apelaciones de EEUU otorgó derechos a fondo perdido a dichos organismos. Desde entonces, poderosos grupos privados han estado asumiendo, cada vez más, una influencia directa en la política nacional. Un ejemplo es la Grover Norquist Initiative que acabó logrando una gran mayoría de republicanos en la Cámara de Representantes que prometieron públicamente que nunca más habría votación en favor de aumentos de impuestos. Otro ejemplo es el Instituto Cato y el Movimiento Tea Party patrocinados por los hermanos Koch (magnates del petróleo). Quizás el ejemplo más relevante en el contexto actual, es el de Robert Mercer, aparentemente matemático brillante, que utilizó sus habilidades algorítmicas para convertirse en uno de los principales multimillonarios gracias a los llamados hedge founds o fondos especulativos. Mercer, que es, en la extrema derecha, algo así como el "liberal" George Soros en el ala izquierda, ha creado un poderoso instrumento para la investigación y la manipulación de opiniones políticas llamado Analytica Cambridge. Este instituto, junto con su red de noticias supremacista blanca “Breitbart”, han sido probablemente decisivos en el triunfo presidencial de Donald Trump, y también han estado implicados en la manipulación de la opinión para obtener un resultado pro-Brexit en el referéndum del Reino Unido[8].

La indicación más clara de que la obstrucción mutua en el seno de la clase dominante de Estados Unidos ha alcanzado una nueva categoría, o sea la de una crisis política a gran escala, es que, mucho más que en el pasado reciente, la orientación imperialista, la propia estrategia militar de la superpotencia se ha convertido en tema de discordia y objeto de obstrucción del Estado.

 

Estados Unidos y la cuestión rusa

Una de las peculiaridades de las elecciones presidenciales norteamericanas de 2016 fue que (como en las proverbiales "repúblicas bananeras") ninguno de los dos candidatos aceptarían su derrota. Trump ya lo había anunciado antes de las elecciones, pero sin decir lo que haría en caso de derrota. En cuanto a Hillary Clinton, en lugar de culpar a alguien por su derrota (por ejemplo a sí misma)[9], decidió culpar a Vladimir Putin. Mientras tanto, una gran parte de la ‘clase política’ de Estados Unidos había retomado este tema, de tal manera que el "Rusia-Gate" se ha convertido en el principal instrumento de la oposición a la administración de Trump en la clase dominante estadounidense. Como el mundo ahora sabe, las conexiones de Trump con Rusia remontan al año 1987, cuando Moscú era todavía la capital de la URSS y para Estados Unidos la del "Imperio del Mal". Según un reciente documental en la ZDF, el segundo canal de televisión estatal de Alemania[10], fue la conexión rusa de Trump, no menos que sus vínculos de negocio con el hampa rusa, la que (posiblemente varias veces) salvó a Trump de la bancarrota. En todo caso, la idea principal de las investigaciones contra Trump sobre Rusia es que la persona que se ha convertido en presidente de Estados Unidos depende del Kremlin, y quizás incluso está siendo chantajeado por éste. Lo que es sobre todo cierto, es que los seguidores de Trump quisieron y todavía quieren cambiar radicalmente la política de Estados Unidos hacia Rusia, para hacer un "gran acuerdo" con Putin.

Aquí es necesario recordar brevemente la historia de las relaciones EEUU-Rusia desde el hundimiento de la Unión Soviética.

En los días embriagadores de la “victoria” de Estados Unidos en la guerra fría (1989-90), había una sensación fuerte de la clase dominante estadounidense de que la que fuera su superpotencia rival podría convertirse en una especie de Estado subordinado y, sobre todo, una fuente de ganancias abundantes. El primer presidente ruso Boris Yeltsin se basó en asesores americanos ("neo-liberales") en el proceso de convertir el sistema estalinista existente en una "economía de mercado". Lo que resultó fue un desastre económico. En cuanto a los asesores "expertos" de Estados Unidos, su principal preocupación era poner al máximo posible bajo control estadounidense la riqueza fabulosa en materias primas de Rusia. La Presidencia de Yeltsin (1991-1999) un gobierno tipo mafia, estaba más o menos dispuesta a vender los recursos del país al mejor postor. La administración que le sucedió, la de Vladimir Putin, aunque tiene excelentes conexiones con el hampa rusa, demostró pronto ser un régimen de otro tipo, gestionado por burócratas de los servicios secretos decididos a defender la independencia de la madre-patria Rusia, y a guardarse sus riquezas para sí mismos. Fue Putin, por lo tanto, quien impidió que se llevara a cabo el control estadounidense de la economía rusa. Esta grave pérdida correspondió a un declive más global de la autoridad estadounidense, en la que la mayoría de sus antiguos aliados e incluso algunas potencias secundarias dependientes comenzaron a desafiar la hegemonía de la única superpotencia restante en el mundo.

Desde el ascenso de Putin, los llamados “neoconservadores”, las agencias y los think tanks “conservadores” y abiertamente beligerantes de Estados Unidos, han estado abogando públicamente por un "cambio de régimen" en Moscú. Una vez más, Rusia bajo Putin se ha convertido en una especie de "Imperio del mal" para la propaganda bélica del imperialismo americano. A pesar del cambio abrupto en la política de la Rusia de Putin hacia Estados Unidos, la política estadounidense siguió siendo básicamente la misma hacia aquel país hasta 2014. Su eje principal era el cerco militar de la Federación Rusa, sobre todo mediante un despliegue de la OTAN cada vez más cercano al corazón de Rusia. Mediante la integración de los antiguos Estados bálticos de la URSS a la OTAN, la máquina militar de Estados Unidos ha acabado asediando el enclave ruso de Kaliningrado (entre Polonia y Lituania), y a estar a una distancia de 140 km entre la frontera de Estonia y los suburbios de San Petersburgo, la segunda ciudad de Rusia. Sin embargo, cuando Washington ofreció el ingreso en la OTAN a otros dos ex componentes de la Unión Soviética -Ucrania y Georgia- los demás "socios" de la OTAN lo impidieron, en particular Alemania, que se dio cuenta de que provocaría algún tipo de reacción militar por parte de Moscú.

En cambio, los “socios” de occidente acordaron un procedimiento más sutil: la Unión Europea ofreció a Ucrania un acuerdo de "libre comercio". Pero puesto que Ucrania ya tenía un acuerdo similar con la Federación Rusa, la consecuencia del acuerdo entre Bruselas y Kiev sería que las mercancías europeas, a través de Ucrania, podrían obtener acceso libre a Rusia. Bruselas, sin embargo, había excluido deliberadamente a Moscú de sus negociaciones con Kiev. La reacción de Moscú ante el acuerdo entre Bruselas y Kiev no tardó en llegar: Ucrania tendría que elegir entre un mercado compartido con la UE, o con Rusia. Apareció así una situación que llevó al enfrentamiento abierto entre las fuerzas "pro-occidentales" y las “pro-rusas” de Ucrania. A raíz de la masacre en la Plaza de Maiden en Kiev (20.02.2014), el presidente Viktor Janukovich fue derrocado y huyó a Rusia. Fue entonces cuando el viejo gran mandarín de la diplomacia norteamericana, Henry Kissinger, dijo en CNN que el cambio de régimen en Kiev era una especie de ensayo general para lo que sucedería en Moscú[11]. Pero entonces sucedió algo que nadie en Washington parecía haber previsto: una contraofensiva militar rusa. Sus tres componentes principales fueron el movimiento separatista respaldado por Moscú en el este de Ucrania, la anexión de la península de Crimea en la costa ucraniana del mar Negro y la intervención militar de Rusia en Siria. Había surgido una nueva situación, en la que la coherencia y la unidad de la política USA hacia Rusia, empezaba a desmoronarse.

Aun así, podría haberse llegado a un acuerdo en Washington sobre el estrangulamiento económico de Rusia, visto como una respuesta adecuada a la contraofensiva de Moscú. Los tres pilares de esta política -aún en vigor- son: sanciones económicas (daño al sector energético ruso al mantener el precio del petróleo y el gas en el mercado mundial lo más bajo posible); intensificación de la carrera armamentística con una Rusia económicamente incapaz de seguir el paso ante tal reto. Pero a partir de 2014 hubo un creciente desacuerdo sobre cómo Estados Unidos debía responder a Rusia en lo militar. Surgió una facción de línea dura, que debía dar su apoyo a Hillary Clinton en las elecciones presidenciales de 2016. Uno de sus representantes era el comandante de las fuerzas de la OTAN en Europa, Philip Breedlove. En noviembre de 2014 y de nuevo en marzo de 2015, Breedlove difundió lo que resultó ser la falsa noticia de que el ejército ruso había invadido el este de Ucrania. Parecía un intento de crear un pretexto para una intervención de la OTAN en Ucrania. El gobierno alemán estaba tan alarmado que tanto la canciller Merkel como el ministro de Relaciones Exteriores Steinmeier condenaron en público lo que llamaron la "propaganda peligrosa" del comandante de la OTAN.[12] Breedlove, evidentemente, no estaba engendrando amor, sino guerra. Según la revista alemana Cicero (04.03.16), Breedlove también propuso al Congreso de Estados Unidos atacar Kaliningrado, el puerto ruso en el Mar Báltico, como una respuesta adecuada a la agresión rusa más al sur.

No era aquél el único que pensaba lo mismo. Associated Press informó que el Pentágono estaba considerando el uso de armas atómicas contra Rusia. Y en una conferencia de la US Army Association (Asociación del Ejército de EEUU) en octubre de 2016, los generales norteamericanos argumentaron que una guerra con Rusia, e incluso con China, era "casi inevitable”[13]. Estos pronunciamientos han sido extremos, pero sí que muestran la fuerza arraigada de la posición "anti-rusa" en los círculos militares estadounidenses. Alarmado por esta escalada, el último jefe de Estado de la URSS, Mijaíl Gorbachov, escribió una contribución para Time Magazine (27.01.17) titulada "Parece que el mundo se prepara para la guerra", en la que advertía del peligro de una catástrofe nuclear en Europa. Gorbachov reaccionaba, entre otras cosas, a una idea cada vez más extendida por los think-tanks conservadores de Estados Unidos: que los riesgos impuestos por un conflicto nuclear con Rusia se han hecho calculables y pueden ser "minimizados" - al menos para Estados Unidos. Según esa "escuela de pensamiento" (por llamarla así) no se declararía tal conflicto, sino que se desarrollaría a partir de la actual "guerra híbrida" (Breedlove) con Rusia, en la que las diferencias entre enfrentamientos armados, guerra convencional y guerra nuclear se vuelven borrosas. Fue en respuesta a tal "pensamiento en voz alta" en Washington por lo que el Kremlin "aseguró" al mundo que la capacidad rusa para un ataque nuclear era tal, que no sólo Berlín sino también Washington serían "aniquiladas" si la OTAN atacaba a Rusia[14].

Frente a esa creciente consideración de la opción militar contra Rusia, se desarrolló una oposición no sólo en la OTAN, sino también en el seno de la clase dominante estadounidense. La cumbre de la OTAN de septiembre de 2014 en Gales rechazó las propuestas de intervenir militarmente en Ucrania, y abandonó, al menos por el momento, la idea de que Kiev se convirtiera en miembro de la OTAN. A partir de entonces, Barak Obama, mientras estuvo en el poder, y mientras contribuía a la modernización de las fuerzas armadas ucranianas, siempre rechazó un compromiso militar directo de Estados Unidos en ese país. Pero la reacción políticamente más importante dentro de la burguesía norteamericana a la situación con Rusia fue la de Donald Trump. Para entender cómo, en este contexto, una nueva posición sobre la política hacia Rusia llegó a formularse en el seno de la burguesía norteamericana, es importante tener en cuenta que Rusia no tiene el mismo significado para Estados Unidos que tuvo hace un cuarto de siglo, durante la "fase de luna de miel" entre Bill Clinton y Boris Yeltsin. En aquel entonces, el principal objetivo de la política estadounidense hacia Rusia era la propia Rusia, el control de sus recursos. Hoy el control norteamericano de Rusia sería más bien un medio para un nuevo objetivo: el cerco militar del nuevo enemigo número uno, o sea, China. En este nuevo contexto, Donald Trump plantea una pregunta muy sencilla al resto de su clase: Si China es ahora nuestro enemigo principal, ¿por qué no podemos tratar de ganarnos a Moscú para una alianza contra China? Rusia no es ni el amigo natural de China, ni el enemigo natural de Estados Unidos.

Sin embargo, la pregunta que más interesa a la " corriente dominante" de la burguesía norteamericana (en particular a los partidarios de Hillary Clinton) es ahora diferente: ¿Influyó el Kremlin en el resultado de las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos? La respuesta a esta pregunta no es, en verdad, difícil. Putin no sólo influyó en las elecciones, sino que incluso ayudó a crear dentro de la burguesía estadounidense un grupo proclive a hacer tratos con Moscú. El principal medio que utilizó para ello fue el más legítimo posible en la sociedad burguesa: proponer negocios. Por ejemplo, se dice que el acuerdo ofrecido a Exxon Oil y su presidente Rex Tillerson -ahora secretario de Estado (ministro de Relaciones Exteriores)- se estima en 500 000 millones de dólares. Así, podemos entender cómo, después de todos los discursos burgueses de las últimas décadas de que las fuentes de energía fósiles pertenecen al pasado, existe hoy en Washington un gobierno con una fuerte sobrerrepresentación petrolera e incluso de la industria del carbón: son la parte de la economía estadounidense a la que Rusia puede ofrecer más.

Aunque aparentemente Trump ha conseguido convencer a Henry Kissinger de su propuesta (Kissinger se ha convertido en asesor de Trump y defensor de la "distensión" con Rusia), dista mucho de haber convencido a la mayoría de sus principales oponentes. Una de las razones de esto es que lo que Dwight Eisenhower, en su discurso de despedida como presidente de los Estados Unidos (17.02.1961) llamó "complejo militar-industrial", se siente amenazado en su existencia por un posible acuerdo con Rusia. Esto se debe a que Rusia, por el momento, sigue siendo la justificación principal para el mantenimiento de tal gigantesco aparato. A diferencia de Rusia, China, por lo menos por el momento, aunque es una potencia atómica, no tiene un arsenal comparable de cohetes nucleares intercontinentales apuntando directamente a las principales ciudades de los Estados Unidos.

 

Gran Bretaña: La clase dominante dividida

En Gran Bretaña, la Primera Ministra Theresa May convocó elecciones anticipadas para junio de 2017, con el objetivo de ganar una mayoría más amplia para su Partido Conservador antes de entrar en negociaciones sobre las condiciones en las que el país abandonaría la Unión Europea. En vez de eso, perdió la mayoría que tenía, haciéndose dependiente del apoyo de los unionistas protestantes del Ulster (Irlanda del Norte) del DUP. El único éxito de la Primera Ministra en estas elecciones fue que el Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP, el partido de línea dura pro Brexit a la derecha del Partido Conservador) ya no está representado en la Cámara de los Comunes. A pesar de ello, la última debacle electoral para los conservadores dejó claro que el problema fundamental sigue sin resolverse, o sea el que, hace un año, hizo posible que el referéndum sobre la adhesión británica a la Unión Europea diera el resultado “Brexit” (salida de Gran Bretaña de la UE), algo que la mayoría de las élites políticas no deseaban. Ese problema es la profunda división entre los conservadores -uno de los dos principales partidos estatales en Gran Bretaña. Ya cuando Gran Bretaña se unió a lo que entonces era la "Comunidad Europea" a principios de la década de los 1970, los tories (conservadores) estaban divididos sobre este tema. Nunca fue superado en las filas conservadoras de los tories el fuerte resentimiento contra "Europa".

En los últimos años, las tensiones internas del partido se han convertido en luchas abiertas de poder, que han obstaculizado cada vez más la capacidad del partido para gobernar. En 2014, el Primer Ministro tory, David Cameron, logró que fracasaran los nacionalistas escoceses convocando un referéndum sobre la independencia escocesa, y consiguiendo una mayoría para que Escocia siguiera formando parte del Reino Unido. Envalentonado por este éxito, Cameron intentó de manera similar silenciar a los opositores a la adhesión británica a la Unión Europea. Pero esta vez había calculado muy mal los riesgos. El referéndum resultó en una estrecha mayoría a favor de la salida de la UE, mientras que Cameron había hecho campaña para quedarse. Un año más tarde, los tories están, en esto, tan divididos como siempre. Sólo que, hoy, el conflicto ya no consiste en seguir o no en la UE, sino de si el gobierno debería adoptar una actitud "dura" o "suave" en la negociación de las condiciones en las que Gran Bretaña se irá. Por supuesto, estas divisiones dentro de los partidos políticos son emanaciones de tendencias latentes más profundas dentro de la sociedad capitalista, el debilitamiento de su unidad nacional y de su cohesión en la fase de su descomposición.

Para entender por qué la clase dominante británica está tan dividida en estos temas, es importante recordar que, no hace mucho tiempo, Londres era el orgulloso gobernante del mayor y más extendido imperio de la historia humana. Gracias a este pasado dorado, la alta sociedad británica sigue siendo hoy la clase dominante más rica de Europa occidental[15].Y mientras que un burgués alemán promedio se involucra tradicionalmente en una empresa industrial, un homólogo británico promedio es probable que posea una mina en África, una granja en Nueva Zelanda, un rancho en Australia, y/o un bosque en Canadá (sin mencionar propiedades inmobiliarias y participación accionaria en los Estados Unidos) como parte de una herencia familiar. Aunque el Imperio Británico, e incluso la Commonwealth británica, son cosas del pasado, disfrutan de una "vida después de la muerte" muy tangible. Los "dominios blancos" (ya no llamados así) Canadá, Australia y Nueva Zelanda, todavía comparten con Gran Bretaña el mismo monarca como cabeza formal del Estado. También comparten, por ejemplo (junto con la antigua colonia de la corona: los Estados Unidos) una cooperación privilegiada de sus servicios secretos.

Muchos entre la clase dominante de estos países sienten que siguen perteneciendo, si ya no a la misma nación, sí a la misma familia. De hecho, a menudo están interconectadas por el matrimonio, por acciones en la misma propiedad y por intereses comerciales. Cuando Gran Bretaña, en 1973, bajo el mandato del primer ministro conservador, Heath, se unió a lo que entonces era el "Mercado Común" europeo, fue una conmoción e incluso una humillación para algunas partes de la clase dominante británica que su país se viera obligado a reducir o incluso cortar sus relaciones privilegiadas con sus antiguas "colonias de la corona". Todo el resentimiento acumulado durante décadas por la pérdida del Imperio Británico comenzó, desde entonces, a desahogarse contra "Bruselas". Un resentimiento que pronto se vería acrecentado por la corriente neoliberal (muy importante en Gran Bretaña desde los días de Thatcher) para la que la monstruosa "burocracia de Bruselas" era un anatema. Un resentimiento compartido por las clases dominantes en los antiguos dominios tal como Rupert Murdoch, el australiano multimillonario de los medios de comunicación, hoy uno de los más fanáticos pro Brexit. Pero aparte del peso de estos viejos vínculos, fue bastante humillante que una Gran Bretaña que una vez "reinó sobre las olas" tuviera en Europa el mismo derecho de voto que un Luxemburgo, o que la tradición del derecho romano reine en las instituciones continentales europeas en contra del antiguo derecho anglosajón.

Todo eso no quiere decir, sin embargo, que los pro Brexit tengan, o hayan tenido alguna vez, un programa coherente para abandonar la Unión Europea. La resurrección del Imperio, o incluso de la Commonwealth en su forma original, es claramente imposible. La motivación de muchos dirigentes pro Brexit, aparte del resentimiento, cuando no es una cierta incapacidad para ver la realidad, es el arribismo. Boris Johnson, por ejemplo, el líder de la fracción “Brexit”, de los tories, el año pasado parecía aún más sorprendido y pesaroso que su oponente, el líder del partido, Cameron, cuando se enteró de los resultados del referéndum. Su objetivo, de hecho, no parecía ser el Brexit, sino sustituir a Cameron en el mando del partido.

El que sean los conservadores, más que los laboristas, los que están tan divididos sobre este asunto, es también un producto de la historia. El capitalismo en Gran Bretaña triunfó, no por la eliminación, sino por el aburguesamiento de la aristocracia: los grandes terratenientes se convirtieron a sí mismos en capitalistas. Pero sus tradiciones orientaron sus intereses en el capitalismo hacia la propiedad de tierras, bienes raíces y materias primas mucho más que hacia la industria. Como ya tenían más o menos el conjunto de su propio país, su apetito de ganancias capitalistas se convirtió en uno de los principales impulsores de la expansión británica en ultramar. Cuanto más crecía el imperio, tanto mejor podía esa capa de propietarios de la tierra y de bienes raíces ponerse por encima de la burguesía industrial (esta parte que había sido inicialmente la pionera de la primera “revolución industrial” capitalista en la historia). Y mientras que el Partido Laborista, debido a sus lazos estrechos con los sindicatos, es tradicionalmente más cercano al capital industrial, los grandes terratenientes y propietarios de bienes inmuebles tienden a congregarse en las filas de los conservadores. Por supuesto, en el capitalismo moderno, las viejas distinciones entre capital industrial, de bienes raíces, comercial y financiero, tiende a disiparse como resultado de la concentración de capital y la dominación del Estado sobre la economía. Sin embargo, las diferentes tradiciones, así como los diferentes intereses que expresan todavía parcialmente, siguen teniendo vida propia.

Hoy en día existe un riesgo de parálisis parcial del gobierno. Las dos alas del Partido Conservador (que ahora se presentan como defensores de un Brexit ‘duro’ contra un Brexit ‘suave’), están más o menos listas para hacer caer a la primera ministra May. Pero, al menos por el momento, ninguna de las dos fracciones se atreve a dar el primer golpe, de tan grande como es el miedo a ensanchar la brecha en ese partido. Si el Partido Conservador fuese incapaz de resolver rápidamente este problema, importantes fracciones de la burguesía británica podrían empezar a pensar en la alternativa de un gobierno laborista. Inmediatamente después del referéndum del Brexit, el Partido Laborista se presentó en un estado aún peor que el Partido Conservador, si ello es posible. La fracción parlamentaria "moderada" estaba descontenta con la retórica de izquierda del líder de su partido, Jeremy Corbyn, que presentían estar desalentando a los votantes, y con su negativa a comprometerse a favor de mantener a Gran Bretaña en la UE. Parecían también dispuestos a derrocar a su líder. Al mismo tiempo, Corbyn los ha impresionado por su capacidad de movilizar a los jóvenes electores en las elecciones recientes. Además, es posible pensar que si el trágico incendio de la Torre Grenfell[16] (del cual la población señala al gobierno conservador como responsable) hubiera ocurrido antes, en vez de justo después de las elecciones, Corbyn ahora sería primer ministro en vez de May. En el actual estado de cosas, Corbyn ha comenzado ya a prepararse para gobernar mediante el uso de algunas de sus demandas más "extremas", como la abolición de los submarinos Trident dotados con cabezas nucleares que se están modernizando.

 

Francia: Macron salva la situación en interés de la burguesía nacional, pero ¿por cuánto tiempo?

En Francia, Emmanuel Macron y su nuevo movimiento La República en Marcha (LREM) ganó espectacularmente las elecciones presidenciales y las elecciones legislativas (en el Parlamento) en el verano de 2017. Esta victoria del mejor candidato posible para vencer al populismo en Francia ha sido el producto de su capacidad para reunir apoyo por ese objetivo en la burguesía francesa, en la burocracia de la Unión Europea y de parte de personajes políticos influyentes como Angela Merkel. El Frente Nacional (FN), el principal partido "populista" del país, no tenía ninguna posibilidad en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales contra Macron. Lastrado por el atraso de sus orígenes, en particular por la dominación del clan Le Pen, la doble derrota electoral del FN lo ha sumergido en una crisis abierta. En un editorial de primera plana sobre la situación en ese país, bajo el título “Francia cae en pedazos”, el a menudo ingenioso periódico suizo Neue Zürcher Zeitung escribió: “El sistema de partidos francés cae en pedazos”. Este análisis fue publicado el 4 de febrero de 2017, mucho antes de que la victoria de Macron obligara a poner atención en la caída de los partidos establecidos. Si, como hemos visto, el Partido Republicano de Estados Unidos ha sido capturado de rehén por Donald Trump, y el Partido Conservador en Gran Bretaña está dividido, en Francia, dos de los principales partidos establecidos están metidos en un resbaloso barrizal. El partido conservador "Los Republicanos" (LR) sólo alcanzó el 22 % de los votos en las legislativas, mientras que al Partido Socialista (PS) salió todavía más maltrecho, consiguiendo sólo 5,6%. Un mes antes, en las presidenciales, ninguno de los candidatos de estos dos partidos logró clasificarse para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales (en la que se oponen los dos candidatos que quedaron primeros en la primera ronda). En cambio, el candidato populista, de una incompetencia patente, Marine Le Pen, perdió contra la nueva estrella en ascenso, Macron, que ni siquiera tenía un partido tras sí.

Al principio de la campaña presidencial, la mayoría de los expertos esperaban una pelea entre el presidente en ese momento, François Hollande, del PS, y Alain Juppé de LR, un “modernizador”, muy apreciado por importantes corrientes dentro de la burguesía francesa. Hace cinco años, François Hollande se convirtió en Presidente después de ser nominado por el Partido Socialista, en una “primaria” altamente mediatizada -un procedimiento para la elección de candidato a la presidencia según el modelo americano. Los republicanos, pensando que lo que funcionó para los socialistas no podría fallar para ellos, decidieron hacer su propia "primaria".

Haciendo esto, perdieron el control del proceso de nombramiento. En lugar de Juppé, u otro candidato más o menos fuerte, salió nombrado François Fillon. Aunque favorito del voto católico y de partes de la alta sociedad conservadora, estaba claro para una parte importante de la burguesía francesa, que Fillon no podía asegurar la victoria contra Marine Le Pen si aquél se clasificaba para la segunda ronda. El discernimiento político no parece haber sido una cualidad particular del candidato Fillon, pero sí lo fue su terquedad. A pesar del escándalo dirigido contra él, Fillon se negó a dimitir y los de LR se quedaron atrapados con su candidato convertido en “lastre”. Del lado de los socialistas, el presidente en ejercicio, Hollande, ya había renunciado a una segunda candidatura en vista de la ausencia de apoyo electoral, ni siquiera en su propio partido. En cuanto al primer ministro de Hollande, Manuel Valls, fracasó en la elección primaria del partido, en la cual para protestar contra la dirección, la base nombró en su lugar a un candidato apenas conocido, pero considerado como más de izquierdas, Benoit Hamon.

La pérdida de control de los partidos establecidos fue una oportunidad para Emmanuel Macron. Este ganó prestigio como reformador económico y político cuando sirvió como consejero del primer gobierno dirigido por el PS bajo la presidencia de Hollande, y luego como miembro del segundo gobierno encabezado por Valls. Su objetivo parece haber sido, entonces, el de iniciar un proceso de modernización económica en Francia, algo parecido a lo que fue "la Agenda 2010" de Gerhard Schröder en Alemania. Pero Macron no se quedó mucho tiempo en el gobierno, al darse cuenta rápidamente que, a diferencia del SPD en Alemania, el Partido Socialista no era lo suficientemente fuerte, ni disciplinado y unido para hacer pasar tal programa. A principios de 2017, el capitalismo francés vio surgir una situación muy peligrosa para él. Ante la incompetencia de los principales partidos establecidos, el peligro de una victoria electoral del Frente Nacional ya no se podría descartar. Sus ideas de sacar a Francia de la Zona Euro y hasta de la Unión Europea estaban en contradicción flagrante con los intereses de las fracciones dominantes del capital francés. Frente a ese peligro, fue Macron quien salvó la situación. Lo hizo, en gran parte, utilizando el método del populismo contra los populistas.

En primer lugar, Macron logró robar de los populistas uno de sus temas favoritos y comunes: el de la quiebra histórica de la derecha y la izquierda tradicionales porque habían estado demasiado ocupadas en oponerse una contra otra ideológicamente y en sus luchas por el poder, para servir adecuadamente la “causa de la nación”. Y Macron no solamente adoptó ese lenguaje, lo puso en práctica reclutando deliberadamente simpatizantes y partidarios tanto de izquierda como de derecha para su nuevo movimiento “En Marcha”. Su afirmación de no servir “ni a la izquierda ni a la derecha, sino sólo a Francia”, le ayudó a desarmar políticamente a Marine Le Pen. Fue incluso capaz de presentar al mismo FN como perteneciente al "establishment", como un partido de derechas de toda la vida.

En segundo lugar, Macron respondió a la creciente indignación general hacia los partidos existentes proponiendo no un partido, sino un movimiento y sobre todo… proponiéndose a sí mismo a su cabeza. Al hacerlo así, tenía en consideración el creciente estado de ánimo en partes de la sociedad burguesa: la aspiración a la autoridad de un líder fuerte. Si un político "irresponsable" como Trump podía tener éxito con semejante táctica, ¿por qué no Macron (que se ve a sí mismo tan soberanamente responsable)? En lugar de ser rehén de uno o de los dos de los principales partidos establecidos, Macron incitó, desde fuera, a una especie de motín en los partidos y a la deserción en cada uno ellos. Como tal, contribuyó seriamente a dañarlos. Según una teoría del sociólogo alemán Max Weber (1864-1920), el "liderazgo carismático" es una de las tres formas de la dominación burguesa. En el período después de la Segunda Guerra Mundial, en Francia existía una tradición: la del General de Gaulle (1890-1970) que en 1958 "rescató" a una nación que estaba enfangada en la guerra de Argelia. De esa manera, De Gaulle cambió la estructura de los partidos políticos, y la estructura constitucional de Francia de una manera que, a largo plazo, demostró no ser ni especialmente eficaz ni estable.

Macron no sólo permanece en la tradición de Gaulle. También es la expresión de una nueva tendencia dentro de la burguesía en respuesta al ascenso del "populismo". En las elecciones en la primavera de este año en Holanda, el primer Ministro, Mark Rutte, describía la victoria electoral de los partidos "Pro Euro y pro UE" sobre el “niño bonito” del populismo de derechas, Geert Wilders, como la victoria del populismo “bueno” sobre el “malo”. En Austria, en un intento de contrarrestar al populista FPÖ, el conservador ÖVP, por primera vez, estuvo en la campaña electoral, no en su propio nombre, antes prestigioso, sino como "lista electoral de Sebastian Kurz-ÖVP". En otras palabras, el partido decidió esconderse tras el nombre del joven vicecanciller con cuyo "carisma" contaban, y de un ministro de Asuntos Exteriores que recientemente había amenazado con movilizar tanques en la frontera con Italia contra los refugiados. En tercer lugar, Macron siguió el ejemplo de la canciller alemana Ángela Merkel, defendiendo abiertamente el "proyecto europeo". Mientras que los partidos establecidos socavaron su propia credibilidad mediante la adopción de la retórica antieuropea del FN, en realidad sin dejar de mantener la pertenencia de Francia a la Unión Europea, a la zona Euro y el espacio Schengen. Esta posición clara contribuyó a recordar a una sociedad burguesa en desorden que el capital francés es uno de los principales beneficiarios de esas instituciones europeas.

Como De Gaulle en los años 1940 y 1950, Macron ha sido un golpe de suerte para la burguesía francesa. En gran parte es gracias a él si Francia ha evitado caer en un estancamiento político similar a los de sus homólogos estadounidenses y británicos. Pero el éxito a largo plazo de esta operación de rescate no está garantizado. Si algo le sucede a Macron, o si su reputación política se ve afectada seriamente, su “República en marcha” corre el riesgo de derrumbarse. Ese es el inconveniente típico del "liderazgo carismático". Es lo mismo para la nueva estrella política de la oposición de la izquierda francesa: Jean-Luc Mélenchon, que consiguió responder a la desintegración de la izquierda burguesa tradicional (Partidos Socialista y Comunista y el trotskismo) mediante la creación de un movimiento de izquierda en torno a él, de una forma que se asemeja sorprendentemente a la del propio Macron. Mélenchon no ha perdido tiempo para desempeñar su función de cauce para canalizar el descontento proletario frente a los ataques económicos venideros. Casi de un día para otro, la división del trabajo entre Macron y Mélenchon, se ha convertido en uno de los ejes de la política del Estado francés. Pero, repitámoslo, el movimiento de Mélenchon sigue siendo por ahora inestable, con riesgo que se desmorone si se tambalea su líder.

 

Alemania entre Rusia y Estados Unidos

Las elecciones generales en Alemania están previstas para mediados de septiembre [de 2017]. Alemania también vio el ascenso de un partido populista de oposición derechista, Alternative für Deutschland (AfD, "Alternativa para Alemania"). Pero aunque este partido parece que va a entrar al parlamento nacional, el Bundestag, por primera vez, es poco probable, por el momento, que malogre los planes de las principales fracciones de la burguesía alemana, las cuales, en comparación con otras, son económica y políticamente estables. La actual campaña electoral de la canciller Merkel nos dice mucho acerca de la situación del capitalismo alemán. Su lema es: estabilidad. Sin utilizar las mismas palabras, su enfoque parece estar inspirado por el de su predecesor de la época de la postguerra, el canciller democristiano, Konrad Adenauer, el cual hizo una campaña con el lema: "no a los experimentos". En las actuales circunstancias, "no a los experimentos" es la expresión de la comprensión de que Alemania es más o menos el único refugio de estabilidad política entre las principales potencias del mundo occidental en la actualidad. Pero detrás de esta fijación en la estabilidad, también hay una creciente alarma. La principal fuente de tribulación de la clase dominante alemana, es Estados Unidos. Ya hemos mencionado las amenazas proteccionistas de Trump. Está también su retirada unilateral del Acuerdo de París sobre el clima y en particular, la ofensiva americana contra la industria automovilística alemana, que comenzó bajo la administración de Obama. Pero la amenaza contra los intereses del imperialismo alemán no se limita a temas económicos o medioambientales. Se refiere ante todo a las cuestiones militares y de supuesta seguridad. Un breve resumen histórico es necesario aquí.

Bajo la coalición 'Roja-Verde', dirigida por los socialdemócratas de Gerhard Schröder (1998-2005), Alemania se acercó a la Rusia de Putin, mediante el desarrollo de proyectos conjuntos de energía, y al unirse a Moscú (y París) en la negativa a apoyar a George W. Bush en la guerra de Irak. La sucesora de Schröder, Merkel, como muchos políticos de la antigua Alemania de Este (RDA) fiel "atlantista", cambió esa orientación reafirmando la "asociación" con Estados Unidos como la piedra angular de la política exterior alemana. Bajo Obama, Washington ofreció a Berlín el papel de brazo derecho de Estados Unidos en Europa. Alemania fue llamada a asumir una mayor parte del trabajo de la OTAN en Europa, permitiendo que Estados Unidos se concentrase más en Extremo Oriente y su principal rival, China. A cambio de ese mejor estatus, Merkel tuvo que abandonar la "relación especial" con Moscú iniciada por Schröder. Y al mismo tiempo, Washington aseguraba a Berlín de que "no abandonaría a Europa a su suerte" modernizando la presencia militar estadounidense en Alemania. Pero entre bastidores, ya durante el segundo mandato de Obama, aumentaron las tensiones entre Berlín y Washington. Esto se hizo visible durante la "crisis de refugiados" del verano de 2015. Los llamados de la burguesía alemana para recibir el apoyo americano casi fueron ignorados. Lo que Berlín estaba pidiendo no era que Estados Unidos acogiera a refugiados sirios o de otra nacionalidad, sino que interviniera política e incluso militarmente para, de algún modo, estabilizar la situación en Siria, Libia y otros lugares en la cuenca del Mediterráneo. Pero Washington no hizo nada en ese sentido. Por el contrario, Obama afirmó repetidamente que la "crisis de los refugiados era sólo un problema de Europa".

Fue sobre todo en la política hacia Rusia donde las relaciones entre Berlín y Washington se volvieron cada vez más conflictivas. Alemania, bajo Merkel, apoyó y apoya la política de la OTAN de cercar a Rusia, y espera que como brazo derecho de EEUU, sea uno de sus principales beneficiarios. Pero se opuso y se opone a la estrategia estadounidense (liderada por Hillary Clinton mucho más que por Barak Obama) de sustituir el gobierno Putin en Moscú. De hecho, en esta cuestión, la oposición dentro de la burguesía europea está creciendo, aunque no siempre se exprese abiertamente[17]. Después de la caída de la coalición Roja-Verde de Schröder, la fracción de la burguesía alemana con vínculos estrechos con Rusia ni ha desaparecido ni ha quedado inactiva. Con la formación del gobierno de la Gran Coalición entre democristianos y socialdemócratas hace cuatro años, los "amigos de Putin" del SPD han vuelto al poder. Se puede hablar de una cierta división de trabajo entre las fracciones de Merkel y de Schröder, y es probablemente más astuto y favorable para los intereses alemanes, si los amigos de Schröder sólo juegan el papel de socio menor en el gobierno (como sucede actualmente). Pero también ha habido actividades entre bastidores de esta fracción. Según los primeros resultados de las investigaciones públicas sobre las conexiones de Trump con Rusia en Estados Unidos, el Deutsche Bank desempeñó un papel central en la promoción de negocios y otras transacciones entre Trump y la "oligarquía rusa". Prefieren ver a Putin apoyado por “Occidente” que derribado por éste. Y también se sabe que partes de la industria alemana hicieron generosas contribuciones financieras a la campaña electoral de Trump.

Es un secreto a voces que uno de los baluartes de la fracción de Schröder-Gabriel[18] en Alemania es el land de Baja Sajonia y la empresa Volkswagen, de la que esa región es en parte propietaria y administradora. En este sentido, podemos entender mejor que los juicios contra Volkswagen y el Deutsche Bank en los Estados Unidos no sólo están motivados económicamente, sino sobre todo políticamente, y por eso, siete semanas antes de las elecciones generales nacionales, se ha desencadenado una lucha de poder en Baja Sajonia (y en Volkswagen), derrocando a la coalición roja-verde en Hannover. Aunque no comparte necesariamente su orientación, la canciller Merkel ha tolerado en cierta medida las actividades de esta otra fracción y ha intentado beneficiarse de sus vínculos tanto con Putin como con Trump. Hoy, sin embargo, los halcones anti-rusos en Washington están aumentando su presión no sólo sobre Trump, sino también sobre el gobierno de Merkel. La respuesta de Merkel ha sido la típica de dos caras. Por un lado, mantiene sus contactos con los trumpistas. Por otro, guarda públicamente sus distancias hacia el nuevo liderazgo estadounidense. No hay muchos países en Europa occidental donde la crítica a la nueva administración de Washington haya sido tan abierta y severa, y tan compartida por casi toda la clase política como en Alemania. Junto con Erdogan, Trump ha eclipsado a Putin como el "malo" favorito de los medios de información alemanes. Creemos poder concluir que la burguesía alemana ha aprovechado los malos modos políticos y las bravuconadas del trumpismo para distanciarse políticamente de Estados Unidos, distanciamiento que, en otras circunstancias, habría provocado un revuelo internacional. En esas circunstancias, la presión de Washington (aumentada por Trump) para que los "socios" europeos de la OTAN -en particular Alemania- aumenten sus presupuestos militares, es en realidad más que bienvenida (aunque muchos de sus políticos afirmen lo contrario en público). Berlín ya ha comenzado ese aumento.

El plan es aumentar el gasto militar del actual 1,2% del PNB alemán al 2% para 2024, casi el doble de la tasa actual. Si se ajustara a la demanda de Trump del 3% del PNB, Alemania tendría el mayor presupuesto militar de cualquier estado de Europa (al menos 70 000 millones de euros anuales). Además, Alemania recientemente ha cambiado oficialmente su "doctrina de defensa". Tras el final de la Guerra Fría, se declaró que Alemania y Europa occidental ya no se encuentran bajo ninguna amenaza militar directa. Hoy esta doctrina ha sido revisada, afirmando que la "defensa territorial" es una vez más el objetivo principal del Bundeswehr. Con esta nueva doctrina, el Estado alemán reacciona no sólo a la reciente contraofensiva militar de Rusia en Ucrania y Siria, sino también a los crecientes temores sobre la estabilidad política de Rusia, y sobre el caos que se podría desarrollar allí. Alemania también se beneficia del Brexit para aumentar la militarización de las estructuras de la Unión Europea y manifestar cierta independencia respecto a la OTAN (algo que Gran Bretaña pudo impedir mientras era miembro activo de la UE). Bajo las consignas de la "guerra contra el terrorismo" y la "guerra contra el contrabando de inmigrantes", la UE ha sido declarada ya no sólo una unión económica o política, sino también y “ante todo” (según Merkel y Macron) una "unión para la seguridad".

 

El tándem franco-alemán

La burguesía alemana fue una de las primeras en reconocer el talento y el potencial político de Emmanuel Macron. Desde una etapa temprana de la campaña electoral francesa, la mayor parte de la clase política en Alemania y casi todos los medios de información apoyaron firmemente su candidatura. Por supuesto, la burguesía alemana sólo dispone de medios limitados para influir directamente en las elecciones francesas. La opinión pública en Francia no sigue ni a los medios de información alemanes ni a lo que dicen los políticos. Pero la "elite política" francesa toma necesariamente nota de lo que se dice y se hace del otro lado del Rin. A través de su clara posición a su favor, la burguesía alemana ayudó a convencer a las esferas influyentes cercanas al poder francés de que Macron es un político serio y capaz. Este apoyo alemán a Macron fue motivado no sólo por la voluntad de contener a Marine Le Pen y salvar la Unión Europea. Macron fue también el único candidato presidencial que hizo de la renovación del tándem franco-alemán uno de los puntos centrales de su programa electoral.

Macron se toma muy en serio este eje París-Berlín. Según él, Francia no puede asumir todavía plenamente su papel en esa "alianza", porque todavía no ha resuelto sus problemas económicos. Sólo una Francia económicamente revitalizada, dice, podría ser algo parecido a un socio equiparable a Alemania. Él considera que su pérdida relativa de competitividad económica es la principal amenaza para la estatura de Francia como actor a escala internacional. Por esta razón, Macron plantea la aceptación de su programa económico como condición previa para la constitución de un eje sólido con Alemania. Y así, al plantear las cosas en esos términos, ha formulado un programa de acción que puede parecer a la vez deseable y realista para la clase dominante de su propio país. Presenta sus "reformas" como la condición para el mantenimiento de la gloria imperial de Francia, y al mismo tiempo como algo alcanzable porque será apoyado por Alemania. Y al mismo tiempo, ha formulado un objetivo tan deseable como alcanzable para la clase dominante alemana. Tanto hacia Rusia como hacia Estados Unidos, Berlín necesita el apoyo de París. Para conseguirlo, Berlín tendrá que apoyar la "modernización" económica de Francia.

La insistencia de Macron en su programa económico como condición previa para todo lo demás no significa que tenga una visión económica estrecha de los problemas a los que se enfrenta Francia. Según un viejo análisis de uno de sus predecesores como presidente francés, Valery Giscard d'Estaing, el principal problema económico de Francia no es su aparato industrial y agrícola, que produce en su mayor parte de manera eficiente a un alto nivel, sino su aparato político atrasado, y el nexo rígido y burocrático que une la política con su economía (el "sistema estatal" existente en Francia, que Helmut Schmidt y otros líderes alemanes han criticado desde hace décadas). Macron quiere encarar ese problema hoy. Un poco a la manera de Trump en Estados Unidos, él quiere "zarandear" a las viejas elites. Pero también tiene que superar la posible resistencia de la clase obrera francesa. El que Macron sea capaz o no de imponer sus ataques a las condiciones de vida y de trabajo del proletariado francés, puede decidir si el experimento de En Marche y la presidencia de Macron termina en éxito o en fracaso.

Cada vez que Macron habla del tándem franco-alemán, a la vez que siempre menciona las dimensiones económicas y políticas, insiste en que debe verse ante todo como una cuestión militar (de "seguridad"). El eje Macron-Merkel, en realidad, no es una alianza imperialista estable como era posible en las condiciones de la Guerra Fría. Es más bien un acuerdo basado en una mayor determinación para defender una política común de ciertos países de la UE -expresada por la reacción al Brexit- y disminuir la dependencia de Estados Unidos en reacción a las "posiciones" de Trump. La asociación entre Alemania y Francia en el tándem dirigente de la UE es posible gracias a la complementariedad entre ambos países. Francia es la primera potencia militar de Europa, equivalente a Gran Bretaña, y mucho más fuerte que Alemania, y no sólo por su posesión del arma nuclear. El liderazgo con Francia podría beneficiar a Alemania confiriéndole una mayor credibilidad política y diplomática. Por otra parte, Francia podría esperar resultados positivos de una alianza con el líder económico de Europa, principalmente como contrapartida al declive económico y político que sufre. Y hay más. La existencia de tal liderazgo común presenta la ventaja de que suscita menos temor por parte de otros socios de la UE que si Alemania asumiera el liderazgo por sí sola.

Las primeras consultas gubernamentales franco-alemanas tras la elección de Macron decidieron, entre otras cosas: el desarrollo conjunto de un avión de combate para sustituir tanto al Eurofighter como al Rafale; la imposición de Frontex contra los refugiados, y el establecimiento de un registro común de entrada y salida de la UE; bajo el liderazgo alemán, el desarrollo, junto con Italia y España, de un dron militar europeo; nuevas inversiones en tanques modernos, tecnología de patrullaje espacial y de tierra. La “ministra” de Asuntos Exteriores" de la UE, Mogherini, se unió a Merkel y Macron para declarar una "Alianza europea para la zona del Sahel". Alemania declaró su disposición "en principio" a aumentar sus inversiones públicas y privadas en Europa, y a apoyar financieramente las actuales misiones militares francesas en África. Todo esto bajo el lema de "proteger a Europa".

 

A modo de conclusión

El centro del ciclón del capitalismo en descomposición es hoy el país central del sistema burgués: los Estados Unidos. El triunfo electoral de un presidente que encarna la ola populista, ya ha demostrado hasta qué punto este surgimiento es antagónico a los intereses "racionales" del capital nacional y de las fracciones de la burguesía que los representan mejor (de seguridad, militares, diplomáticos y políticos), que tienen el sentido más fuerte de las "necesidades del Estado". La tendencia actual es claramente hacia una intensificación de las tensiones e incluso un verdadero impasse en la clase dominante. Pero precisamente porque Estados Unidos es un país central en el capitalismo mundial, la presión sobre la burguesía estadounidense aumenta cada día más para que intente resolver la difícil situación. ¿Pero cómo? Por ahora, no parece que la administración Trump vaya a ser capaz de imponer su política, pues la resistencia contra ella parece ser demasiado fuerte en gran parte de la clase dominante. Otra posibilidad es que los trumpistas cedan y adopten tácitamente la política de sus oponentes (o al menos se muestren mejor dispuestos para hacer compromisos). Aunque hay señales en esa dirección, también hay señales en la dirección opuesta. La opción que más se discute en público actualmente es la del impeachment o acusación para destituir al presidente.

El inconveniente del método de sacar a Trump del despacho oval es que podría acabar convirtiéndose en un proceso político y legalmente complicado y duradero. Otras opciones, con quizás una resolución más rápida del problema, están sin duda también sobre la mesa, aunque no se discutan con tanta libertad: una de ellas es hacer que el presidente sea declarado loco. También es posible que Trump (u otra persona) intente salir del atolladero mediante aventuras militares en el extranjero. Una de las ventajas de la "guerra contra el terrorismo" liderada por George W. Bush fue que permitió a su gobierno, al menos temporalmente, reunir tras él a la clase dominante, e imponer grandes partes de su programa "neoconservador". Hay hoy países como Corea del Norte o Irán que ofrecen objetivos tentadores para ese tipo de operaciones, ya que están estrechamente vinculados no sólo a Rusia, sino también a China. Si hay algo en lo que la burguesía norteamericana sigue estando de acuerdo, es que hoy Pekín es su principal rival.

Steinklopfer

[1] Estos apartados, concebidos como unidad, se redactaron por primera vez en verano de 2017, después de las elecciones generales en Gran Bretaña y las elecciones presidenciales y las de la Asamblea Nacional en Francia, pero antes de las elecciones al Bundestag en Alemania. Por varias razones este trabajo no pudo ser publicado en ese momento. Se han hecho algunas actualizaciones y correcciones, pero hemos optado por no alterar la sección sobre Alemania, donde la situación, incluso después de las elecciones, sigue siendo muy incierta. Para un análisis de las elecciones en Alemania, ver nuestro artículo en alemán en el sitio web de la CCI [https://de.internationalism.org/iksonline/wahlen-deutschland-2017-nach-dem-erfolg-der-populisten]. También fue escrito antes de la última crisis en las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte y entre Estados Unidos e Irán debido a los programas atómicos y de cohetes de lo que Washington llama "estados rebeldes". Para la crisis de Corea del Norte, véase nuestro artículo "Amenaza de guerra entre Corea del Norte y Estados Unidos: es el capitalismo el que es irracional [https://es.internationalism.org/accion-proletaria/201710/4236/amenaza-de-guerra-entre-corea-del-norte-y-estados-unidos-la-loca-irrac]".

[2] “Tesis sobre la Descomposición”, Revista Internacional nº107.

[3] Tratado de Libre Cambio de América del Norte (Canadá, EEUU, y México), NAFTA en sus siglas en inglés. Trans-Pacific Partnership o Acuerdo Transpacífico de Cooperación económica, con países ribereños de ambas orillas (Asia, Oceanía y Latinoamérica, sin China)

[4] Josef Braml, Trumps Amerika, página 211. Braml trabaja para la German Society Foreing Policy (DGAP)

[5]Ídem.

[6] Frankfurter Allgemeine Zeitung 02.04.2017. El periódico FAZ es uno de los principales portavoces de la burguesía alemana.

[7] Según Wikipedia, “think tank” o “laboratorio de ideas” es una institución o grupo de expertos de naturaleza investigadora, cuya función es la reflexión intelectual sobre asuntos de política social, estrategia política, economía, militar, tecnología o cultura.

[8] Para un análisis más detallado de las contradicciones entre las políticas de Trump y los intereses de las principales fracciones de la burguesía americana, véase nuestro artículo La elección de Trump y el derrumbe del orden mundial capitalista (Revista internacional nº 158), que también se desarrolla en el contexto de la decadencia global de los Estados Unidos y el creciente cáncer del militarismo que pesa sobre su economía.

[9] Su esposo, el ex-presidente Bill Clinton, habría estado supuestamente furiosísimo por lo incompetente que había sido la organización de su campaña.

[10] Zoom: Gefährliche Verbindungen – Trump und seine Geschäftspartner (“Conexiones peligrosas –Trump y sus socios en negocios”) por Johannes Hano y Alexander Sarovic.

[11] Youtube 17.08.2015.

[12] Der Spiegel, 07.03.2015: “NATO Oberbefehlshaber Breedlove irritiert die Allierten” (“El comandante en jefe de la OTAN, Breedlove, irrita a los aliados").

[13] Wolfgang Bittner: Die Eroberung Europas durch die USA (La conquista de Europa por Estados Unidos), pág. 151.

[14] YouTube 05.02.2015

[15] Revistas como Fortune publican datos anuales sobre los bancos, empresas, familias y personas más ricas del mundo.

[16] Ver https://es.internationalism.org/

[17] Por ejemplo, en un simposio celebrado este verano en Berlín, organizado por la Neue Zürcher Zeitung, se afirmó que el principal peligro para la estabilidad de Europa no es el régimen de Putin, sino el posible colapso del régimen de Putin.

[18] Schröder está oficialmente en la nómina del proyecto alemán de gasoductos con la Gazprom rusa. Sigmar Gabriel (SPD), que recientemente se pronunció a favor de una "solución federal" al conflicto ucraniano, a diferencia del propagado por Moscú, es el ministro alemán de Asuntos Exteriores.

PARA LUCHA CONTRA EL RACISMO HAY QUE LUCHAR CONTRA EL CAPITALISMO

04.03.2018 11:18

ESCLAVITUD EN EL MUNDO CAPITALISTAEste artículo es el fruto de las discusiones llevadas a cabo por unos militantes que intervinieron en una concentración contra el racismo.

Los trabajadores emigrantes sufren el racismo y la xenofobia. Es necesario preguntarse cuál es su raíz. La respuesta es el capitalismo: las relaciones capitalistas de producción, los intereses de la explotación capitalista, la nación y el nacionalismo, las ideologías burguesas y pequeño burguesas, aportan los materiales podridos sobre los que crecen el racismo y la xenofobia.

 

¿Cuál es el origen del racismo?

El racismo nació con la sociedad de clases. En las guerras que dieron lugar a ésta, las tribus vencedoras consideraban a las vencidas como seres inferiores. Así, por ejemplo, en el Imperio Romano solo eran reconocidos como ciudadanos los pertenecientes a las tribus fundadoras de Roma, mientras que los hombres y mujeres de las tribus derrotadas eran convertidos en esclavos. Griegos, Romanos, Incas o Aztecas, se presentaban tras sus guerras de conquista como “el pueblo elegido” que podía someter y explotar a los demás.

Sin embargo, es con el capitalismo cuando el racismo se generaliza y adquiere la categoría de una ideología al servicio de la explotación.

El capitalismo, originario en la Europa del siglo XV-XVI, se extiende por el mundo y acaba sometiendo a todos los continentes a su colonización la cual provoca el genocidio de millones de seres humanos. España coloca bajo su yugo a los indios de América proclamando que son criaturas ajenas a la “verdadera religión”; Gran Bretaña, Holanda, Francia etc., practican igualmente teorías racistas para justificar la esclavitud de los negros, el comercio a gran escala de esclavos.

Desde mediados del siglo XVIII hay grandes desplazamientos de campesinos a las grandes urbes industriales para convertirse en trabajadores asalariados. Se practica con ellos, lo que podríamos llamar un racismo interior: así, por ejemplo, los catalanes llaman despectivamente a los obreros andaluces xarnegos y los vascos a los extremeños y andaluces maketos. En España, pero igualmente en Francia, Gran Bretaña, Alemania, Rumanía etc., hay un feroz racismo contra los gitanos. Y no olvidemos que, desde su independencia en el siglo XIX, los países latinoamericanos practican el racismo y la discriminación frente a indios, negros y minorías asiáticas.

Si desde mediados del siglo XIX se producen grandes olas de emigración de trabajadores europeos hacia América y Australia que, sin problemas, podían colocarse en la producción o, incluso hacer negocios en la agricultura, la industria y el comercio; a partir de los años 20 del siglo XX, con la decadencia del capitalismo, la tendencia se invierte: enormes masas humanas huyen de la pobreza, la guerra y otras calamidades, que golpean Asia, América del Sur y África, para concentrarse en las grandes metrópolis industriales de Europa y América.

El racismo viene muy bien al capital de estos países para realizar una serie de objetivos:

-          Someter a los recién llegados a condiciones de ilegalidad y discriminación lo que permite bajar sus salarios y, por extensión, provocar una caída general de salarios y de condiciones de trabajo en toda la clase obrera del país;

-          Enfrentar a los trabajadores entre emigrantes y nativos. A estos últimos se les repite que los emigrantes vienen a robarles el trabajo y aprovecharse de los “beneficios” de la sanidad, la educación y otros servicios sociales; a los primeros se les dice que sus hermanos nativos les odian y les discriminan;

-          Ensalzar la Democracia, el Estado del Bienestar, el Progreso etc., que supuestamente gozarían los “privilegiados” del país.

 

Nacionalismo y racismo

En el desarrollo del racismo interviene fuertemente el nacionalismo que es una ideología indisolublemente ligada al capitalismo. La nación es la finca privada del conjunto de capitalistas de un país que necesita del aparato burocrático, represivo y mistificador del Estado para mantenerse en pie e imponerla a todos los explotados. La nación, sin embargo, es presentada como la “comunidad de todos los nacidos en la misma tierra”, lo cual conlleva necesariamente la idea de que los emigrantes son, o bien intrusos que hay que marginar y perseguir, chivos expiatorios a los que atribuir todos los “males” (la droga, la delincuencia, la prostitución etc.), o bien, en la ideología biempensante supuestamente “integradora” constituirían “ciudadanos de segunda” a los que siempre se pregunta ¿y tú de dónde vienes? ¿tú qué haces aquí? ¿en qué casa o escalera limpias? ¿a qué viejita estás cuidando? ¿en qué campo de naranjas trabajas? Etc.

Es imposible que exista un nacionalismo “no racista”. El nacionalismo es por definición excluyente. Parte de mitos absurdos sin ninguna base histórica. La raza, la religión, la lengua, las costumbres etc., que constituirían la nación se habrían formado de repente, sin influencias exteriores, definiendo una supuesta “idiosincrasia” totalmente diferente de los “extranjeros”.

La realidad histórica está a años luz de esas leyendas. Muestra la mezcla de razas, la interdependencia de costumbres, las raíces comunes de los diferentes idiomas, las influencias de pueblos de las más alejadas regiones y, simultáneamente, las guerras de conquista, la rapiña, la imposición violenta de purezas étnicas, religiosas o lingüísticas. Más concretamente, el capitalismo se funda en una contradicción entre la naturaleza mundial que adquieren la producción y la cultura, y, en cambio, la división del mundo en naciones. “Las viejas industrias nacionales se vienen a tierra, arrolladas por otras nuevas, cuya instauración es problema vital para todas las naciones civilizadas; por industrias que ya no transforman como antes las materias primas del país, sino las traídas de los climas más lejanos y cuyos productos encuentran salida no sólo dentro de las fronteras, sino en todas las partes del mundo.  Brotan necesidades nuevas que ya no bastan a satisfacer, como en otro tiempo, los frutos del país, sino que reclaman para su satisfacción los productos de tierras remotas. Ya no reina aquel mercado local y nacional que se bastaba así mismo y donde no entraba nada de fuera; ahora, la red del comercio es universal y en ella entran, unidas por vínculos de interdependencia, todas las naciones. Y lo que acontece con la producción material, acontece también con la del espíritu. Los productos espirituales de las diferentes naciones vienen a formar un acervo común.  Las limitaciones y peculiaridades del carácter nacional van pasando a segundo plano, y las literaturas locales y nacionales confluyen todas en una literatura universal” (Manifiesto Comunista).

Mientras la producción, la cultura, la literatura, el arte, la ciencia etc., son universales, cada Estado nacional impone a sus súbditos un consumo de “lo nacional”, una lengua exclusiva, una literatura, un arte, supuestamente nacionales. Y todo ello significa que los venidos de otras tierras son extraños, incultos, inadaptados, ajenos… que se les tiene que despreciar, excluir y discriminar. Los trabajadores emigrantes tienen que soportar además de la carga de la explotación y de condiciones de vivienda terribles (por ejemplo, hacinarse hasta 10 personas en un piso), comentarios insolentes tales como “nos vienes a robar el empleo”, “eres el culpable de las colas en la sanidad”, “eres colombiano, eres traficante”, “eres moro, eres terrorista” y a las mujeres se les trata de prostitutas insultándolas con cualquier palabra obscena.

El nacionalismo es una de las fuentes de incubación de ideologías extremas - como el nazismo o, actualmente, del populismo de derechas (los Trump, Le Pen y compañía)- que propugnan abiertamente la discriminación y el exterminio de emigrantes. Sin embargo, no menos venenoso, por lo hipócrita y divisionista, es la ideología del “nacionalismo democrático” que se pretende de “acogida” e “integrador”, pero que practica formas más encubiertas de racismo. En Francia, hay un racismo antiárabe; en Gran Bretaña anti hindú, en USA el racismo con los negros o los hispanos, en la antigua URSS -y actualmente en la Rusia de Putin- un fuerte antisemitismo.

 Así pues, el nacionalismo es un veneno que inocula otro: el racismo.

 

¿Cómo luchar contra el racismo?

Luchar para obtener “derechos” en el capitalismo y en el llamado Estado democrático no elimina el racismo, sino que lo agudiza. Los Estados democráticos practican un racismo hipócrita. Por ejemplo, la “súper-democrática” Unión Europea ha convertido sus 27 estados en una fortaleza inexpugnable. Los controles fronterizos o los buques de guerra anti-pateras devuelven emigrantes a sus países de origen o los almacenan como ganado en campos de concentración donde son tratados como delincuentes.

Con cinismo escandaloso, los estados democráticos subcontratan la faena sucia de represión a otros países menos “exigentes” en “derechos humanos”. España, en tiempos del gobierno Zapatero, llegó a un acuerdo con Marruecos para que éste se encargara de detener a los emigrantes africanos y abandonarlos en el desierto. México, a cuenta de Estados Unidos, abandona en el desierto a emigrantes procedentes de países centroamericanos y a sus propios “ciudadanos”. Otro de los procedimientos con los que el estado mexicano presta servicios a su vecino del norte es dar barra libre al narcotráfico para que capture mujeres y niños centroamericanos y los utilice para todo tipo de tráfico (prostitución, pedofilia etc.). En Libia, con la complicidad de la Unión Europea, los emigrantes que vienen del sur (Mali, Níger, Chad, Burkina Fasso etc.) son capturados como esclavos y vendidos en subastas públicas.

Los emigrantes que logran asentarse en los países democráticos son sometidos a condiciones de ilegalidad y precariedad, obtener papeles resulta un trámite inacabable lleno de obstáculos sin fin. Además, las ONG, las organizaciones religiosas y los partidos practican políticas de supuesta “integración” que consisten en encapsular a los emigrantes en guetos según su nacionalidad de origen, donde se ven divididos, separados y encerrados en una dinámica de victimización y aislamiento. Estas políticas “de acogida” favorecen igualmente la división y la discriminación entre los propios emigrantes: entre los “privilegiados” con papeles y los sin papeles, entre latinos y eslavos, o entre blancos y árabes etc.

Los trabajadores emigrantes sufren pues un doble racismo: el racismo abierto y descarado que los rechaza con la intimidación, el insulto y la violencia; y el racismo enmascarado que se presenta como “tolerante” e “integrador de culturas” pero que los encierra en las cárceles de su nacionalidad de origen, su religión, su lengua, su cultura… Evidentemente, no se trata de despreciar la aportación a la cultura universal que contienen sus lenguas o culturas de origen, sin embargo, los Estados democráticos utilizan cínicamente ese pretexto para que crear, con la complicidad de ONG y otras “organizaciones de protección”, un muro invisible alrededor de los emigrantes. 

La única clase social que supera y combate el racismo es el proletariado. En primer lugar, porque la inmensa mayoría de los emigrantes son trabajadores y como tales no pertenecen a “su” raza o a “su “país” sino a esa auténtica comunidad que tiene un mismo interés en todo el mundo que es el proletariado.

Como trabajador el compañero emigrante tiene como hermanos y amigos sus compañeros de trabajo y como enemigo el Capital que los explota a todos y todos los días. Evidentemente, esta convicción no nace espontáneamente, se necesita una lucha encarnizada por comprenderse como clase y para combatir el nacionalismo y el racismo. Hay que superar los prejuicios racistas y nacionalistas que la ideología dominante inyecta en los trabajadores. El trabajador no es catalán, ni español, ni colombiano, ni ecuatoriano, ni chino etc., es CLASE OBRERA INTERNACIONAL.

Trabajadores emigrantes y trabajadores nativos están unidos por una misma lucha contra la explotación. Necesitan superar las peligrosas barreras que crean en su seno los prejuicios nacionalistas, racistas, religiosos, así como el paternalismo de los “guetos integradores”. Sus amigos no son la Nación española o catalana, ni los capitalistas, nacionales o extranjeros, sino los trabajadores del mundo entero, sin distinción de raza, religión, etnia o nacionalidad.

En una manifestación en Estados Unidos contra la ley de emigración, una pancarta decía “No somos ni colombianos, ni mexicanos, ni caribeños, somos trabajadores”. En la comunidad que forma objetivamente la clase obrera no hay moros, panchitos, sudacas, nigas, negros, rumanos y demás denominaciones despectivas de clara coloración racista. HAY TRABAJADORES, HAY CLASE OBRERA, hay una clase universal cuyos sufrimientos universales le llevan a una revolución universal que eche a andar la COMUNIDAD HUMANA MUNDIAL, el comunismo.

El objetivo último de la lucha del proletariado es la COMUNIDAD HUMANA MUNDIAL, una comunidad sin fronteras, sin estados, sin clases, sin divisiones de raza o religión, donde todos luchen juntos por el desarrollo de la humanidad y la preservación de la propia naturaleza.

Es sumándose a la lucha del proletariado, asumiéndose en la condición de trabajador, que el compañero emigrante podrá obtener la solidaridad y la unidad que le harán fuerte contra la discriminación, la xenofobia y la exclusión, y por tanto contra la explotación.

* CCI

 

BADAJOZ, CIUDAD DE LOS HORRORES. LA VERDAD DE LA MASACRE DE BADAJOZ

12.02.2018 12:47

BADAJOZ, CIUDAD DE LOS HORRORESCosas impensables como violar a niñas e introducirlas bayonetas por la vagina para abrirlas en canal en vida.....Decapitar a los milicianos, abrirles las tripas y meterles la cabeza por el estómago....colgar al sol cuerpos de personas para que sirvan de ejemplo.....como las bandas de criminales moros quemaban, castraban y pasaban a cuchillo a miles de jornaleros.....como oficiales y terratenientes hacian bailar a las mujeres antes de abrirlas en canal......como lidiaban a los milicianos en la plaza de toros, como público toda la calaña eclesiastica y terratenientera........

Mérida resistió hasta el 11, día en que la tomó Asensio y, a continuación, Tella cortó la carretera y la línea férrea Madrid-Badajoz. Los miembros del Comité de defensa de la ciudad, encabezados por la anarquista Anita López, fueron ejecutados. La mayoría de los niños, mujeres y ancianos, todos ellos desarmados, se refugiaron en las ruinas del Teatro Romano; cuando los moros entraron, decapitaron a casi todo el mundo y muchos cuerpos fueron colgados al sol. A las niñas las violaban y a continuación las mataron introduciéndoles la gumía o la bayoneta por la vagina y rajándolas.

Fosas comunes han sido encontradas en Don Benito, Llerena, Villanueva de la Serena, Herrera del Duque, Guareña, Jerez de Los Caballeros y Almendralejo.

En Zafra, era el propio cura del pueblo, Juan Galán Bermejo, el que señalaba a los que se debía ejecutar y declaró a Marcel Dany, periodista de la agencia Havas, que “todavía no hemos tenido tiempo de legislar cómo y de qué manera será exterminado el marxismo en España. Por esta razón todos los procedimientos de exterminio de esas ratas son buenos, y Dios en su inmenso poder y sabiduría los aplaude”. A semejante personaje, que siempre llevaba la pistola bajo la sotana, se le atribuyen 750 fusilamientos.

El 13 comenzó el asalto a Badajoz, defendido por 500 soldados y 3.000 milicianos inexpertos dirigidos por el coronel Ildefonso Puigdendolas frente a 3.000 sublevados. La ciudad cayó el 14 por la tarde. La aviación alemana e italiana bombardeó con los Junker 52 que despegaban de los aeródromos portugueses sin que los sitiados recibiesen ninguna ayuda de la aviación republicana.

El corresponsal de “Le Temp” escribe el día 15 que “Los milicianos sospechosos detenidos son inmediatamente ejecutados” y da la cifra de 1.200 asesinados. A este corresponsal declara Yagüe: “Ha sido una espléndida victoria. Antes de seguir adelante vamos a terminar la limpieza de Extremadura, ayudados por los falangistas”. Los milicianos capturados en el coro de la catedral fueron ejecutados ante el altar.

También fueron fusilados los republicanos comandante Alonso y los coroneles Pastor Palacios y Cantero. Puigdendolas logró huir con parte de sus hombres a Portugal pero serán entregados por el gobierno de este país; Puigdendolas conseguirá escapar y regresar a zona republicana.

Mario Neves relata en el “Diario de Lisboa”: “Acabo de ser testigo de auténticas escenas de desolación y horror de las que no me olvidaré mientras viva. Cerca de los establos todavía pueden verse muchos cuerpos yaciendo como resultado de la implacable justicia militar. En las avenidas principales, una no muy larga mirada como la que he echado esta mañana, muestra una larga hilera de cadáveres insepultos tirados allí, los legionarios extranjeros y las tropas moras que están encargados de las ejecuciones quieren que los cuerpos en las calles para que sirvan de ejemplo, consiguiendo el efecto deseado”.

Entre los falangistas que protagonizaron la cacería de seres humanos destacan Mariano Ramallo[6]; el padre Lomba, encargado de realizar las listas de los que había que ejecutar; Arcadio Carrasco, que con el tiempo sería nombrado Marqués de la Paz (!) y presidente del Sindicato Vertical; y Jorge Pinto, terrateniente de Olivenza, que hacía bailar a las mujeres antes de matarlas abriéndolas en canal y arrancándolas las tripas.

A los habitantes se les llegó a marcar a fuego vivo como a las reses. Falangistas y moros hacías apuestas entre ellos, y en la Plaza de Penacho estos últimos se divertían abriendo la tripa de los prisioneros y metiendo la cabeza dentro.

Hasta tal punto llegó el salvajismo que el propio Franco ordenó a Yagüe que se detuviesen las castraciones; en efecto, los moros castraban a los cadáveres y los oficiales alemanes hicieron fotos de los cuerpos como “souvenir”. Pero se siguió realizando.

 

Masacre en la plaza de toros

Durante los días 14 al 15 de agosto se produjo el que fue quizá el episodio más trágico de toda la guerra. Miles de civiles fueron lidiados (sic) y rematados en la plaza de toros de Badajoz.

El horror de semejante carnicería ha sido históricamente ocultado por el bando vencedor y casi ha caído en el olvido. La Guerra Civil trae a la memoria los nombres de Gandesa, Guernika, Jarama, Brunete, Teruel, Guadalajara… pero no el de la ciudad extremeña, protagonista de un acontecimiento que pone los pelos de punta; de los 8.000 fusilamientos que hubo en la ciudad, más de la mitad sucedieron en el coso de Badajoz.

Muchos historiadores han minimizado los acontecimientos. Según Hugh Thomas la “cifra de muertos no llegaba a dos mil”; calculaba esta cifra a los veinte años del fin de la guerra y utilizaba fuentes oficiales del régimen que, entre otras cosas, olvidaron señalar que hasta se entregaron invitaciones para acudir a tan taurino festejo.

Yagüe ordenó el encierro de los prisioneros, la mayoría civiles, en el coso de la plaza de toros el día 14. En los tendidos se instalaron focos para iluminar la arena; en ese mismo tendido donde señoritos, falangistas, terratenientes, señoritas cristianas y devotas de la alta sociedad, monjas y frailes, entre ellos el citado padre Lomba, aguardaban impacientes la orgía de sangre que se avecinaba.

Entre los más despiadados destacó un sargento moro de nombre Muley que se colocó un traje de torero encima del suyo y comenzó la “faena”: usaba la bayoneta como estoque contra los prisioneros y los mataba clavándoles el hierro en la cara y en el cuello. Mientras, la gente de ley y orden daba los olés y los correspondientes aplausos cuando los prisioneros eran banderilleados.

El espectáculo duró toda la noche. Durante las primeras horas del día 15, el miliciano Juan Gallardo Bermejo le arrebató la bayoneta a uno de los legionarios-toreo y lo mató. En ese momento se retiraron de la arena moros y legionarios y comenzó un ametrallamiento masivo.

Durante largo rato silbaron las balas, hasta el extremo de que los tiradores fueron reemplazados en varias ocasiones. No más de dos o tres personas sobrevivieron de las más de 4.000 que se hacinaban en el foso y que fueron a parar a fosas comunes.

Al amanecer del día 15, se volvió a llenas la plaza de prisioneros y hacia las seis de la mañana comenzó un nuevo tiroteo de ametralladoras que duró dos horas.

Las tropas moras saquearon a los asesinados en busca de anillos (aunque hubiese que cortar dedos), cadenas e incluso arrancaban las muelas de oro a golpe de bayoneta.

 

El gobierno portugués entrega a los huidos

Durante los días siguientes a la matanza en la plaza de toros, se siguió asesinando a numerosas personas que se recogían por la provincia o huidos que entregaba la dictadura portuguesa.

El 19 de agosto se estrenaron las nuevas autoridades de la ciudad en un acto público en el que fueron fusiladas 13 personas, siete españoles (entre ellos el alcalde Sinforiano Madroñero y el diputado socialista Nicolás de Pablos) y seis portugueses.

Tras la misa que celebraron los sacerdotes se realizaron los fusilamientos mientras la banda de música amenizaba el espectáculo. Los cuerpos estuvieron expuestos tres días y se les colocó un letrero que decía: “Estos son los asesinos de Badajoz”.

Tiempo después de todos estos acontecimientos, todavía continuaron las ejecuciones. Todos los días, a las doce de la mañana, en la Plaza de Penacho se asesinaba a los prisioneros mientras se oía el himno de Falange y la Marcha Real. Los habitantes eran obligados a contemplar el espectáculo; negarse equivalía a participar en el mismo. Fascistas portugueses vinieron desde Elvas para regocijarse con la función, en especial cuando, en vez de fusilar, los moros degollaban con la gumía.

 

el horror del fascismoLa prensa recoge la noticia

“Naturalmente que los hemos matado- me dijo-, ¿qué suponía Vd.? ¿Iba a llevar 4.000 prisioneros rojos en mi columna, teniendo que avanzar contra reloj? ¿O iba a dejarlos a mi retaguardia para que Badajoz fuera rojo otra vez?”. Esta fue la respuesta que dio Yagüe al corresponsal del New York Herald, John Whitaker.

Las primeras noticias de la matanza de Badajoz la dieron los periodista franceses Marcel Dany y Jacques Berthel y el periodista portugués Mario Neves.

En 1.937, el comandante McNeil Moss negaba los hechos basándose en el testimonio de dos voluntarios británicos de las tropas franquistas… que no se incorporaron a la guerra hasta el 9 de septiembre.

El periodista norteamericano Jay Allen publicó el día 25 de agosto la crónica “Masacre en Badajoz” en The Chicago Tribune y si bien utilizó información del bando franquista y además era partidario de éste, narró con veracidad lo que vio, por lo que los rebeldes le acusaron de “calumniador”:

“Esta es la historia más dolorosa que por mi azar me tocó realizar (…) Hubo fuego, hay cuerpos quemados. Cuatro mil hombres y mujeres han muerto en Badajoz desde que los legionarios extranjeros del general Francisco Franco y los moros treparon sobre los cuerpos de su propia muerte (…) miles fueron asesinados sanguinariamente después de la caída de la ciudad (…) desde entonces de 50 a 100 personas eran ejecutadas cada día. Los moros y legionarios están saqueando. Pero lo más negro de todo: la “policía internacional” portuguesa está devolviendo gran número de gente y cientos de refugiados republicanos hacia una muerte certera por las descargas de las cuadrillas rebeldes (…) Aquí [en la plaza de la catedral] ayer hubo un ceremonial y simbólico tiroteo. Siete líderes republicanos del Frente Popular fueron fusilados ante 3.000 personas (…) Todas las demás tiendas parecían haber sido destruidas. Los conquistadores saquearon según llegaron. Toda esta semana los portugueses han comprado relojes y joyería en Badajoz prácticamente por nada (…) los que buscaron refugio en la torre de Espantaperros [torre medieval de Badajoz] fueron quemados y fusilados.”

“De pronto vimos a dos falangistas detener a un muchacho vestido con ropa de trabajo. Mientras le agarran, un tercero le echa atrás la camisa; descubriendo su hombro derecho se podían ver las señales negras y azules de la culata del rifle. Aún después de una semana se sigue viendo. El informe era desfavorable. A la plaza de toros fui con él. Fuimos entre vallas al ruedo en cuestión (…) Esta noche llegará el pienso para el “show” de mañana. Filas de hombres, brazos en aire. Eran jóvenes, en su mayoría campesinos, mecánicos con monos. Están en capilla. A las cuatro de la mañana les vuelven a llevar al ruedo por la puerta por donde se inicia el “paseíllo”. Hay ametralladoras esperándoles. Después de la primera noche se creía que la sangre llegaba a un palmo por encima del suelo. No lo dudo, 1.800 hombres- había mujeres también- fueron abatidos allí en doce horas. Hay más sangre de la que uno pueda imaginar en 1.800 cuerpos.”

“Volvimos al pueblo pasando por la magnífica escuela e instituto sanitario de la República. Los hombres que los construyeron están muertos, fusilados como ‘negros’ porque trataron de defenderlos. Pasamos una esquina, ‘hasta ayer había aquí un gran charco de sangre renegrida’, dijeron mis amigos. ‘Todos los militares leales a la República fueron ejecutados aquí, y sus cuerpos se dejaron durante días a modo de ejemplo’. Les dijeron que salieran, así pues, dejaron sus casas precipitadamente para felicitar a los conquistadores y fueron fusilados allí mismo, y sus casa saqueadas. Los moros no tenían favoritos.”

Niños de la época, relatos de supervivientes ya fallecidos, cuentan como los moros y legionarios entraban en las casas por las noches, ruidos gritos, risas de los asesinos....a la mañana las calles amanecían llenas de sangre mujeres con sus niños en brazos degolladas.......un periodista portugués de derechas que llegó a Badajoz en los días negros...salió espantado y maldiciendo todo lo relacionadio con los sublevados españoles...periodistas franceses e ingleses publicaron en sus periódicos artículos que posteriormente fueron censurados o matizados por su alto indice de salvajismo y barbarie.

Badajoz durante dos semanas fue un autentico cementerio....hablan de 3000, de 4000 de 5000 e incluso de 8000 fusilados en tan solo 5 días.....se sabe que de la plaza de toros salían rios de sangre que bajaban por las calles, eso es totalmente cierto. La iglesia cedía sus fincas para torturar,violar y asesinar mujeres, niños, hombres y ancianos. Cambiaron un mandamiento, el de No matarás, lo matizaron y pusieron, mataras pero con justicia..algun cura antes de que entrasen los moros y fascistas quemaron los papeles sindicales para salvar a los que pudiesen...en un documental contaron que al parecer al parroco de una aldea a las afueras de Badajoz le arrancaron los dedos, la lengua y fue quemado en vida por estar segun la iglesia poseido por el marxismo.

El 27 de octubre en“La Voz” de Madrid se daba a conocer lo sucedido. Lamentablemente no he tenido oportunidad de consultarlo

* Kaosenlared - Rash

FASCINACIÓN CHE

10.02.2018 12:41

Ernesto Che GuevaraErnesto "Che" Guevara se convirtió en un ícono de la izquierda revolucionaria a fines de la década de 1960. Incluso cuarenta años después, la fascinación que emana de él parece inquebrantable.

introducción

¡Che vive! "Estas palabras fueron impresas en un cartel que representaba la imagen de Che Guevara, que gozó de gran popularidad entre los estudiantes de izquierda en Alemania Occidental a finales de los 60 y principios de los 70." ¡Che vive! "Podría entenderse como una exclamación desesperadamente desafiante Seguir siendo fiel a la idea de la revolución mundial incluso después de la muerte de uno de sus protagonistas: "¡Che vive!", En un sentido estricto, hoy solo soñarían los ferves religiosos que soñarían con un regreso cristiano de un revolucionario oso, pero si no como persona real, Ernesto "Che" Guevara parece seguir viviendo en la mente de innumerables personas, para inspirar su imaginación y satisfacer sus deseos, ya que sus diarios y biografías sobre él siguen vendiéndose excelentemente, cada vez hay más películas nuevas sobre su vida Cientos de miles atraen al cine, y el guerillero heroico , el famoso retrato de Alberto Korda, ahora se encuentra millones de veces en camisetas, tazas, botellas de cerveza o abanicos de amigos del fútbol y se distribuye en todo el mundo. Incluso si uno puede confiar mucho en los estrategas de marketing de la industria de la publicidad, el continuo boom del Che aún necesita explicación. [1]

Para el hombre, cuyo atractivo permanece intacto, no solo ha muerto hace más de cuarenta años, sino también los objetivos políticos que defendía: la lucha armada por la revolución mundial, la creación de un nuevo ser humano en una sociedad socialista, la introducción de un economía de plan rígida: están completamente fuera de línea. Esto sugiere que aquellos que se equipan hoy con los accesorios del Che ya no son guevaristas , no son los que quieren luchar con el arma en la mano contra la opresión en el mundo. Y sin embargo, promete adornarse con él, obviamente todavía es una ganancia ideal. Ahora es bastante comprensible querer sacar provecho de la popularidad de un hombre que fue una leyenda incluso durante su vida. Pero, ¿qué alimenta la continua fascinación que emanó del Che Guevara, y cuál es el beneficio?

 

El ícono de la revolución mundial ...

Llama la atención que el enfoque actual no se centre tanto en los objetivos políticos del Che Guevara como en su persona, su vida y su trabajo. Esto no es sorprendente dada la increíble biografía de este hombre, que en una década trajo del aventurero completamente desconocido al ícono de la revolución mundial.

Nacido en 1928 en Rosario, Argentina, Ernesto Guevara estudió medicina en Buenos Aires. Durante sus estudios y después de eso, emprendió dos largos viajes de un mes por América del Sur. En su segundo viaje, finalmente aterrizó en México; Allí conoció a Fidel Castro y se unió a fines de 1956 como médico de la fuerza invasora, con la tierra de Castro en Cuba y quería derrocar al dictador Fulgencio Batista. El desembarco en Cuba fue un desastre, de 83 hombres quedaron solo 17 restantes. Y sin embargo: en una pelea guerrillera de dos años logró expulsar a Batista. Guevara, que se había alzado en la guerrilla al segundo hombre detrás de Castro, se mudó a La Habana el 2 de enero de 1959 en procesión triunfal. A la edad de 31 años, el doctor con un doctorado se convirtió en presidente del Banco Nacional, más tarde ministro de Industria. Estaba al lado de los dos hermanos Castro Fidel y Raúl en el triunvirato, que gobernó la isla en los próximos años.

La fama de Che Guevara creció rápidamente mientras viajaba por el mundo para promover el reconocimiento y el apoyo al nuevo régimen. Se convirtió en el portavoz de la revolución cubana a nivel internacional. Poderoso y carismático, predicó incansablemente sus ideales revolucionarios. Pero tan exitoso como agitador, no tuvo éxito como político. La política económica de la que fue responsable resultó ser un fiasco único. En la conversión de la economía a las pautas económicas planificadas, se orientó como un comunista convencido primero a la Unión Soviética. Pero poco a poco se alejó de esto, desde la URSS en su opinión, no fue suficiente para que la revolución en el "Tercer Mundo" comenzara. Por lo tanto, entró cada vez más en conflicto con el poder y el realpolitiker Fidel Castro, quien, con el fin de asegurar la supervivencia económica de la Revolución cubana, la lealtad de Moscú.

A principios de 1965, cuando el discurso de Guevara en Argel atacó a la URSS por falta de apoyo a los movimientos de liberación en el Tercer Mundo. A su regreso el 14 de marzo de 1965, Che Guevara desapareció después de una conversación de 40 horas con Castro sin dejar rastro del público. Las especulaciones de que Fidel Castro se había librado de un competidor demasiado poderoso persistieron, así como los rumores de que había renunciado a sus oficinas gubernamentales para unirse a la lucha guerrillera y llevar la revolución a otras partes del mundo. En el transcurso de los siguientes dos años, uno se quedó perplejo acerca de su paradero. De hecho, él había dejado Cuba y liderado una guerra de guerrillas primero en el Congo y luego en Bolivia. Ambas veces fracasó miserablemente. El 8 de octubre de 1967, finalmente fue capturado por las tropas bolivianas y muerto a tiros al día siguiente.

Las circunstancias y el momento de su muerte han contribuido significativamente a la transfiguración del Che Guevara. Él murió en la batalla; renunció a la cómoda silla ministerial, renunció a su poder y aventuró su vida para satisfacer sus propias demandas revolucionarias. Y murió joven, lo suficientemente joven como para estar presente en la mente como un rebelde eternamente joven y no para ser medido por la realización de sus teorías y utopías. Lo que quedaba era la imagen del luchador inquieto por la liberación de los pueblos oprimidos. Lo que quedó fue la imagen del radical, que rigurosamente subordinó todas las relaciones y necesidades privadas, incluso las del propio cuerpo, a la revolución. Lo que quedaba era la imagen de Alberto Korda, el símbolo de la militancia juvenil, que se distinguía apaciblemente de los funcionarios comunistas más antiguos de Berlín Oriental, Moscú o Pekín en sus discretos trajes. Lo que quedaba era un lenguaje claro, a veces violento, intercalado con frases soñadoras: "Seamos realistas, probemos lo imposible" o "Solidaridad es la ternura de los pueblos", en la que se capturó el pathos de la revolución y el romántico. Aclaración de la violencia revolucionaria hecha posible.

Con todo esto, Che Guevara conoció a un espíritu de la época, tal vez más precisamente: un sentimiento de vida de una generación, que hoy se llama el 68er. Era el momento en que las discusiones de la izquierda radical en todo el mundo se centraban en un tema que se puede describir con las palabras clave descolonización, internacionalismo y antiimperialismo. La revolución cubana, la lucha argelina por la independencia y la guerra cada vez más violenta en Vietnam habían revivido un viejo sueño político, pero con una nueva apariencia: la idea de una revolución mundial, que ya no estaba basada en París o Moscú, sino en los movimientos de liberación en América Latina , África y Asia. En este contexto, el Che Guevara se convirtió en el símbolo de una izquierda revolucionaria o revolucionaria en los años sesenta y principios de los setenta. Porque él fue uno de sus protagonistas y el defensor más poderoso. Y le había dado a este movimiento su grito de batalla: "¡Crearemos dos, tres, muchos Vietnam!"

Y un momento más ayudó al Che Guevara, especialmente en el mundo occidental, a convertirse en un ídolo. El que se propuso revolucionar el mundo fue, en cierto sentido, uno de ellos: un joven blanco de buena familia, que en menos de diez años lo había llevado del aventurero itinerante a la encarnación del revolucionario que había triunfado Derrocar a un dictador con un puñado de camaradas que, como autodidacta, habían dirigido la economía de un país y habían actuado como un susto civil ante las Naciones Unidas. Fue una biografía que demostró que nada era imposible si tomaba el destino en sus propias manos, como si fuera un "triunfo de la voluntad" sobre la adversidad. La muerte en la jungla era el signo de exclamación detrás de una vida significativa.

Che Guevara no produjo las protestas estudiantiles, sino que desde un momento determinado las inspiró y radicalizó significativamente. Esto se aplica tanto a las discusiones teóricas como a la protesta militante. Sobre todo, ha inspirado la imaginación de la juventud rebelde haciendo de su vida las fórmulas académicas de la "utopía concreta" (Ernst Bloch) y el "hogar sin piedra angular" (Theodor W. Adorno) para ellos, evidentes. Y con la foto de Korda, que había sido publicada miles de veces por la editorial de izquierda radical italiana Giangiacomo Feltrinelli, había encontrado su icono, la imagen de su santo perdido, que podía llevar con ella en todas las demostraciones o colgar como póster en su propia habitación.

 

... y sus poderosas formas de contracción

Desde entonces, han pasado cuatro décadas, y ya no se puede hablar de un espíritu de optimismo, como en la década de 1960 o incluso de un espíritu de época revolucionario. Incluso el sentimentalismo de los veteranos de la revuelta estudiantil, que se mantuvo hasta hace unos años, ha dado paso a una crítica atroz y exhaustiva de los 68ers. Por lo tanto, el "espejo" en el verano de 2008 en la portada podría mostrar el último vertical con el dicho: "No fue del todo malo" - palabras de legitimidad, que hasta ahora se conocía en Alemania solo en relación con el nacionalsocialismo. Desde el "Proyecto Guevara" (Gerd Koenen), la búsqueda del punto de Arquímedes en el mundo en desarrollo, para revolucionar el mundo desde las bisagras, ha sido largamente archivada, uno debería asumir que su protagonista en el vórtice de Criticado y el icono de la revolución mundial aterrizó en algún lugar de los vertederos de la historia. Y sin embargo, parece ser lo contrario. ¿Debería Che Guevara, para mantenerse a la imagen del "espejo", ser la carretera de la izquierda?

Después de que el Che Guevara había sido olvidado durante casi veinte años en muchos lugares, su imagen apareció a mediados de la década de 1990 con mayor frecuencia en público. Una razón fue sin duda la revuelta de los zapatistas en México, en cuyo carismático vocero y líder militar, el subcomandante Marcos, muchos querían ver a un rehén del Che Guevara. Otra causa fue el movimiento de los críticos de la globalización que se formó a fines de la misma década. En ambos casos, la política central de Guevara, el internacionalismo, fue reelegido. Sin embargo, en todas las formas militantes de manifestación, no se trataba de la revolución, y menos aún de la revolución mundial. Incluso con los radicales, la fórmula mágica ahora era justicia social. Sin embargo, el interés en Che Guevara se ha mantenido y, tomando la ubicua oferta de utensilios del Che a escala, incluso aumentó. Puede verse como una compensación por una socialización capitalista ubicua, que parece ser tan alternativa en todos los déficits cada vez más obvios que incluso una crisis financiera como la de 2008 ya no produce contraconceptos reales. Y, de hecho, el "mito Che" parece ser una pantalla de proyección para los deseos, aspiraciones y esperanzas incumplidos, que, sin embargo, ya no necesitan ser exclusivamente, y quizás ni siquiera, principalmente de naturaleza política.

La continua fascinación del Che Guevara tiene que ver primero con el atractivo sensual de este hombre, que probablemente fue una de las personas más fotografiadas de su tiempo. El famoso retrato de Alberto Korda que muestra a un joven apuesto con cabello rizado hasta los hombros, su mirada audaz en la distancia, su marca registrada, la boina con una estrella roja en la cabeza, tiene un simbolismo casi eróticamente político. Combina de forma única la rebelión y la juventud, la militancia y el anhelo, la determinación y el desapego, la masculinidad y la ternura. Aquellos que se adornan hoy con este ícono pueden dar hasta lo más no convencional con el patetismo de la revolución y señalar a los demás que no quiere subordinarse por completo a las condiciones imperantes, sin tener que enfrentar siquiera al más mínimo de la sociedad. Este estilo radical ha sido utilizado por estrellas del pop como Robbie Williams, modelos como Giselle Bundchen e ídolos deportivos como Diego Maradona, y para la frustración de los izquierdistas neonazis militantes, los llamados nacionalistas autónomos que quieren capturar el odio de Guevara contra el poder mundial.

El continuo interés en las biografías del Che, los diarios de viaje de Guevara y las películas sobre él, sin embargo, son otra conjetura más, que no se agota en su atractivo exterior. Pensando en la revuelta estudiantil, la recepción del Che Guevara, además de una radicalización política también significó que la vida cotidiana se intensificó. Aquellos que, de acuerdo con la máxima de Guevara "No hay vida más allá de la revolución", dedicaron todo su tiempo y energía a una cosa, no enfrentaron la cuestión del significado de la vida en esta apasionada devoción. Tal fijación es ciertamente anacrónica en tiempos de excesiva elección individual, mayor flexibilidad y movilidad. Pero es por eso que, para aquellos que no quieren contentarse con eso, la vida del Che Guevara -no tanto sus ideas políticas- puede usarse como una pantalla de proyección.

Esto abre la vista de un montón de motivos almacenados similares, que constantemente alimentan el "mito Che" incluso en tiempos en que no hay revoluciones. Por lo tanto, con el colapso de los estados socialistas reales y el fin asociado de la "guerra civil mundial", las condiciones globales se han vuelto cada vez más confusas. Aquellos que no quieren comprometerse ciegamente con la política a lo largo del "eje del mal" han encontrado cada vez más difícil distinguir entre el bien y el mal. Tanto las experiencias de las últimas décadas como el papel ambivalente de la capacidad de previsión incrementada han contribuido a esto. Hoy, cada vez es más posible prever las consecuencias negativas de una política de las mejores intenciones, sin establecer los estándares para la acción correcta, un dilema que acaba de provocar la muerte de la política de ayuda de la "política de desarrollo". En contraste, el cielo político de ideas de Guevara se presenta como una reliquia de otro tiempo y ofrece en su defensa radical a los oprimidos y privados de sus derechos a todos aquellos que buscan escapar de la necesidad de la conciencia. Cualquiera que se refiera a él en este sentido puede imaginarse a sí mismo en el lado moralmente correcto de la historia, incluso después de la caída del "socialismo científico", que siempre lo había reclamado por sí mismo. Las formas desafiantes de contracción pudieron observarse hace más de una década, cuando algunos jóvenes comunistas en Berlín intentaron perturbar la presentación del "Libro negro del comunismo" cantando a coro: "No sospecharán, somos los buenos".

Esto puede describirse como incorruptibilidad o como una enajenación tonta, como un Donquichotterie, y sería con este último en relación con la autoimagen del revolucionario cubano no tan equivocado. El propio Che Guevara se refirió a Don Quijote en su carta de despedida a sus padres antes de aventurarse nuevamente en la jungla en 1965. Sin embargo, esto no fue -como creían los críticos- la admisión de su estrafalaria política, con la ayuda de casi ningún enfoque guerrillero para impulsar la revolución, sino el compromiso de no dejar ir un idealismo radical y especialmente en un mundo cada vez más alienado. Una extrañeza mundial, sin duda. Pero uno que los devotos de Guevara eliminaron del contexto de ingenuidad política y celebraron como resistencia, resiste una forma de socialización en la que todo parece degradado a mercancía, donde cada actividad, en cualquier esfera de la vida, se discute en términos económicos y juzgada por criterios económicos es. Cualquiera que se niegue a aceptar el pragmatismo político que, mientras tanto, se ha convertido en una alternativa y no ve más que irrazonables desordenados en la realpolitik, encontrará en el Don Quijote de Guevara un título de honor, incluso alejado de todas las intenciones revolucionarias. Porque parece en este idealismo no mundano que, si una vida verdadera en el error es imposible, hay algo que trasciende el materialismo económico sin recurrir a la religión.

Ciertamente hubo una interpretación religiosa de la obra de Guevara, que surgió poco después de su muerte y al menos desde que la canción de Wolf Biermann del "Comandante Che Guevara" se ha vuelto familiar: Che Guevara como "Cristo con la pistola". Ya durante su vida, Guevara había sido considerado por muchos como una persona extraordinaria, incluso adorado como santo por algunos debido a su actitud ascética y estrictamente igualitaria, su fanatismo de justicia, su desprecio por el dinero y la muerte. La forma de su muerte aumentó esta adoración una vez más y convirtió a Guevara en un nuevo Cristo. En su "Mensaje a los pueblos del mundo" escrito unos meses antes en la jungla boliviana, Guevara había llegado a su fin, había evitado deliberadamente, pero había dado la bienvenida a la muerte, si él, como Guevara, la "salvación de la humanidad" de opresión y explotación. Esta presuntuosa interpretación de su autosacrificio no dejó de tener su efecto y fue agua en los molinos de aquellos que querían ver en él un nuevo Cristo.

Pero esta imagen fue incorrecta desde el principio en un punto central. Jesucristo se negó con la palabra de que su reino no era de este mundo, para hacer cumplir la ley de Dios por la fuerza. Pero fue precisamente esta aparente discrepancia, que amenazaba colapsar toda la analogía con Cristo, lo que hizo que el Che Guevara fuera más atractivo. Después de que la pureza de la persona del Che Guevara y sus motivos habían sido sugeridos por medio de la imagen de Cristo, la violencia que propagaba ahora podía aparecer como puro, es decir, poder absoluto y divino, que era sobre todo legitimidad de legitimidad. El término "Cristo armado" ya no era una contradicción en sí mismo, si Che Guevara estaba atestiguado como pureza Guerillero. Para sus "discípulos" esto significaba que quienquiera que ejercía la violencia en su nombre estaba directamente del lado de la justicia, él mismo era un hombre justo.

Que esta no es una mera figura de pensamiento, podría convencer a millones de alemanes en el otoño de 2008 con motivo de la emisión de la película de televisión "Mogadishu": los secuestradores secuestrados en septiembre de 1977. La máquina de Lufthansa llevaba todas las camisetas de Che Guevara, no había grillos el director, como demostraron las imágenes originales grabadas, con las cuales sucedieron audazmente a la sucesión de Guevara y reclamaron sus puntos de vista sobre sus acciones: la violencia, por terrible que parezca, es legítima si no tiene una ventaja personal, pero lo revolucionario. De acuerdo con esto, el líder de los terroristas se llamó a sí mismo "Capitán Mártir Mahmud" y por lo tanto señaló la disposición para el autosacrificio en nombre de la humanidad. También en este caso: después de que el ideal de la revolución, que encarnaba al Che Guevara, se desvaneció y ahora se sospecha de violencia incluso en la guerra, aún puede servir como pantalla de proyección para la necesidad de ajustar las acciones a una perspectiva que está más allá de toda sospecha. es sublime para servir a cualquier "interés propio bien intencionado".

Esta guía ahora ampliamente utilizada de acción individual y colectiva se aplica a los adoradores del Che Guevara como el egoísmo y el nacionalismo moderadamente ocultos, como un evento plenario general que se ha apoderado de todas las clases sociales, desde el boni banker hasta los potentados corruptos hasta la gente común, el En las primeras horas de la mañana, las piernas están en el estómago para negociar la apertura de una nueva megatienda. Con este diagnóstico, la solidaridad ya no es suficiente, porque en la búsqueda de motivos puros como agua bendita solo ayuda la perspectiva de la humanidad, que Che Guevara -especialmente en su voluntad política- reivindicó para sí mismo.

Si uno busca otros motivos para la fascinación del Che Guevara, entonces, finalmente, el famoso juicio del filósofo francés Jean-Paul Sartre para mencionar, para quien Guevara no era solo un intelectual, sino el "hombre más perfecto de nuestro tiempo". Esto no se refería ni a la antropología ni a la pedagogía, pero la palabra de perfección se refería al acuerdo del pensamiento y la actuación del Che Guevara. Pero el pathos de la unidad de teoría y práctica admirado por Sartre no emanó de él, pero la unidad solo podría ser perfecta si la práctica fuera tan libre y, sobre todo, tan radical como el pensamiento del intelectual. Con la idealización del radicalismo, Sartre podría estar seguro de seguir los pasos de Guevara. Para esta moderación era un término del lenguaje de los maestros coloniales. De moderación en sus ojos solo hablaban aquellos que planeaban una traición.

Debe reconocerse que Che Guevara tuvo mucho éxito en mantener esta máxima desde la época de los guerrilleros cubanos. Qué consecuencias políticas podía tener en la práctica la transferencia de la teoría radical, él sabía, o al menos sospechaba, y estaba dispuesto a pagar personalmente el precio. Sin embargo, no dudó en dar crédito a otros por estos costos, por ejemplo, cuando se considera su actitud en la crisis de Cuba, cuando también aceptó el uso de armas nucleares para hacer valer sus ideas políticas. El pathos del radicalismo que una vez dominó la generación del 68 ha desaparecido en gran medida, pero el valor que lo sostuvo se ha mantenido: el ideal de la concurrencia de pensamiento y acción que aquellos que aspiran pueden encontrar en la biografía de Guevara. Sin embargo, hoy los efectos colaterales no intencionales del reclamo radical "todo lo privado es político" pueden ser admirados en las transmisiones de la tarde, donde en nombre de lo auténtico, el límite entre lo privado y lo público se derriba regularmente en desvergüenza consciente.

 

¿El desencanto?

Si busca las razones por las cuales el Che Guevara todavía tiene un efecto fascinante en muchas personas hoy en día, puede afirmarse que los anhelos de intensidad, justicia, idealismo, pureza o identidad discutidos aquí -puede haber otros motivos para discutir- pueden sobrevivir y encuentra el excelente apoyo de Che Guevara. Que idealicen así a su persona, radica en la naturaleza de las cosas, porque son precisamente esas proyecciones las que continúan cultivando el "mito Che" de una manera específica. Mientras estos deseos y esperanzas estén presentes, cualquier intento de los Che-adoradores de apelar al "auténtico" radical Che Guevara por sus actuales formas de contracción y comercialización será tan infructuoso como cualquier intento de los críticos de Guevara de hacerlo Referencia al "empírico" Che Guevara para desencantar el "mito Che". Esto es para mencionar solo dos ejemplos, tanto para el intento de la hija de Che, Aleida, de proteger el retrato de su padre por medios legales de uso comercial, como para el reciente intento de la organización estudiantil afiliada a CDU, RCDS. Enumerar el lado oscuro de Guevara en la campaña "¡Ciao, Guevara! Mira la verdad en la cara" y así abordar el mito del Che.

¿Qué pasa con las ventajas que se mencionaron al principio y que se pueden lograr con el guerrillero heroico ? El carácter de Che Guevara se caracteriza principalmente por términos como intransigencia, modestia e incorruptibilidad, todos topoi del campo del ascetismo. Especialmente en el desinterés radical de Guevara (donde la muerte fue solo el final), está el fracaso trágico y político del Che Guevara. Así, para la mayoría de sus contemporáneos, y aún más para los posteriores, se ha alejado a una distancia que les permite admirar a Guevara sin seguirlo.

Es el autosacrificio en nombre de la revolución lo que constituye el núcleo del "mito Che" y genera tanto culto como inacción. "Che" se ha convertido en un signo distintivo que demuestra una inadaptación radical. Y esa es una ganancia ideal que puede obtenerse sin vacilación, porque puede estar seguro de que nadie espera ninguna consecuencia política.

 

notas al pie

[1]  Ver abajo: Stephan Lahrem, Che Guevara: Vida - Trabajo - Efecto, Frankfurt / M. De 2010.

* Stephan Lahrem

MITOS REVOLUCIONARIOS SOBRE AMÉRICA LATINA EN EUROPA

10.02.2018 12:19

América Latina está atravesando la fase más larga de gobierno democrático en su historia. El mito del contraste entre el centro y la periferia y la revolución necesaria podría desvanecerse aún más.

 

introducción

Tanto en la antigua República Federal como en la RDA había mitos sobre América Latina. Tenían raíces históricas comunes. Bajo "América" se entendió hasta la Era de la Ilustración, tanto en el norte como en el sur del continente. Un cambio no comenzó hasta el siglo XVIII: por un lado, el futuro de América Latina se mejoró con el mito del "buen salvaje"; por otro lado, el sinónimo del nombre América con Estados Unidos comenzó a prevalecer. [1]

A principios del siglo XIX, Estados Unidos desempeñó un papel subordinado en las obras de pensadores europeos. Hegel declaró en sus "Conferencias sobre la filosofía de la historia" celebradas en Berlín en 1822/23 que había una brecha de desarrollo entre las dos Américas: "En Norteamérica se ve la prosperidad (...) mientras que en América del Sur las repúblicas se basan únicamente en la fuerza militar". Sus reflexiones culminaron en el pasaje frecuentemente citado: "América es así la tierra del futuro, en la que en tiempos ante nosotros, por ejemplo en la controversia de América del Norte y del Sur, se revela la importancia de la historia mundial, es una tierra de anhelo para todos aquellos que agujerea la armería histórica de la Europa antigua (...) ". [2]

Con el ascenso de Alemania en el Imperio Wilhelmine, el conflicto con los Estados Unidos aumentó. Llama la atención que en los libros de texto contemporáneos, además de las expediciones y los primeros imperios coloniales de los españoles y portugueses, surgieron los movimientos de liberación en América Latina a principios del siglo XIX, y el término imperialismo se explicó en el contexto de la expansión de la influencia norteamericana en América Latina. También en la literatura de entretenimiento del imperio hay simpatía por los pueblos indígenas de América Latina o por los esclavos y sus descendientes. Karl May expresó sus reservas en varias novelas contra los "Yankees" y las "sociedades yankis".

Hasta 1945, era más probable que el antiamericanismo fuera presentado por la derecha política. Después de la Segunda Guerra Mundial, comenzó un cambio funcional de anti-norteamericanismo, que era parte de la doctrina estatal en la RDA. En la década de 1960, sin embargo, el antiamericanismo político también se convirtió en parte del movimiento estudiantil de izquierda en la antigua República Federal. [4] Hoy, el antiamericanismo no se limita al espectro político izquierdo. No solo en Alemania se puede encontrar un antiamericanismo parcialmente cargado culturalmente, para América Latina (en el latinoamericanismo de Francia) da una imagen contraria no especificada.

 

Percepción selectiva de las revoluciones

"Las revoluciones no ocurren solo en la tierra, también juegan en el cielo, lo que significa no solo en la práctica, sino también en la mente". [5] Contrario al uso inflacionario de la palabra revolución en América Latina y la idea de una "región revolucionaria", el número de revoluciones reales es claro. Algunos ya cuentan los movimientos de independencia a comienzos del siglo XIX, de lo contrario se mencionan a México (1910ff), Bolivia (1952), Cuba (1959) y Nicaragua (1979). Al menos en la República Federal temprana se encontró en América Latina la elevación excesiva de los libertadores ( libertadores ) de España en una generación escéptica a favor poco. [7] Mientras que la Revolución mexicana se encontró con el interés debido a la importancia literaria y política de algunos exiliados en la RDA, [8] América Latina recibió poca atención en la Alemania de la posguerra.

El mito original sería la revolución cubana de 1959. Casi parece como si América Latina solo ahora aparece en el público político y la ciencia. En la República Federal apareció a principios de la década de 1960, varios libros sobre Cuba, escritos en parte por periodistas de televisión. En la RDA, el tema también cubrió la literatura de entretenimiento. ¿Cuáles fueron las razones de este efecto extraordinario? La revolución tuvo lugar en el patio trasero de los Estados Unidos. Cayó durante la Guerra Fría, con la crisis de Cuba en 1962 amenazó con una Tercera Guerra Mundial. Y: Cuba es una isla y, por lo tanto, particularmente mítica. A esto se agregaron los actores de actuación. Guerrillas con barbas distintivas ( barbudos ) se enfrentaron a un dictador corrupto que los gobiernos de Estados Unidos consideraban un títere. La lucha de David contra Goliat pareció continuar en el presente inmediato y sirvió para justificar un gobierno autoritario y personalista.

Los revolucionarios aparentemente no dogmáticos y poco convencionales que aparecían fueron inicialmente bien recibidos por los intelectuales europeos, pero también en personas que criticaban el socialismo real existente. Como el gobierno cubano quería abrirse camino entre los bloques y las diferencias con la URSS y también con la RDA, se mantuvo para el movimiento de los 68 y al menos como punto de referencia. El movimiento de solidaridad en la República Federal, sin embargo, permaneció mucho más débil que más tarde en Chile y Nicaragua, especialmente porque surgió principalmente de la periferia del DKP. Los pronósticos de un fin inminente del socialismo tropical resultaron ser erróneos después de 1990 como la suposición del fin del mito. [9] La sentencia otorgada a los enfermos Fidel Castro, "Si muero un día, nadie lo creerá", expresa esta paradoja.

 

América Latina en los medios

Desde la década de 1960, los conflictos en América Latina parecían formar parte de la estrategia revolucionaria cubana y funcionar bajo los auspicios de la Guerra Fría. Ahora los principales diarios de la República Federal y Suiza comenzaron a informar regularmente. América Latina fue considerada como "el mayor niño problemático de Washington" (The Act, 5.4.1964), de un "subcontinente explosivo" con motivo del viaje sudamericano por el presidente Heinrich Lübke al discurso (Die Welt, 24.4.1964). "Un minuto antes de la medianoche" fue el comienzo de una serie de artículos de Claude Jacoby en "Die Weltwoche" en 1965. En "Revolución y Reforma en América Latina" (FAZ, 12.5.1965), se presentaron los movimientos políticos y sociales en los estados más importantes. "¿Peligro rojo en América Latina?" era un artículo en el Baseler Nachrichten (25.12.1965). "¿Ha fracasado la democracia en América Latina? Una visión general que deja poca esperanza", dijo Tages-Anzeiger (26.8.1967). Y la primera página de "Der Spiegel" (36/1970), que comenzó una serie sobre América Latina, decía: "Tupamaros y guerrillas, porque solo la violencia ayuda".

Durante la década de 1970, comenzó un cambio. El aumento de la guerrilla pareció disminuir después del asesinato del Che Guevara en 1967 en Bolivia. Las Fuerzas Armadas, que se presentaron como "reformadores uniformados" en países como Perú y Panamá, o como regímenes militares tecnocráticos con una doctrina de seguridad nacional, como en Brasil desde 1964 y la dictadura militar contrarrevolucionaria en Chile desde 1973, llevaron a la imagen del continente de los generales. La redemocratización de la década de 1980 no se convirtió en el tema de una gran serie de artículos. En comentarios individuales, el escepticismo sobre las "nuevas democracias" brilló a través, especialmente en 1992, cuando el descubrimiento o la conquista de América Latina fue hace 500 años. Un editorial de Volker Skierka en el "Süddeutsche Zeitung" del 9.4.1992 titulado "Nuevas Oportunidades para Viejos Putschists" decía que "en muchos países la democracia no es más que una dictadura de permiso".

Después de 1989/90, el interés de los medios alemanes cambió a Europa. [10] Solo desde hace diez años, ya que se habla de un empuje hacia la izquierda, se informa más de nuevo. Hoy en día existen democracias electorales en América Latina, y la política en algunos aspectos no es tan diferente de la de Europa. Sin embargo, en las noticias, solo la economía tiene "lo que es políticamente fuera de lo común: como movimientos masivos de protesta, caídas presidenciales, crisis económicas severas". [11] De lo contrario, los desastres naturales llaman la atención. Cada vez más, se trata de "periodismo de capital", ya que el número cada vez menor de corresponsales extranjeros proviene en gran parte de las metrópolis.

 

Movimientos de solidaridad en la República Federal

En la República Federal en la década de 1970, hubo intensos debates sobre la "ayuda al desarrollo" y el "Tercer Mundo". Los nuevos movimientos de solidaridad, que provenían de los círculos de estudiantes y de la iglesia, estaban en parte dirigidos contra el propio estado, en parte estaban a una distancia crítica. Esto forma la diferencia central a la RDA.

Los movimientos de liberación del "Tercer Mundo" ejercieron una gran fascinación en la década de 1968. En primer plano, sin embargo, estaban China, Vietnam y parcialmente Cuba. Que los movimientos de liberación eran jóvenes y sus objetivos seguían siendo inexactos, más bien aumentaron su atractivo, pero hizo posible una salida al dilema del bloque y un distanciamiento del socialismo real existente en el Este. Los movimientos de solidaridad con América Latina se nutrieron principalmente de dos fuentes: grupos eclesiales, como la "Tercera Acción Mundial" en Freiburg, así como un ala internacionalista y radical de la Unión Socialista Estudiantil Alemana (SDS), que luego pasó parcialmente a los grupos K. Varios miembros de los grupos maoístas tenían preferencia por China o Albania. Solidaridad con América Latina también fue anunciada por las fundaciones afiliadas al partido, las asociaciones de partidos internacionales y las organizaciones de ayuda de la iglesia.

Cuba 1959: de la Guerra Fría al mito.

En la República Federal inicialmente no se desarrolló ningún movimiento de solidaridad con Cuba. La revolución fue interpretada en el contexto de la Guerra Fría, e incluso los autores socialdemócratas superaron inicialmente los enfrentamientos críticos. Dentro del movimiento estudiantil, los grupos maoístas y espontáneos siguieron el modelo de Ernesto "Che" Guevara y la teoría de un enfoque guerrillero de Régis Debray, por otro lado convirtieron las críticas del Partido Comunista Alemán (DKP) y la Unión de Estudiantes Marxistas (MSB) Espartaco , Solo el caso de los detenidos por el escritor del gobierno Herberto Padilla, quien luego practicó la "autocrítica", llevó a un debate sobre Cuba. Hans Magnus Enzensberger le dedicó su pieza "El interrogatorio de La Habana" desde 1972. En el mismo año apareció en el "libro de texto" una crítica de las relaciones cubanas macedonias. [16] Maschke, anteriormente un miembro de SDS que recibió asilo político en Cuba después del arresto después de una manifestación de Vietnam en 1968, ahora se consideraba un "renegado" en el movimiento estudiantil.

Durante la década de 1980, el socialismo tropical ganó en simpatía con varios socialdemócratas y jóvenes socialistas. El entonces vicepresidente del SPD, Oskar Lafontaine, visitó la isla en 1988 y fue recibido por Castro. Gerhard Schröder fue el único país latinoamericano que visitó Cuba antes de ser elegido canciller federal, lo que fue comentado en parte por el público estadounidense cuando asumió el cargo en 1998 con sorpresa. Con el paso de los años, el mito de la revolución cubana en Alemania se ha incrementado. En la década de 1970/80, se consideró temporalmente un "modelo de desarrollo", existen numerosas biografías de Castro en alemán. Muchos cubanos han abandonado sus hogares, muchos turistas visitan la isla: "Desde entonces, la nomenclatura militar-política en La Habana, los administradores sospechosos de una encantadora ruina prerrevolucionaria, un 'Buena Vista Social Club' bien supervisado, vive de la explotación turística de esta joya Dinero y turistas, bellas mujeres jóvenes y una vivaz de 90 años (...) ". [17]

Chile 1973: ¿camino pacífico hacia el socialismo?

El movimiento de solidaridad fue apoyado inicialmente por los comités de Chile en las universidades. También incluyeron representantes de otros grupos o fiestas estudiantiles. Se conocieron a nivel federal, en Berlín se fundó el "Chile News", del cual surgieron las "Noticias de América Latina" que todavía se publican hoy. Un punto a destacar fue las acciones en el juego de la Copa del Mundo entre la República Federal y Chile en el Estadio Olímpico de Berlín en junio de 1974; En ese momento, los cánticos "Chile Si - Junta No" fueron capaces de escuchar a los presos en el estadio nacional de Santiago de Chile durante la transmisión televisiva. En primer lugar, los miembros de los comités sobre el ejemplo chileno lideraron las discusiones sobre el camino hacia el socialismo, por otro lado, se trató de la organización de los refugiados que reciben en la República Federal. Aquí también había partes del fallo en Bonn Social Demócratas, los sindicalistas y los Jusos activos. Hans-Jürgen Wischnewski, que recibió el apodo de "Ben Wisch" después de numerosas misiones especiales en el mundo árabe y América Latina, y el entonces Secretario de Estado Parlamentario en el Ministerio de Desarrollo, Hans Matthöfer, quien calificó al régimen de Pinochet como una "pandilla asesina" , Desde el campo de la oposición, solo Norbert Blüm, entonces presidente ejecutivo de los Comités Sociales de Trabajadores Demócratas Cristianos (CDA) y más tarde Ministro de Trabajo, se unió a su lado. [20]

La ocupación con Chile también fue tan pronunciada porque había un sistema de partidos comparable a Europa. Tanto Chile como más tarde Nicaragua se convirtió en el tema de la política interna alemana. El número de chilenos admitidos por la República Federal ya era más alto a mediados de la década de 1970 que en la RDA. Aumentaría aún más en los años siguientes, ya que muchos chilenos exiliados de la RDA se mudaron a Occidente.

Argentina 1976: Derechos humanos y política exterior.

El peronismo, como populismo, no ofrecía vínculos directos con un movimiento de solidaridad. Solo a través del destino de los alemanes arrestados y desaparecidos en Argentina, el tema llegó al público. La acusación fue hecha contra el Gobierno Federal y el Foreign Office de que no los habían apoyado adecuadamente. En julio de 1976, el grupo "Initiative Freedom for Klaus Zieschank" organizó una huelga de hambre en Bonn con motivo de la visita del Ministro de Economía de Argentina. En 1999, el abogado Konstantin Thun, en nombre de la "Coalición contra la Impunidad" presentó cargos penales en Alemania contra siete militares argentinos en relación con el asesinato de Zieschank. Tres años más tarde, el Tribunal de Distrito de Nuremberg emitió órdenes de arresto contra el jefe de la junta militar Jorge Videla y otros dos militares. [21]

Nicaragua 1979: revolución, cristianismo, autonomía.

Nicaragua ganó en Alemania una notable popularidad europea. El heterogéneo movimiento de solidaridad mostró una variedad de grupos, más de 15,000 alemanes viajaron a través del país durante el gobierno revolucionario (1979-1990) y se involucraron en varios proyectos. En 1983, el doctor Tonio Pflaum, 1986, el sindicalista Berndt Koberstein fue asesinado por los contras antinlandeses en Nicaragua. Las razones del atractivo de Nicaragua también deben verse en la discusión alemana sobre el neutralismo, el pacifismo y el antinuclearismo: Nicaragua apareció como un país cuyo camino de desarrollo autónomo se redujo por el coloso en el norte, un paralelo a la situación en la República Federal, donde al principio El despliegue de nuevas armas nucleares y misiles fue inminente en los años ochenta. En este contexto, también se puede explicar la peculiar constelación de paloma de paz y ametralladora, que se puede encontrar en no pocas de las numerosas publicaciones. También se expresó en la controversia sobre los objetores de conciencia alemanes que defendían la defensa de la revolución en Nicaragua con el arma en sus manos. La fascinación por la combinación de "Cristianismo y revolución" fue particularmente fascinante. El sacerdote Ernesto Cardenal, que había sido galardonado con el Premio de la Paz del Comercio de Libros de Alemania en 1980, fue Ministro de Cultura en el gobierno sandinista hasta 1987 y dio la bienvenida a unos pocos trabajadores solidarios personalmente en el aeropuerto.

La gran importancia que Nicaragua obtuvo en la política interna alemana en los años ochenta sugiere que también se trataba de cumplir con sus propias utopías. La solidaridad con Nicaragua y luego con el movimiento de liberación en El Salvador significó un rechazo a la política de poder tradicional de una sociedad mundial cuyas víctimas el movimiento de paz mismo sintió. Además, permitió al SPD, ahora en oposición, darse un perfil crítico y antiimperialista ante su propia organización juvenil. Centroamérica se convirtió en un campo de juego para una confrontación encubierta con los EE. UU. Pero también hubo controversia dentro de la Internacional Socialista (IS), ya que algunos políticos latinoamericanos expresaron la acusación de que el SPD propagaría algo a países extranjeros, algo que habían presentado en su propio país a más tardar con el programa Godesberger de 1959. Más tarde, el escritor peruano Mario Vargas Llosa planteó esta objeción a Günter Grass con respecto a su evaluación de la revolución nicaragüense. [23] La controversia política interna fue alimentada por los principales partidos. Heiner Geissler, Secretario General de la CDU, escribió el prólogo del informe "¿Qué tan libre es Nicaragua?" Martin Kriele, como miembro del SPD involucrado en la redacción de los Tratados orientales, escribió un libro crítico sobre Nicaragua y renunció al partido. [25]

Una característica especial del movimiento de solidaridad con Nicaragua son los numerosos hermanamientos, algunos de los cuales continúan con los fondos de la UE hasta nuestros días. También después de la anulación del sandinismo en 1990, estas relaciones continuaron. Al mismo tiempo, la relación se enfrió después de la división del movimiento sandinista. Existe una mayor simpatía por Sergio Ramírez y Ernesto Cardenal, quien recientemente expresó su crítica al gobierno en torno a Daniel Ortega. [26]

 

Solidaridad estatal en la RDA

"La solidaridad antiimperialista es un principio básico de la política exterior de nuestro estado socialista", decía en 1987. [27] Por ejemplo, en 1986, un total de 2.500 millones de marcos, un 0,89 por ciento del ingreso nacional, para ayudar a los países en desarrollo y los movimientos de liberación nacional salida. [28]

Cuba después de 1959: "El primer socialista Estado en América ".

La ocupación con América Latina comenzó con la toma del poder de los revolucionarios y la primera admisión de relaciones diplomáticas de la RDA a un país latinoamericano a partir de 1963. También en los libros de historia sobre Cuba y Nicaragua se tomaron. Se habló de una "revolución antiimperialista, democrática nacional". "La victoria de la revolución en Cuba, en el hemisferio occidental de la tierra, demuestra convincentemente que el socialismo en el continente americano es imparable a largo plazo". [29] El libro de texto "Geografía 8" probablemente mostró una imagen de La Habana en la portada; el capítulo decía: "Cuba es el primer estado socialista en suelo estadounidense, la esfera de influencia de los EE. UU. se ha reducido, y Cuba ya está brindando asistencia activa y solidaridad en la lucha de liberación nacional de otros países". [30] Al contrario de tales evaluaciones oficiales, hubo claras diferencias de opinión, que se mantuvieron en secreto. La embajada de la RDA presionó por una "objetificación de la política exterior cubana" y un "acercamiento con las posiciones de los países socialistas sobre importantes cuestiones fundamentales". A fines de 1974, en la visita de estado de Erich Honecker hubo diferencias con Castro, sobre la reventa de cuotas de azúcar cubana a otros países. [31]

La RDA fue temporalmente el segundo socio comercial más importante de Cuba. Alrededor de 30,000 trabajadores contratados y un número considerablemente menor de estudiantes vinieron de Cuba a la RDA. Manejable fue la cantidad de especialistas y cuadros que fueron a Cuba. Poco se informó sobre sus experiencias. Tanto más fuerte era el mito de la isla distante. Fidel Castro, Che Guevara y Tamara Bunke eran relativamente populares, a diferencia de sus propios políticos. Para muchos, Cuba era un destino deseable o incluso una pantalla de proyección para otro socialismo. En un discurso pronunciado el 17 de junio de 1972, Castro atacó la pasión por los viajes y el anhelo de viajar de sus oyentes en la plaza Rostock Thälmann. Comparó las temperaturas del agua del Caribe y el Báltico, después de escuchar que los "héroes" incluso se bañarían en invierno: "En Cuba, si el hombre en el Mar Báltico golpea un hoyo en el hielo, el agua del mar tiene temperaturas de 24, 25 grados (...) Sabemos cuánto te gustaría bañar en los mares de Cuba, todos tratan de equilibrar el clima, que no tiene, en este caso es el sol y el mar ". [33]

Desde el lado oficial, especialmente Castro se puso en primer plano, mientras estaba en los 68ers en la República Federal de Che Guevara. Las novelas individuales pueden considerarse utopías cubanas. Irmtraud La "Rumba en otoño" de Morgner (1963-65), ambientada en la crisis de Cuba, describe a la isla como un lugar de peligro y esperanza para un nuevo socialismo. Unabridged, el libro fue publicado en 1992. La canción de Wolf Biermann "Comandante Che Guevara" de 1973 fue conocida por los izquierdistas en ambos estados alemanes. Una serie de artículos en el "Junge Welt" y libros para jóvenes enfatizaban el papel de Tamara Bunke. Libros como "El camino al Río Grande" de Eberhard Panitz 1973 sirvieron, entre otras cosas, para satisfacer el deseo de viajar de los residentes de DDR, que también se encuentran en las películas "Wanderlust" y "Still demasiado delgado para el amor". sucedido. El "Guevara o Der Sonnenstaat" de Volker Braun de 1983 discutió nuevamente la relación entre la utopía y la revolución usando el ejemplo del revolucionario.

Chile 1973: Compañeros cercanos y, sin embargo, distantes.

La inclusión de los refugiados chilenos después del golpe contra el gobierno electo de Salvador Allende en 1973 fue una alta prioridad en la conciencia de la RDA. Los artistas vinieron principalmente a Rostock, donde se agruparon en un grupo de canto llamado Aparcoa y una compañía de teatro llamada Teatro Lautaro . En una entrevista, artistas chilenos informaron sobre la fatal "conexión entre el exotismo y la solidaridad": "El público ya está esperando ponchos, folclore y melancolía". [36] También existían vínculos especiales con Chile porque la hija del presidente del Consejo de Estado Erich Honecker estaba casada con un chileno. La izquierda chilena no ha olvidado la inclusión en la RDA: desde 1991, Margot Honecker, ex Ministra de Educación, vive cerca de sus nietos en Santiago de Chile. En 1993, a Erich Honecker se le permitió viajar a Chile, donde murió el 29 de mayo de 1994. [37]

A diferencia de los cubanos y los nicaragüenses, el exilio permitió a los chilenos viajar al área económica no socialista (NSW). Esto se debió a que la RDA había roto relaciones diplomáticas con Chile después del 11 de septiembre de 1973. El exilio de los chilenos dependía de extender sus pasaportes en la República Federal. También por esta razón, fueron observados por el Ministerio de Seguridad del Estado (MfS). [38] A diferencia de otros latinoamericanos en la RDA, muchos de los chilenos provenían de la clase media y tenían sus propias ideas de socialismo. La relación de la izquierda chilena con la RDA llevó a una discusión después de que apareció el libro de 1993 de Carlos Cerda "Morir en Berlín". El autor, que había vivido en la RDA durante doce años, pintó una imagen bastante sombría del exilio. Por lo tanto, los chilenos exiliados tuvieron que dar cuenta tanto a su propio partido como a los órganos de seguridad de la RDA. Muchos abandonaron la RDA antes de la caída del Muro. A fines de 1989, 334 chilenos aún vivían en la RDA, así como 411 nicaragüenses y 7.999 cubanos. [39]

Argentina 1976: restricción diplomática.

La RDA soportó críticas a la dictadura militar argentina. Aunque admitió miembros individuales del PC de Argentina, pero subordinó su política exterior a los intereses de la Unión Soviética, que estaba interesada en las relaciones comerciales fluidas y las importaciones de granos. Esta puede haber sido una de las razones por las cuales el muy pequeño exilio argentino prácticamente no jugó ningún papel en la RDA.

Nicaragua 1989: Cooperación de los servicios secretos y enfoques de solidaridad independiente.

La RDA fue el primer país del campo socialista del estado que reconoció a Nicaragua. Ella ayudó a Nicaragua con materiales de libros de texto, el prestigioso Hospital Carlos Marx en Managua, sobre temas de seguridad y sobre la implementación planificada de una reforma monetaria. En la fase final de la RDA, el MfS no solo participó en la política exterior y la cooperación militar con el Ministerio del Interior nicaragüense. En varios lugares, se desarrolló un "Grupo de Iniciativa Esperanza Nicaragua" dentro de los círculos de la iglesia. Más tarde, los civiles vieron en Nicaragua la oportunidad de una conexión entre el cristianismo y el socialismo. En Jena, donde el grupo se originó bajo la influencia de una visita de Cardenal, se inició un Proceso Operativo (OV) con el título evocador "Ambulancia". Sin embargo, los grupos religiosos pudieron enviar a su propia delegación para la cosecha de café a América Central.

Diferencias - similitudes

Las diferentes condiciones iniciales de los movimientos de solidaridad independientes en la República Federal y una solidaridad estatal en la RDA se mencionaron al principio. Sin embargo, la separación no siempre se puede mantener, porque algunos proyectos del Oeste fueron (cofinanciados) del presupuesto del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) o con el tiempo se destinaron a la financiación estatal. En la RDA, las esperanzas de otro socialismo estaban al menos en la fase final conectadas con el trabajo de solidaridad.

A pesar de eso, hubo similitudes que persistieron después de 1989/90: América Latina demuestra ser más mítica que Asia, África o el mundo árabe. La solidaridad con Vietnam o China es una cosa del pasado. China se ve en la prensa como un competidor, África aparece como un "área problemática", que debería ser ayudada con fondos de cooperación para el desarrollo o conciertos de música pop. El conflicto en el Medio Oriente se juzga de manera diferente en la Alemania Unida después del final de la Guerra Fría que antes de 1989.

Como portador de un mito para demostrar que los revolucionarios individuales que les gusta el Che Guevara obtuvieron el estatus de iconos pop, pero también arte (político) en música, literatura y murales / muralismo.

Especialmente desde una perspectiva externa, las revoluciones no son solo eventos reales sino también eventos imaginarios. Esto puede ser más notorio para los observadores externos: "Historia cultural de un engaño" es el subtítulo de una disertación sobre Cuba y los alemanes escrita en los Estados Unidos. [41] El autor describe una visión cada vez más culturalista de Cuba, que incluso aumentó en la década de 1990; por otro lado, en Argentina los derechos humanos estaban en primer plano.

Las organizaciones juveniles, la iglesia o los grupos cristianos han sido particularmente activos en el trabajo de solidaridad. Un "Continente de esperanza" y una "Opción para los pobres" se discutieron después de la Conferencia Episcopal Latinoamericana de Medellín / Colombia en 1968. Los exponentes de la teología de la liberación como Camilo Torres, Dom Helder Camara, Oscar Romero y otros jugaron un papel importante. En parte ganaron un estado de mártir, que de otro modo está ausente en el contexto alemán. Debido a la menor importancia de la religión en Alemania Oriental, este aspecto fue más débil allí.

Los mitos revolucionarios llevaron a la revalorización de países (más pequeños), que de otro modo no habrían ganado mucha publicidad. No solo Cuba, Chile y Nicaragua alcanzaron un alto estatus, incluso los acontecimientos políticos se transfirieron a todo el continente. Brasil, México o Colombia parecían menos importantes.

Los mitos revolucionarios duran mucho tiempo porque tienen que ver con las esperanzas de las personas. En el caso de América Latina, el anti-norteamericanismo también juega un papel. Pedro Henríquez Ureña escribió en 1925: "Si las utopías en América no dan fruto, ¿dónde deberían encontrar asilo?" [42]

 

De la revolución a la diversidad

"Para los europeos, Estados Unidos es un hombre con bigote, guitarra y revólver", dijo el doctor, riéndose de su periódico. "No nos entienden". Aunque el ganador del Premio Nobel Gabriel García Márquez y otros autores del auge de la literatura latinoamericana en la década de 1970/80 con el "realismo mágico" pueden haber contribuido a este desarrollo en sí, la cita contiene un verdadero núcleo. En Alemania, apenas se han tenido en cuenta libros importantes sobre América Latina. La obra de Carlos Rangel "De la buena fortuna a la buena revolucionaria" fue leída por intelectuales franceses, el libro del ex ministro de Relaciones Exteriores de México Jorge Castañeda, "Utopía desarmada, La izquierda latinoamericana después de la guerra fría" fue publicado en español e inglés. Ambos trataron con el mito revolucionario. La "Persona non grata" de Jorge Edwards sobre su corto tiempo como embajador chileno en La Habana no se publicó hasta 2006 en alemán.

Después de 1989/90, los grandes diseños ideológicos han perdido su importancia. América Latina está atravesando la fase más larga de gobierno democrático en su historia. Los grupos de solidaridad apenas participan en el gobierno, sino para movimientos sociales individuales. Los temas culturales son cada vez más importantes, y el multiculturalismo parece prevalecer en las relaciones entre las organizaciones no gubernamentales y América Latina. La cooperación estatal para el desarrollo con los países de América del Sur se ha reducido, y las cuestiones de importancia están en primer plano.

¿Los movimientos de solidaridad en ese momento se basaban en mitos revolucionarios? Al menos para Chile y Nicaragua, esto no se puede confirmar de manera consistente. Por un lado, la idea de una revolución venidera en América Latina fue generalizada en la prensa diaria y la literatura científica. Por otro lado, el contacto con refugiados chilenos o la estancia en Nicaragua iniciaron procesos de aprendizaje; La historia del movimiento "Tercer Mundo" en la República Federal y sus debates con el movimiento por la paz subrayan esto. Horst Pöttker, en aquel momento "Acción Tercer Mundo" en Freiburg, criticó el énfasis excesivo en la cuestión de la violencia en 1982 y se quejó de que "nuestra opinión está demasiado determinada por lo que deberían ser nuestras experiencias y puntos de vista en Alemania aquí en el Tercer Mundo, y que nos importa muy poco lo que realmente está sucediendo allí (...) ". [44] Y el argentino Leopoldo Mármora declaró en un Congreso de los Verdes: "Los derechos humanos y la democracia, originalmente productos europeos, se han convertido en la propiedad común universal de todos los continentes, donde hoy en día se utilizan y amplían". [45]

El contraste entre América Latina y los Estados Unidos está perdiendo importancia. Además, en 2040 se dice que los latinos son el grupo étnico más grande de los Estados Unidos; incluso ahora su número es más alto que el de los afroamericanos. [46] Uno de los próximos presidentes de los Estados Unidos podría llamarse Sánchez. En este contexto, pierde una yuxtaposición de América Latina y los Estados Unidos que promueve el mito a un valor informativo. Al mismo tiempo, los presidentes populistas, que son mucho más comunes tanto en América Latina como en los Estados Unidos que en Europa, son cada vez menos adecuados para las utopías de una audiencia en la República Federal. En los próximos años, será evidente que los latinoamericanos, con casi 600 millones de personas, han superado numéricamente a la UE. Los países individuales, como Brasil, están a punto de avanzar a las naciones industrializadas pronto. El mito de un contraste entre centro y periferia y una revolución necesaria en América Latina podría desvanecerse frente a estas nuevas realidades.

 

notas al pie

[1  Ver Gustav Siebenmann, Las imágenes de España y América Latina en los jefes de los alemanes, en: ders., Ensayos sobre literatura española, Frankfurt / M. 1989, pp. 55-84.

[2  GWF Hegel, Conferencias de la Filosofía de la Historia [1848], Stuttgart 1961, página 143, página 147.

[3  Ver Helmut Kristmann, La perspectiva colonial en los libros de historia del Reich alemán 1871-1918, en: Michael Riekenberg (ed.), América Latina. Lecciones de historia, libros de texto de historia, conocimiento histórico, Frankfurt / M. 1990, pp. 143-156.

[4  Ver Nikolaus Werz, Anti-Americanism y el estado de América Latina en la conciencia europea, en: Wolfgang Reinhard / Peter Waldmann (ed.), Norte y Sur en América, Vol 2, Freiburg 1992, p 1266-1288.

[5  Dietrich Harth, revolución y mito. Siete tesis sobre la génesis y la validez de dos conceptos básicos del pensamiento histórico, en: ders./Jan Assmann (ed.), Revolution and Myth, Frankfurt / M. 1992, p.11.

[6  Pierre Vayssiére cuenta las revoluciones independentistas, pero no Bolivia; ver. Les révolutions d'Amérique latine, París 2001.

[7  Además: Stefan Rinke, Revoluciones en América Latina. Paths to Independence 1760-1830, Munich 2010. Probablemente la mejor biografía de Bolívar fue escrita por un exiliado y no reeditada en alemán: Gerhard Masur, Simon Bolívar, Constance 1949.

[8  Ver Wolfgang Kießling, Exilio en América Latina, Leipzig 1980.

[9  Cf. Frank Niess, ¿La revolución cubana sigue siendo un mito?, En: Ottmar Ette / Martin Franzbach (ed.), Cuba Today, Frankfurt / M. 2001, pp. 271-289.

[10  Cf. Hildegard Stausberg (ed.), América Latina hoy: Economía, Política, Medios, Berlín 1997.

[11  Eva Karnofsky, Sobre el Informe Latinoamericano del German Daily Press, en: Peter Birle / Friedhelm Schmidt-Welle (ed.), Percepciones mutuas: Alemania - América Latina en el siglo XX, Frankfurt / M. 2007, pp. 219-240.

[12  Ver Werner Balsen / Karl Rössel, Alta solidaridad internacional. Sobre la historia del Movimiento del Tercer Mundo en la República Federal, Colonia 1986.

[13  Ver Bastian Hein, The West German y Third World. Política de desarrollo y servicios de desarrollo entre Reform y Revolt 1959-1974, Munich 2006, p.113ff.

[14  Todavía vale la pena leer: Boris Goldenberg, América Latina y la revolución cubana, Colonia-Berlín 1963.

[15  Crítica al llamado revisionismo de izquierda en Europa y América Latina: Wilhelm M. Breuer / Bernd Hartmann / Herbert Lederer, Revolución en América Latina, Colonia 1969.

[16  Günter Maschke, diario de bolsillo cubano, en: Course book, 30 (1972), P. 129-147; ders., crítica del guerrillero, Frankfurt / M. 1973a

[17  Entonces Gerd Koenen, caminos de ensueño de la revolución mundial. El Proyecto Guevara, Colonia 2008, p.10.

[18  La discusión sobre el camino correcto hacia el socialismo comenzó incluso antes de 1973: cf. Régis Debray / Salvador Allende, El camino chileno, Neuwied 1972; Heinz Rudolf Sonntag, Revolución en Chile, Frankfurt / M. 1972, así como la revolución y la contrarrevolución en Chile - Análisis de una lección, Darmstadt-Neuwied 1974.

[19  El alcance de las discusiones y actividades en ese momento es evidente en los archivos de la embajada sobre Chile en el Archivo Político del Foreign Office (PA AA).

[20  Cf. Werner Abelshauser, después del milagro económico. El sindicalista, político y empresario Hans Matthöfer, Bonn 2009, p.262ff., Capítulo "Chile: una explosión de sueños".

[21  Ver Konstantin Thun, Derechos humanos y política exterior. República Federal de Alemania - Argentina 1976-1983, Bad Honnef 2006 (nueva edición).

[22  Hay varios estudios sobre el movimiento de solidaridad de la República Federal: ¿Rosemarie Karges, Solidaridad o Ayuda al Desarrollo? Ponerse al día con el desarrollo del proceso de aprendizaje utilizando el ejemplo del Movimiento de Solidaridad Federal Alemán con Nicaragua, Münster-New York 1995; Michael Förch, entre ideales utópicos y desafío político. El movimiento de solidaridad nicaragüense en la República Federal. Un estudio empírico, Frankfurt / M. 1995a

[23  Ver Günter Grass, Epilogue, en: Martin Diskin (ed.), Problemas en nuestro patio trasero. América Central y los Estados Unidos en los años ochenta, Nueva York 1984, donde Grass informó sobre una visita a prisión con el ministro del Interior Tomás Borge en Nicaragua, afirmando que estaba avergonzado como un alemán por estar en una alianza con los EE. UU. (P.248); Mario Vargas Llosa, Respuesta y Günter Grass, en: El País, 30.6.1986.

[24  CDU, Informe de Nicaragua. ¿Qué tan libre es Nicaragua?, Bonn 1985.

[25  Cf. Martin Kriele, Nicaragua - el corazón sangrante de América, Munich 1985.

[26  Cf. Sergio Ramírez, Adios Muchachos! Un recordatorio de la revolución sandinista, Wuppertal 2001.

[27  Cf. Academia de Ciencias Sociales en el Comité Central del SED (ed.), Socialismo en la RDA: Estrategia social con miras al año 2000, Berlín 1987, página 305.

[28  Ibid., P. 308: "La República Federal de Alemania mostró una media del 0,47 por ciento en 1981-1985".

[29  Historia. Libro de texto para la clase 10, Berlín 1986, p 118.

[30  Geografía. Libro de texto para la clase 8, Berlín 1983/84, P. 162.

[31  Sobre la base de documentos en los Archivos Federales y PA AA: Nikolaus Werz, Alemania, América Latina y Cuba - Relaciones Exteriores, en: El Ciudadano del Estado, (2008) 2, p.130ff., Así como las memorias de un embajador de la RDA : Heinz Langer, Ternura de los pueblos. La RDA y Cuba, Berlín 2010, página 68f.

[32  El interés del SED en Cuba incluso aumentó en la fase final debido a la perestroika: Konstantin Prignitz, El mito de la "Revolución Cubana". Los medios Kubabild de la RDA, en: Revista de la asociación de investigación del estado SED (ZdF), n. ° 23, (2008), pp. 56-67.

[33  Fidel Castro, Tenemos una amistad fraternal y sólida con la URSS. Discurso en Rostock, 17.6.1972, en: ders., Nuestra fuerza radica en la unidad. Visitas en la RDA, la URSS y en Chile, Berlín 1973, página 62.

[34  José A. Friedl Zapata afirma que ella era miembro del MfS y de la KGB para obtener información sobre Guevara, que es difícil de evaluar para Oriente. Esto fue contradicho enérgicamente por su madre y por los autores cubanos. Ver a José A. Friedl Zapata, Tanja. La mujer que amaba al Che Guevara, Berlín 1997, p 28ff.

[35  Cf. sobre Gotthold Schramm (ed.), Escape de la junta. La RDA y el 11 de septiembre, Berlín 2005.

[36  Jutta Voigt, chilenos en la RDA, en: domingo, (1975) 37, p.7.

[37  Vea a Ed Stuhler, Margot Honecker. Una biografía, Viena 2003, p.209ff.

[38  Además: Nikolaus Werz, latinoamericano en la RDA, en: archivo de Alemania, 42 (2009) 5, S. 849ff.

[39  Ver Eva-Maria Elsner / Lothar Elsner, Políticas de Extranjeros y Extranjeros en la RDA, Berlín 1992, página 59.

[40  Ver Merlin Berge / Nikolaus Werz, "Chekists Can Trust". El MfS y Nicaragua, en: ZdF, No. 27, (2010), pp. 168-177.

[41  Véase Jennifer Ruth Hosek, Cuba y los alemanes: Una historia cultural de la infatuación, Berkeley 2004.

[42  Pedro Henríquez Ureña, Patria de la justicia, en: ders., La utopia de América, Caracas 1978, p.10.

[43  Gabriel García Márquez, El coronel no tiene a nadie que le escriba, Colonia 1976, p 39.

[44  Horst Pöttker, Ciegos en nuestra visión política del mundo, en: W. Balsen / K. Rössel (nota 12), página 557.

[45  Leopoldo Mármora, por una identidad nacional, en: ibid., P. 571.

[46  Ver a Oscar Guardiola-Rivera: ¿Y si América Latina gobernara el mundo? Cómo el sur llevará al norte en el siglo 22, Londres 2010.

* Nicholas Werz

LA IZQUIERDA EN AMÉRICA LATINA

10.02.2018 12:13

Partido Socialista de ChileLos intentos anteriores de implementar políticas socialistas en el subcontinente han fracasado debido a la resistencia de los EE. UU. Y los serios errores de los regímenes reformistas y revolucionarios.

 

introducción

Hasta principios de la década de 1980, muchos observadores de la escena política en América Latina creían en oscilaciones esporádicas en esta parte del mundo entre regímenes autoritarios y gobernantes con una mentalidad más o menos democrática. * De hecho, en algunos países las dictaduras militares alternan "difíciles de leer" en una lectura superficial intentaron lo débil, pero los gobiernos formalmente constitucionales los habían dejado en delicadas reliquias familiares. El hecho de que el mosaico de méritos, errores y deficiencias del gobierno militar y civil sea en realidad mucho más complicado solo se observa marginalmente aquí.

Este período de relaciones institucionales inestables, que ha persistido desde la fundación de las repúblicas a comienzos del siglo XIX, parece haberse superado en gran medida en las últimas tres décadas. Incluso países como Bolivia y Ecuador, alguna vez considerados incurablemente propensos a los golpes de Estado, han encontrado, a pesar de algunos intermezzi dramáticos, notable constancia y avances en sus prácticas democráticas que antes eran poco probables. El péndulo ahora indica erupciones en otras direcciones. Pronto, sugiere la consolidación de las tendencias liberal-burguesas o conservadoras, y pronto hace cambios visibles a favor de las fuerzas reformistas de izquierda o incluso de las izquierdistas. El elemento central de tales desarrollos hasta la fecha es que tales trastornos se hacen visibles directamente en las urnas o en un aumento en los movimientos de base.

En la primera década del siglo XXI, los partidos de izquierda en el subcontinente se han incrementado significativamente. Sin embargo, se debe hacer una distinción inmediata entre los partidos políticos, que solo podrían describirse como "izquierdistas" por su etiqueta (el nombre de su organización) o con medidas de carácter populista o caritativo, y otros que persiguen una política claramente socialista. Por un lado, la primera categoría incluye el APRA ( Alianza Popular Revolucionaria Americana ) antiimperialista en Perú. Hoy persigue una política abiertamente neoliberal. Por ejemplo, el gobierno de la Concertación Democrática en Chile, que fue una coalición de demócratas cristianos, socialdemócratas y socialistas durante dos décadas, se limitó a administrar el legado neoliberal de la dictadura de Pinochet. Pero algunas políticas sociales indicaron la intención de mitigar al menos los peores excesos de esa política. En circunstancias similares, el Partido Laborista brasileño ( Partido dos Trabalhadores / PT) de Luiz Inácio "Lula" da Silva se ha contentado con evitar el estrés económico, financiero, social y político a toda costa, y combatir los síntomas (especialmente la pobreza más evidente ) y para evitar reformas estructurales casi en todos los ámbitos.

En la segunda categoría de regímenes izquierdistas, el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien fue elegido por primera vez en 1998, está claramente a la cabeza. No solo promueve las reformas socialistas dentro de la nación, sino que también trata de reunir personas con ideas afines en América Latina. Además de Cuba, que había estado esperando esa oportunidad por mucho tiempo, se unió a su iniciativa ALBA ( Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América ): la alternativa radical al área de libre comercio ALCA ( Área de Libre Comercio , auspiciada por los Estados Unidos) de las Américas ) - Bolivia, Ecuador, Nicaragua y algunos pequeños estados del Caribe. Buscan una mayor independencia de Washington, y especialmente del dólar estadounidense (mediante la introducción de una nueva moneda, el Sucre y nuevas estructuras bancarias en la región), una mayor supervisión gubernamental de los recursos de sus países y la democratización, especialmente hasta ahora unilateralmente dominado por los medios económicos masivos burgueses.

Difícil de clasificar en este panorama es el gobierno de Kirchner-Fernández en Argentina, encabezado por el peronista, que está ligeramente a la izquierda. El peronismo ha sido un fenómeno extremadamente complicado desde su creación a mediados de la década de 1940, y esta impresión se ha intensificado desde la muerte de Juan Domingo Perón (1974) hasta hoy. Los logros electorales de 2009 en el poder en Paraguay y El Salvador, dos fuerzas extremadamente conservadoras y represivas, luchan por cumplir sus promesas programáticas, ya que ambos tienen derechos tanto en el parlamento como en la jurisdicción. bajo su control de hierro. En Uruguay, José Mujica eligió a un ex guerrillero como jefe de estado, pero parece estar siguiendo un curso similarmente moderado (o "pragmático") como su predecesor en el cargo y el gobierno del PT en el vecino Brasil.

En contraste, los conservadores y liberales, todos seguidores del neoliberalismo, con Felipe Calderón en México, el multimillonario Sebastián Piñera en Chile y Juan Manuel Santos, vástago de la familia de medios más poderosa de Colombia, pudieron empujar el péndulo hacia el campo burgués. Igualmente firme en la silla de montar, la derecha está actualmente sentada con el presidente Alan García en Perú y el empresario Ricardo Martinelli en Panamá. En Honduras, que, como Colombia, ha sido gobernada casi en su totalidad por liberales y conservadores durante casi dos siglos, la oligarquía local ha podido usar la fuerza (y la asistencia estadounidense) para girar la rueda de la historia tras el breve interludio del izquierdista presidente liberal Manuel Zelaya. vuelve atrás.

 

Pioneros y pioneros

La imagen que transmite América Latina después de tres décadas de desarrollo democrático prácticamente inalterado difícilmente podría ser más compleja y colorida. Una característica sobresaliente no puede pasarse por alto aquí: la izquierda ha ganado espacio, y su gobierno de hoy parece estar sobre bases más sólidas que los episodios de colores políticamente similares en épocas anteriores.

En el corazón de la historia de las revoluciones de izquierda en el subcontinente está, sin duda, el derrocamiento de Fidel Castro, Ernesto Che Guevara y sus compañeros combatientes en Cuba. Pero no fueron los primeros en haberse rebelado contra los ideales socialistas contra el yugo del gobierno extranjero encarnado por los Estados Unidos y los círculos aliados burgueses-oligárquicos. Teóricamente, políticos como los argentinos Alejandro Korn y José Ingenieros, así como el peruano Víctor Raúl Haya de la Torre (fundador del APRA) y el marxista indígena José Mariátegui, habían lidiado con los ideales del socialismo y los imperativos de la lucha contra el imperialismo.

Emiliano Zapata puede ser considerado como el fundador del levantamiento armado de acuerdo con las "reglas" de la guerrilla que más tarde se conocería como tal. Le ha dado al mundo el fascinante ejemplo de un campeón principista pero no dogmático y desinteresado del genuino socialismo en libertad. En cada etapa de su vida durante la Revolución Mexicana, siguió la voluntad de los campesinos que tenían absoluta confianza en él como líder revolucionario. Su credo se limitó a unos pocos puntos rigurosamente seguidos: la descentralización de prácticamente todos los asuntos y, en consecuencia, la autonomía comunitaria extensa, el derecho a la codeterminación y la autodeterminación de todos los adultos, el estímulo inmediato de la producción agrícola después de la liberación de una zona particular. refinerías de azúcar. En la guerra de guerrillas, intentó (en contraste con las tropas federales burguesas) proteger a la población civil lo más lejos posible del horror de la guerra civil. Los golpes de su pequeño ejército fueron dirigidos contra los ricos, aliados con los dueños del poder central represivo de estados y compañías, en el mejor de los casos contra la deuda, y especialmente contra el odiado ejército federal. Especialmente con respecto a la política agrícola, Zapata siempre tendrá que ser considerado como un ejemplo y un punto de referencia para la izquierda de América Latina.

Un papel similar como un pionero de la revolución jugó Augusto César Sandino en Nicaragua. Buscó conocimiento y apoyo en todas las teorías posibles de las humanidades. Él ha perdido el sentido de la realidad en algunos aspectos. También expresó tendencias mesiánicas, que se nutrieron de la sincera admiración de sus seguidores, campesinos pobres y sin educación. Indudablemente correcto y en sí mismo meritorio fue su visión, derivada de esas teorías radicales, en parte también esotéricas, que no solo la economía, la política y el Estado, sino también el hombre mismo tenían que ser "revolucionados" si uno quería el ideal de una sociedad socialista más cerca. Pero este objetivo, que requería demasiado a la vez y demasiado de todo, seguía siendo una distancia inaccesible. Al igual que Zapata, Sandino fue víctima de asesinos.

 

Balance de una revolución

La Revolución Cubana es el evento clave en la historia de América Latina en el siglo XX. Durante más de cinco décadas, ha resistido el bloqueo y la agresión múltiple de Estados Unidos, que sobrevive con tremenda dificultad para separar al régimen de la Unión Soviética y, a pesar de las repetidas pruebas y tribulaciones de la política económica comunista, puede evitar el colapso que los oponentes de la revolución tienen desde entonces. profetizar durante medio siglo.

Un suministro razonablemente satisfactorio y razonablemente adecuado de los alimentos más necesarios para todos los estratos de la población, la desaparición de condiciones de vida inhumanas (prevalecientes en los barrios marginales de casi todas las ciudades principales del resto de América Latina), una educación pública secundaria en comparación con el resto de la región excelente calidad de la atención de la salud: se trata de logros sociopolíticos que son objeto de reconocimiento en círculos subcontinentales informados objetivamente, generando un aplauso eufórico, especialmente en las clases bajas entre el Río Bravo y la Patagonia. Esa política económica cubana en la comparación subcontinental -como lo han demostrado una y otra vez los datos estadísticos de la CEPAL ( Comisión Económica para América Latina , Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina) - a largo plazo no está mal, pero nunca realmente "de gira" y la población poder presentar una gama más amplia de productos parece tener dos causas fundamentales. En primer lugar, los revolucionarios querían evitar un consumismo que se ha convertido en una cuestión de rutina para las clases acomodadas de los países capitalistas. Las prioridades de sus dominios son diferentes, como la satisfacción de las necesidades básicas de toda la población. Por la misma razón, Castro siempre se ha esforzado por mantener los encantos de La Habana, un horizonte grandioso, como los de São Paulo, Santiago de Chile y otras ciudades importantes de la región en exhibición, y por lo tanto, el fenómeno generalizado del éxodo rural a un absoluto Mínimo para reducir.

En segundo lugar, y más importante, en Cuba, hasta el día de hoy, la cuestión básica no se ha aclarado (y apenas se ha debatido seriamente) sobre cuánta actividad económica se debe planificar. Que la estandarización gubernamental, la planificación a gran escala y las funciones de control son necesarias para evitar los excesos neoliberales -desarrollos económicos y sociales absurdos- que, según la amarga experiencia de los últimos tiempos, deberían ser indiscutibles. Igualmente claro para una sociedad socialista humanista es que maximizar las ganancias a favor de las minorías (ya sean propietarios de capital y gerentes o burócratas sedientos de poder de cualquier procedencia ideológica) puede ser el objetivo principal del sistema económico, pero maximizando las ganancias para la seguridad financiera orden social justo y liberal.

Esta condición se ha logrado en Cuba solo en pequeños comienzos, la satisfacción de las necesidades más importantes de todos, pero también con la introducción de derechos de base en el marco del llamado Poder Popular. Sin embargo, la revolución todavía sufre de una seria falta de libertad, lo que tiene efectos paralizantes especialmente en la economía. Si la iniciativa propia solo puede desarrollarse de manera selectiva y "experimental" y si las víctimas autoritarias amenazan a las personas que quieren ser autosuficientes, todo el tejido económico se ve constantemente frustrado.

 

¿La exportación de la revolución?

Convencidos de la bondad de su revolución, ciertas instancias del régimen cubano, dirigido por el Che Guevara, buscaron desde muy temprano provocar el fuego socialista en otros países. En estos intentos infructuosos de provocar el derrocamiento de la fuerza bruta, gran parte de China se ha roto y se ha logrado poco para la causa de la revolución. Desde México y Guatemala hasta Brasil, Uruguay y Argentina, cientos de miles, no solo guerrilleros, sino más a menudo ciudadanos ordinarios, en su mayoría desarmados, han empapado la tierra con su sangre. La lucha armada sin largos trabajos preparatorios políticos en la Base del Pueblo (en los partidos de izquierda, sindicatos y organizaciones populares) no fue muy útil para la revolución prevista, pero más aún para los intereses de los derechistas oligárquicos de los países interesados.

Esta lección fue aprendida por los insurgentes, especialmente en América Central. Como resultado, buscaron una unión mucho más cercana con aquellas organizaciones políticas que representan las preocupaciones de las clases más bajas y más bajas de la gente. En el caso de Nicaragua, dicha alianza, reforzada aún más por la presencia activa de intelectuales, clérigos y algunos empresarios, ha llevado a la victoria de las asociaciones revolucionarias. Intentos similares fracasaron en Guatemala y El Salvador, en gran parte debido a la ayuda militar masiva que EE. UU. Pudo usar para apoyar a los gobernantes establecidos y extremadamente conservadores. La falta de creencias y modales democráticos en el útero de las organizaciones guerrilleras y de base también contribuyó a su fracaso.

Por el contrario, el desarrollo posterior de la lucha revolucionaria del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en el sur de México envía un mensaje positivo. Los nativos, que emulan los ideales de Zapatas en las junglas de Chiapas, persiguen sus propios objetivos, elaborados en un largo debate comunitario, en particular la preservación de su autonomía social, cultural y lingüística. La izquierda de América Latina puede aprender menos de los zapatistas del socialismo que de la democracia interna. En aldeas y aldeas remotas, los indígenas en sus consejos Caracoles están llevando a cabo un proceso educativo de valor incalculable en la teoría y la práctica. En busca de una sociedad independiente, justa, pacífica, solidaria y democrática, el siempre enmascarado "Marcos" no aparece como un comandante, sino -como lo hizo Zapata- como un asistente para la aplicación de la voluntad popular. Aunque los zapatistas, después de una breve fase inicial en 1994, renunciaron a cualquier forma de violencia, el estado mexicano, a nivel federal, regional y local, no tiene otra respuesta a las aspiraciones de los nativos que el hostigamiento, la provocación y la represión. Se intenta constantemente eliminar este germen de una nueva sociedad basada en la solidaridad y la tranquilidad (limitada a unas pocas decenas de miles, por cierto), utilizando métodos militares, paramilitares, policiales e incluso mafiosos.

Tres décadas antes, después de la conferencia episcopal de Medellín de 1968, las fuerzas habían comenzado a moverse en la Iglesia Católica, buscando también una revolución no violenta en América Latina. Como resultado, en todos los países del continente, millones de creyentes se han unido a las comunidades cristianas de base ( Comunidades Eclesiales de Base / CEB), atendidos por clérigos con mentalidad social y siguiendo las enseñanzas de la Teología de la Liberación. La contribución de tales núcleos comunales al cambio histórico puede ser pequeña e incluso contradictoria en detalle. Pero multiplicar por las decenas de miles de CEB repartidos por el "continente católico" y actuar en silencio, como sugiere el desarrollo en Brasil, puede conducir a un proceso de concienciación cuyo impacto político no debe subestimarse. , Sorprendentes son los paralelismos entre los zapatistas y las comunidades de base en el poder estatal (en el caso de este último, el Vaticano) reaccionan predominantemente, si no exclusivamente, con medidas represivas para el surgimiento y propagación de tal "movimiento popular" - con uno ciertamente considerable La diferencia es que el estado mexicano usa los métodos más brutales y sin escrúpulos, mientras que las autoridades católicas se centran en sancionar a los autores intelectuales de la teología de la liberación.

 

"Caminos hacia el socialismo"

Varias veces en el transcurso del siglo XX, los gobiernos democráticamente elegidos en América Latina han intentado implementar una política de izquierda más o menos clara: Jacobo Arbenz en Guatemala (1951-1954), João Goulart en Brasil (1961-1964), Juan Bosch en La República Dominicana (1963), Salvador Allende en Chile (1970-1973) y la revolución no violenta llegaron al poder en el movimiento New Jewel de Maurice Bishop en Granada (1979-1983), por nombrar solo algunos de los más importantes. Todos terminaron de manera similar: con la intervención abierta u oculta de la potencia mundial de Estados Unidos, cuyo objetivo central es siempre preservar sus intereses hegemónicos en el "patio trasero" y cortar de raíz los enfoques de la política socialista (o incluso meramente nacionalista) de raíz.

Allende estaba convencido de que era posible un "camino chileno hacia el socialismo". Su gobierno, después de casi tres años en medio de condiciones caóticas que en parte se autoinfligieron y en parte el trabajo de fuerzas opositoras y extranjeras, fue eliminado por un golpe. Una primera lección que se puede extraer de esta experiencia histórica se refiere a la unidad de las fuerzas revolucionarias. Donde se puede producir (como en Cuba bajo Castro y en Nicaragua gracias a una coalición muy amplia), los grupos de mentalidad socialista

pueden tener éxito en tomar el poder, quizás incluso sin desempoderar al ejército, como parece mostrar el desarrollo pasado de Venezuela. Pero si no se puede lograr esta unidad (como en El Salvador, Guatemala, Colombia y Chile), entonces las perspectivas de éxito duradero en la izquierda son escasas. Al menos, una condición esencial para la supervivencia del gobierno de Allende habría sido "racionalizar" y controlar los movimientos ultraizquierdistas como el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) con medios democráticos.

Una segunda lección es que la economía, incluso si no es una ciencia exacta, tiene sus propias leyes que no deben descartarse. La buena intención de mejorar la suerte de la población no es suficiente. Los aumentos salariales, incluso si la generosidad aún puede estar justificada desde el punto de vista social, deben ser dosificados con mucha precisión. De lo contrario, existe un peligro agudo de que la espiral inflacionaria comience a girar. Esto puede entonces -como en Chile, la Unidad Popular- encontrarse solo con la dudosa ayuda del control de precios y los subsidios. Finalmente, como lo demostró más tarde el ejemplo del gobierno sandinista en Nicaragua, las capas más bajas del pueblo se están alejando al galope de la inflación mucho más de lo que se les ha otorgado con salarios reales aparentes.

En la visión de la izquierda, la nacionalización y la nacionalización son herramientas indispensables para la redistribución de la riqueza. En el caso de los recursos minerales, tales medidas pueden ser de crucial importancia. Sin embargo, solo dan sus frutos a largo plazo si las autoridades del estado están preparadas para llevar a cabo sus tareas administrativas y si hay suficientes conocimientos técnicos en su propio almacén. En cualquier caso, la nacionalización no debe ser simplemente frente a las dificultades o bajo la presión de los eventos políticos y sectores radicalizados. Siempre requieren una preparación completa en todos los aspectos de la gestión. La improvisación en tales asuntos solo puede conducir al abismo.

Estos mismos errores en los que el gobierno de Allende ya había incurrido se volvieron a cometer bajo el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSNL) en Nicaragua (1979-1990). Uno ve: incluso si la izquierda puede llegar al poder una vez después de un levantamiento armado, eso no es garantía del éxito de la revolución. Innumerables pruebas de prueba seguirán apareciendo, la construcción de una nueva sociedad nunca terminará. Al igual que en Cuba, el gobierno del FSLN, especialmente en el sector agrícola, ha seguido un curso errático entre la colectivización forzada y la liberalización parcial, lo que ha provocado una profunda incertidumbre en la economía. Que en Nicaragua en ese momento, en promedio, alrededor del 40 por ciento de la economía estaba bajo control estatal directo, indica una relación bastante razonable. Pero el tema central de la política del FSLN parece haber sido lo que podría financiarse mediante reformas con los fondos disponibles. De todos modos, la explosión de la inflación fue una clara indicación de que los Comandantes habían asumido el control.

La unidad de las guerrillas victoriosas y las organizaciones populares podría mantenerse durante largos períodos hasta el final provisional después de once años. Pero después de solo unos meses, la Alianza se separó de la mayoría de los grupos de clase media. Esto ha interrumpido significativamente el proyecto de crear y mantener una economía mixta. Presionados desde dentro y fuera, los sandinistas también fueron persuadidos para reemplazar el Consejo de Estado, creado en 1979, en el que todos los sectores de la insurgencia estaban adecuadamente representados, con un parlamento elegido por el pueblo, no el verdadero equilibrio de poder, sino más bien reprodujo un paisaje de fiesta anticuado. En este aspecto, los sandinistas han seguido la tradición burguesa en lugar de adaptar el modelo cubano de Poder popular a la realidad política y social de su propio país.

Una vez más, algunas experiencias similares pero no congruentes con Chile y Nicaragua, una comparación con el gobierno del venezolano Hugo Chávez sale a la luz. Justo al comienzo de su primer mandato, eligió una asamblea constituyente que allanaría el camino para el "socialismo del siglo XXI". Al nuevo régimen se le debe dar una legitimidad sostenida y protección contra las maniobras burguesas, principalmente con el objetivo de restablecer el status quo ante. La "constitución bolivariana" de Chávez parece permitir un equilibrio entre las competencias de un Estado fuerte y la preservación del alcance suficiente para el desarrollo de la iniciativa privada. Además, el hecho de que a la petrolera estatal PDVSA ( Petróleos de Venezuela SA ) se le asigne un papel central en la economía, no altera este equilibrio en principio. Chávez puede reclamar el mérito de desviar la gran riqueza de su país de las manos de los gigantes transnacionales a los sectores sociales que más lo necesitan. Igualmente positivos son los esfuerzos por realizar esta redistribución de la riqueza de la forma más directa posible (mientras se minimiza la burocracia) en beneficio de los estratos más bajos y más bajos de la población. El aumento de las competencias de la comunidad, así como el fortalecimiento del sistema cooperativo y las estructuras democráticas de base, especialmente con la fundación y administración de medios de comunicación gestionados de forma cooperativa, se considerarán ventajas adicionales. Las debilidades del régimen socialista en Caracas, por otro lado, son la inflación que ya es alarmantemente rápida y la práctica generalizada de la corrupción. Ambos males contienen suficiente combustible para desequilibrar tarde o temprano a un gobierno que tiene bases institucionales y sociales aparentemente estables.

Central para los gobiernos de izquierda de América Latina es el compromiso en palabras y hechos con los principios liberales y democráticos: con una democracia que debe ser representativa pero no burguesa. Para ser creíble, esta democracia debe crecer desde abajo. Contra este proceso, los grupos hasta ahora privilegiados y el poder hegemónico en el norte siempre se encerrarán.

* Ver. a este texto Romeo Rey, en el signo zodiacal del Che Guevara. Teoría y práctica de la izquierda en América Latina, Hamburgo 2008.

"EL SALVADOR DE LA JUNGLA" MUERTE, LEGADO Y RESURECCION DE ERNESTO GUEVARA

10.02.2018 12:11

Revolución Socialista en América LatinaEl 16 de abril de 1967 apareció en La Habana, el primer número de la revista "Tricontinental" como un delgado número especial. La publicación, publicada un año antes por la Organización para la Solidaridad con las Naciones de Asia, África y América Latina (OSPAAAL), no contenía nada más que una carta a su Comité Ejecutivo. Ernesto "Che" Guevara, probablemente el miembro fundador más prominente de OSPAAAL, se dirigió al público mundial en esta carta, que se hizo conocida como el "Mensaje al Trinontinental". [1] En su mensaje, el ex comandante de la Revolución Cubana hizo un llamado a los "pueblos del mundo" a sacudirse los rigores que les imponían las "potencias imperialistas" y tomar las armas para luchar por la "liberación de la humanidad" final. para pelear Él mismo era, como se conocerá más adelante, en el momento de la publicación durante varios meses en Bolivia y había escrito el texto en 1966 antes de su partida. Esperaba construir un ejército guerrillero con el apoyo de la población rural de allí, para hacer del país andino un ejemplo brillante y la punta de lanza de una revolución continental. Pero los campesinos pobres, a quienes Guevara había planteado como sujetos de sus revoluciones revolucionarias, apenas podían escuchar su llamado: la gran mayoría de ellos no sabía leer y escribir. [2]

El "mensaje", por otro lado, encontró resonancia amplia e inmediata de las metrópolis de América Latina y las universidades de América del Norte a las principales ciudades europeas. El eslogan de Guevara "Creemos dos, tres ... muchos Vietnam" pronto se convirtió en uno de los eslóganes icónicos de la Nueva Izquierda. La recepción de gran alcance de la Embajada de Guevara se benefició del contexto histórico de su publicación: pocos meses después de su publicación, la ofensiva de Tet en Vietnam, la masacre en la Plaza de Tlatelolco mexicana, el ascensor de los tanques soviéticos en Praga y el asesinato de Martin Para entonces, Luther Kings separa geográficamente sus respectivos medios politizados en un movimiento de protesta aparentemente globalizado. Pero igual de significativo para el eco del "mensaje al Trikontinentale" fue la lucha contemporánea de Guevara y lo que muchos contemporáneos consideraron como un final trágico en Bolivia. Su muerte en octubre de 1967, que aparentemente había anticipado proféticamente en el "Mensaje", enfatiza indeleblemente el ideal cristiano de la síntesis de palabra y acción, personificado por Guevara. La ejecución de Guevara elevó a su legado político este último texto publicado durante la vida del comandante guerrillero. El programa formulado allí y las metáforas decididamente religiosas, además del trabajo práctico de Guevara, influyeron significativamente en su transfiguración en una "figura cristomórfica". [5] Dos, tres, muchos Vietnam

A principios de abril de 1965, apenas dos años antes de que apareciera la "Embajada de los Trinunteles", Guevara había desaparecido de repente del ojo público. Mientras que su paradero había causado mucha especulación, Guevara se había establecido secretamente en el Congo, allí para promover una revolución después del modelo cubano. Un proyecto que se sabe que termina en un desastre. Pero al mismo tiempo que la operación del Congo, Guevara había comenzado a prepararse para otra misión. Ya en 1964 contrató a su compatriota argentino Ciro Bustos para reclutar combatientes potenciales en su país de origen. Otros contactos incluyeron al grupo alrededor de Juan Pablo Chang en Perú y Brasil. Durante el año siguiente, Tamara Bunke ("Tania"), hija de exiliados germano-alemanes de Argentina, que ahora trabajaba para el servicio de inteligencia cubano, logró establecerse en La Paz. Equipada con documentos falsos que emitió como la etnóloga argentina Laura Gutiérrez Bauer, logró establecer contactos con los círculos alrededor del presidente René Barrientos. A partir de ahí ella debía reunir los diversos aspectos de la operación. [6]

El líder cubano, Fidel Castro, a su vez, había revivido antiguos lazos con las diversas facciones del comunismo boliviano. Mientras el maoísta boliviano marxista leninista (PCB-ML) dirigido por Óscar Zamora y el movimiento sindical pro-chino Moisés Guevara inmediatamente señalaron su apoyo a la lucha armada, la dirección del Partido de la influencia soviética Partido Comunista Boliviano (PCB) respondió a Mario Monje cauteloso. Aunque no se oponía completamente a las aspiraciones armadas de Cuba -después de todo, había enviado varios cuadros al entrenamiento militar en la isla-, Monje se mostraba reacio a romper los dictados de coexistencia pacífica de Moscú. Sin embargo, durante una visita a Cuba, Castro Monje describió "que un amigo común quiere regresar a su país, alguien cuyo formato revolucionario es irreprochable", y que este amigo pensó que sería mejor llegar a través de Bolivia. "Por lo tanto", Castro agregó, "me gustaría pedirle que lo ayude a ingresar a su país". [8] La referencia a Ernesto Guevara debe haber sido clara para Monje, y así lo dijo. Probablemente hizo esto fuera del cálculo de poder prevenir una guerra de guerrillas en territorio boliviano ayudando a Guevara a preparar su unidad en Bolivia y luego escoltarlo a la frontera con Argentina.

En noviembre de 1966, Guevara, disfrazado de empleado de la Organización de Estados Americanos (OEA), viajó a Bolivia. Ya en agosto, tenía sobre los intermediarios de Monje una finca y 1500 acres de tierra en una zona agreste entre las estribaciones andinas y las tierras bajas del Chaco, a solo 250 kilómetros al suroeste de Santa Cruz de la Sierra, compre. Junto con algunos de sus colaboradores más cercanos desde los días de la Revolución cubana, estableció un campamento base, depósitos de armas y una estación médica rudimentaria en la zona boscosa antes de fin de año. [9] Cuando Mario Monje hizo una visita el 31 de diciembre, el grupo nombrado por Guevara como Ejército de Liberación Nacional (ELN) ya tenía 25 guerrilleros, pero solo nueve eran de Bolivia.

La reunión con Monje a fin de año debería ser crucial para el curso posterior de la guerrilla en Bolivia. Guevara esperaba, como explicó poco antes de la llegada de Monje en un discurso a sus guerrilleros, una reconciliación de los dos principales bloques socialistas. Al cooperar en Bolivia con Monje y un representante del bando soviético, así como con las facciones prusianas de Moisés Guevara y Óscar Zamora, Bolivia pudo producir un efecto ejemplar de inmensa importancia y sobre el cisma entre la Unión Soviética y China. reunir dos bloques de mundo socialista en ruinas. Ya en su "Mensaje al tricontinentale" había llamado a las diferencias entre estas dos potencias como uno de los problemas centrales y exigió: "Esta es la hora de dejar atrás nuestras diferencias y poner todo al servicio de la lucha". [10]

Al contrario de lo que Monje sugirió, Bolivia no fue solo una parada en el camino a Argentina en esta lucha. Más bien, los Andes, siguiendo el ejemplo de Vietnam, deberían ser el punto de partida para eventos más grandes. Una vez asimilada, la evaluación de Guevara sugiere que la lucha de la guerrilla tomaría inmediatamente dimensiones continentales y haría de todo el subcontinente la "escena de muchas batallas para la liberación de la humanidad". [11] El punto final de esta lucha debería ser nada menos que la "destrucción del imperialismo mediante la eliminación de su baluarte más poderoso, el dominio imperialista de los Estados Unidos de América del Norte". [12] Pero solo si China y Rusia tienen éxito, Guevara continúa, para superar sus diferencias y unirse con los revolucionarios en todas partes del mundo, podría el imperialismo norteamericano finalmente recibir el golpe final. Su idea era que una nueva guerra global debería comenzar en Bolivia, cuyo resultado decidiría si el planeta sería socialista o capitalista en el futuro.

La conversación con Monje no condujo a ningún acuerdo. Porque él exigió -después de que se hiciera cada vez más claro que no sería solo para apoyar a Guevara en el pasaje a Argentina- que él sería el líder político y militar de toda la operación transferida. Bajo ninguna circunstancia Guevara estaba dispuesto a hacer tal concesión. Monje luego anunció el apoyo del PCB e instó al partido enviado por los combatientes inconfundiblemente, pero sin éxito a abandonar al guerrillero Guevara. [13] Sus palabras de despedida a los camaradas que permanecen en Guevara a la mañana siguiente deberían ser tan precisas como trágicas: "Tan pronto como la gente sepa que estas guerrillas son dirigidas por un extranjero, le darán la espalda y negarán su apoyo. Estoy seguro de que fracasará porque no tiene el mando de un boliviano, todos morirán heroicamente, pero no tienen posibilidades de éxito ". [14]

 

Bajo la bandera de una cosa santa

Poco después de que Monje dejara el grupo en la mañana de Año Nuevo, Guevara partió con la mayoría de los hombres para una primera expedición de entrenamiento. Contrario a su plan de regresar al campamento base después de 15 días, se movieron mucho más lento de lo esperado y se quedaron en el bosque durante casi siete semanas. Sin embargo, incluso antes de que regresaran a su finca, el ejército boliviano había tomado conciencia de los acontecimientos en la región. Durante la ausencia de Guevara, Moisés Guevara había enviado más reclutas al campamento base, dos de los cuales habían sido arrestados por las fuerzas armadas tras un breve tiempo tratando de desertar. En los interrogatorios posteriores, habían dado información militar sobre los guerrilleros formadores y sus comandantes extranjeros con el nombre en clave "Ramón". Poco después, el 23 de marzo de 1967, hubo un primer enfrentamiento entre el grupo de Guevara y una unidad avanzada del ejército, en el que murieron siete soldados. Mucho antes de lo planeado, los preparativos operativos se convirtieron en una guerra de guerrillas, lo que obligó al grupo a abandonar la comodidad del campamento de la finca y seguir avanzando.

A principios de abril, el ejército se hizo cargo de la finca, que había sido abandonada apresuradamente por la guerrilla, y encontró alimentos y medicinas, así como documentos y varias fotos. Sobre la base de este material, los funcionarios bolivianos entendieron cómo difundir en público la imagen de una invasión Castro-Comunista y sobre todo extranjera. La política de información del gobierno estaba dirigida directamente a los campesinos más pobres de la zona y apeló a su patriotismo, pidiéndoles que defendieran a Bolivia de esta invasión. El ejército tuvo una conferencia de prensa especial en la Finca ocupada, en la cual se presentó la imagen del supuesto líder del grupo, pero sin anunciar quién era. Mostraba a Ernesto Guevara, con una pipa y sin barba. [16]

El 13 de abril, Guevara recibió la noticia por radio de que Estados Unidos enviaría asesores militares a Bolivia. En consonancia con el "Mensaje al Tricóndano" de tres días, escribió en su diario: "Tal vez estamos experimentando actualmente el primer capítulo de un nuevo Vietnam". [17] Después de que el ELN había hecho pública su existencia poco después del comienzo de la lucha con un primer comunicado, la publicación del texto a la OSPAAAL ahora debe aclarar cualquier duda sobre la presencia de Guevara en Bolivia y así desarrollar el efecto más amplio posible. [18] Sobre todo, sin embargo, el texto fue como un llamamiento para tomar las armas y participar en la creación de más lugares problemáticos. En una imaginería profundamente religiosa, Guevara pidió un "nosotros" dirigido de forma difusa para "emular la lucha de la causa sagrada de la salvación de la humanidad" para emular a los primeros mártires de esta misma lucha. [19]

Sin embargo, el tono triunfante del "mensaje al Trikontinentale" desmintió el hecho de que las guerrillas de Guevara se habían puesto cada vez más en una situación desesperada. Tanto Juan Pablo Chang como Tamara Bunke, así como Ciro Bustos y el francés Régis Debray se quedaron estancados debido a la inesperada intervención del ejército en la guerrilla. Todos habían llegado a la finca a principios de año y, de acuerdo con el plan original, debían regresar a sus lugares tradicionales con mensajes u órdenes de coordinación. La zona negra militar ahora establecida hizo un regreso extremadamente arriesgado. Mientras que Chang y Bunke, cuyo camuflaje probablemente fue descubierto por las fotografías encontradas en la finca, decidieron quedarse con la guerrilla, y la conexión con La Paz y Perú fue cortada irrevocablemente, Bustos y Debray intentaban Dejando el anillo de asedio arrestado. Por lo tanto, la última ruta de contacto con los líderes cubanos también se rompió. Por su parte, Guevara había dividido sus guerrillas en dos columnas en apoyo del intento de fuga. En los meses siguientes, ya no pudo reunir a los grupos separados el uno del otro sin comunicación. [20]

Sobre todo, a Guevara le preocupaba una cosa: contrariamente a su esperanza, ninguno de los campesinos locales se había unido a su fuerza de lucha revolucionaria. Siempre había asumido una conexión orgánica entre la población rural y la guerrilla, así como el hecho de que, basándose en el lenguaje común, las costumbres y la religión, así como las mismas formas de explotación, habría una fuerte conciencia de clase de consenso en toda la población latinoamericana. Esta conciencia producirá inevitablemente una solidaridad de tipo "internacional-estadounidense", por lo que su suposición. [21] Si la vanguardia armada había iniciado la lucha contra la explotación, sugirió que el pueblo estadounidense internacional se uniría pronto a él. De hecho, la población local era cada vez más hostil al ELN. Con el apoyo de constantes referencias al carácter extranjero de las guerrillas, los militares recibieron cada vez más informes sobre sus actividades por parte de los agricultores. En un resumen mensual, por lo demás todavía optimista, de abril, Guevara llegó a la conclusión de que, al menos, su neutralidad podría lograrse mediante el terror dirigido. Aunque Castro y él ya habían ejercido presión sobre la población local en su área de retirada de la Sierra Maestra durante la Revolución Cubana, pero la formulación explícita de esto era nueva.

A veces se ha especulado sobre por qué Guevara en este momento, como un escape aún parecía realista, no consideró cancelar la misión. Por un lado, a pesar de los contratiempos, asumió durante mucho tiempo que la operación se desarrollaría de acuerdo con su hipótesis. En julio de 1967, Juan Carlos Onganía, gobernante de Argentina, selló la frontera con Bolivia por temor a la propagación del conflicto. Para Guevara, esta era una clara señal de que la internacionalización prevista de la lucha estaba realmente ocurriendo. Eufóricamente anotó en su diario: "La leyenda de la guerrilla adquiere dimensiones continentales". [23] Del mismo modo, difícilmente habría sido compatible con su código militar dejar atrás la retaguardia cortada de la columna principal. Pero, sobre todo, se había retirado por su retórica vehemente, pero no permitía que esto retrocediera ni ambivalente a más. Del mismo modo que exigió participar en el destino de los oprimidos y guiarlos indomablemente "a la muerte o a la victoria" [24], no pudo abandonar la lucha en Bolivia en pocos meses sin desacreditar su agenda política como una doctrina sin prejuicios de salvación.

Ya había anticipado la finalidad del argumento de Guevara, que se había elevado a una batalla apocalíptica decisiva entre las fuerzas antagónicas del mundo en el "Mensaje al tricontinental", aunque inconscientemente. Su llamado a los "pueblos del mundo" terminó con la frase póstumamente interpretada de un anhelo de muerte: "En cualquier lugar donde la muerte nos sorprenda, sería bienvenido si nuestro grito de guerra fuera bien recibido y otra mano para nuestras armas agarrarían y otras personas estarían dispuestas a sintonizar las canciones muertas con nerds de ametralladoras y nuevas llamadas de guerra y victoria ". [25]

A fines de agosto de 1967, la 8ª División del Ejército boliviano había atraído a la retaguardia de Guevara hacia una emboscada. Mientras que el grupo de ocho personas en ese momento cruzó el río Masicurí, los soldados habían abierto el fuego y mataron a la mayoría de ellos. Entre los muertos estaba Tamara Bunke, cuyo cuerpo fue recuperado del río días más tarde. Dos de los tres sobrevivientes fueron ejecutados posteriormente por los soldados.

Menos de un mes después, los residentes informaron a los militares sobre las actividades de los presuntos guerrilleros en el área alrededor de la aldea de La Higuera. El 8 de octubre, la unidad del ejército comandada por Gary Prado Salmón logró ubicar al grupo alrededor de Guevara en un cañón cercano. La mayoría de los combatientes murieron en la batalla subsiguiente y Guevara, que había sido herido previamente, fue arrestado por Sargento Bernardino Huanca. Junto con el boliviano Guerillero Simón Cuba ("Willy") fue llevado a La Higuera e interrogado allí por personal del ejército y el agente de la CIA Félix Rodríguez. El propio Guevara sugirió, según el informe de Rodríguez, que los militares lo dejarían vivir. [26] Juan Pablo Chang también fue llevado a La Higuera a la mañana siguiente. Poco después, el comando del Comando Supremo se entregó para liquidar a los prisioneros, especialmente a Ernesto Guevara. Demasiado grandes fueron las preocupaciones de que un juicio público, mucho más vehemente que lo que sucedió después del arresto de Régis Debray, podría dirigir la indignación del mundo hacia el gobierno boliviano. Después de que Chang y Cuba fueron ejecutados, Ernesto Guevara fue asesinado a tiros el 9 de octubre de 1967 al mediodía. [27]

 

Dios crucificado

Los militares llevaron el cuerpo de Guevara a Vallegrande el mismo día, donde las monjas del hospital local lo lavaron. Un médico le inyectó formaldehído para retrasar el proceso de descomposición y abrió los ojos. Al día siguiente, el cadáver se colocó en un rudimentario baño hospitalario en un estanque de concreto y se presentó a los representantes de prensa como evidencia de la muerte del comandante guerrillero más famoso del mundo. Los militares esperaban poder evitar una heroización póstuma por la presentación de los caídos y el subsiguiente entierro anónimo de Guevara. Sin embargo, las fotos de Guevara publicadas en las portadas de los diarios al día siguiente lograron un efecto que no podría haber sido más contradictorio con la intención real del programa. Las imágenes del cadáver, cuya mirada deprimida y casi vivaz parecía sonreír levemente, mostraban en su imaginería, como notaron inmediatamente los observadores contemporáneos, un sorprendente parecido con las representaciones de otro profeta de la liberación humana mucho más antiguo pero no menos importante: Jesús Cristo. [28]

Sin embargo, la amalgama estética de Jesucristo y Ernesto Guevara, que dice mucho más acerca de sus intérpretes que las intenciones de los fotógrafos, que con toda probabilidad no existen, va más allá de la mera similitud externa. Más bien, se refiere a analogías ideológicas, cuyo núcleo también aparece en el "mensaje al Trikontinentale": una escatología impregnada de cristianos. Esto se hace inconfundiblemente claro cuando Guevara escribe sobre la "causa sagrada de la salvación de la humanidad". Guevara, que en cierto sentido demuestra ser un discípulo de Carl Schmitt y su "teología política", dividió al mundo en dos bloques antagónicos que lucharían en un debate de suma importancia sobre la finalización de la historia.

Mientras que sus apologistas lo transfiguran en un profeta del amor como el de Cristo, esto se evidencia particularmente por la frecuente referencia a su dicho: "Me atrevo a decir (...) que el verdadero revolucionario está guiado por grandes sentimientos de amor" [29] él complementa el odio sobre sus adversarios. En el "Mensaje al Tricontinental", Guevara elevó el "odio indomable hacia el enemigo, que lleva al hombre más allá de sus límites físicos y lo transforma en una máquina de matar efectiva, violenta, selectiva y fría". De hecho, el resorte de toda la lucha , [30] Fue precisamente este pensamiento de salvación lo que le permitió a Guevara marcar el camino de un mártir, mientras que al mismo tiempo aplicaba severidad extrema a todos aquellos que se apartaron de este camino. Al igual que durante su vida abogó por mejorar las condiciones de vida de aquellos que innegablemente sufrieron el establecimiento del mundo y se convirtieron, después de su muerte, en un símbolo de incomodidad por la persistencia de estos abusos, se mostró implacable con todos los renegados. , Desertores o informantes de los militares se habían alejado de la fe exigida.

La impregnación religiosa de su pensamiento aparece simbólicamente en un episodio que describe en su diario de la Sierra Maestra. Las guerrillas que rodeaban a Fidel Castro habían caído en manos del colaborador renegado Eutimio Guerra en enero de 1957, que había traicionado a los rebeldes con los militares cubanos. La posterior ejecución de Guerrero, con toda probabilidad la primera de las suyas, retrata a Guevara en sus notas en las metáforas de las parábolas bíblicas: en ese momento, escribe, cuando Eutimio fue ejecutado, "estalló una fuerte tormenta y el cielo se oscureció En medio de un diluvio que se produjo cuando un rayo brilló en el cielo y los truenos retumbaron, la vida de Eutimio Guerras se detuvo justo cuando uno de esos rayos brilló y un rayo lo siguió inmediatamente, y ni siquiera los compañeros que estaba cerca de él, escuchó el disparo ". [31] Cuando el cadáver fue enterrado a la mañana siguiente, Guevara prohibió a sus camaradas establecer una cruz de madera en memoria de ellos, dejando solo una marca rayada en un árbol. El nombre Guerras debería borrarse para siempre de la historia en un acto de damnatio memoriae .

La esperanza histórica de salvación de redimir a toda la creación a través de una guerra de guerrillas, Guevara a nivel individual, su concepto del Nuevo Hombre al lado. Una analogía que también encuentra su equivalente en la esperanza escatológica para la perfección del individuo en el pensamiento cristiano. Guevara persiguió un ideal que rechazaba cualquier búsqueda de disfrute y riqueza material en favor del sacrificio, la renuncia, el ascetismo y la superioridad moral. Al final de esto, como una idea secularizada o subjetiva de Dios, el guerril revolucionario es la "etapa más alta de la especie humana". [32] Nadie lo resumió tan prototípicamente como el propio Guevara durante su vida. Así como Cristo solo se convirtió en Salvador mediante su crucifixión, la "muerte sacrificial" de Guevara en Bolivia finalmente lo convirtió en el "Redentor de la jungla". Der Spiegel "en julio de 1968. Un poema de Leon Felipe, que Guevara había memorizado poco antes de su muerte, indica que era muy consciente de su estado. Dice:

Cristo, te amo (...)

Nos has enseñado que el hombre es Dios

un dios pobre y crucificado como tú.

Y eso a tu izquierda en el Gólgota

el ladrón malo también un dios es. [33]

Simplemente tomando esta constelación, aunque inconscientemente, el entorno de la Nueva Izquierda Guevara después de su muerte se conmemora con la fórmula igualmente apresurada y cristiana: "¡Che vive!" o "¡Che vive!" La subsiguiente heroicización del comandante guerrillero, como es común a todas las historias heroicas, salvó todas las áreas que podrían haber dañado la imagen. Y así la participación significativa de Guevara en asesinatos de figuras de la oposición en el campo de prisioneros de La Cabaña en Cuba, o su voluntad fatalista de sacrificar a toda la población cubana durante la crisis de misiles cubanos de 1962 en una guerra nuclear, quedó relegada a una narrativa que lo escenificó como un Cristo contemporáneo.

Contra este telón de fondo, no es una coincidencia que fue precisamente Rudi Dutschke, el hijo de un pastor que intercambió la sala de conferencias contra el púlpito de la iglesia por sus apariciones públicas como portavoz del movimiento estudiantil, el "Mensaje al Tricontinental" de Guevara junto con el escritor Gaston Salvatore tradujo al alemán y publicó bajo el todavía emblemático título "Vamos a crear dos, tres ... muchos Vietnam" en el verano de 1967 en Berlín Occidental. Aunque Dutschke se distanció en su introducción de la disculpa enfática del odio que propagó Guevara en su texto, compartió la misma comprensión escatológica básica de la política. Esto se condensó en la prometedora y apocalíptica fórmula de Vietnam, que se desarrollaría incluso antes de la muerte del revolucionario latinoamericano, pero mucho después del año 1967, con un impacto significativo. 

 

notas al pie

[1 Ernesto Che Guevara, Mensaje a la tricontinental, en: Tricontinental. Suplemento especial, 16.4.1967. Agradezco a Jan Gerber por sus valiosas sugerencias y discusiones.

[2 Ver Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas, Programa de desarrollo rural 1977/80, San José 1977, p.45; Banco Interamericano de Desarrollo, Progreso socio-económico en América Latina, Washington DC 1967, página 69.

[3 En consecuencia, los títulos de las traducciones del "Mensaje al Trikontinentale": Ernesto Che Guevara, Creemos dos, tres, muchos Vietnam, Berlín 1967; ders., Creare due, tre, molti Viet Nam, Milán 1967; Créer deux, trois ... de nombreux Vietnam, París 1967; Crear dos, tres ... Muchos vietnamitas, ese es el lema, Hauts-de-Seine 1967.

[4 Ver Wolfgang Kraushaar, sesenta y ocho. Una evaluación, Berlín 2008, p.103.

[5 Wolfgang Kersten, Introducción, en: David Kunzle, Ches. La fusión de Che Guevara y Jesucristo en imagen y texto, Berlin-Boston 2016, oS

[6 Véase también el informe interno del servicio secreto checoslovaco sobre la "Operación Tania", presentado con el número de orden 80723 300. Agradezco a Juan B. Yofre por proporcionar el material pertinente.

[7 Ver Jorge Castañeda, La vida en rojo. Una biografía del Che Guevara, Buenos Aires 1997, p.

[8 Citado de Jon Lee Anderson, Che. The Biography, Munich 1997, p 605f.

[9 Ver Ernesto Guevara, Diario en Bolivia, en: ders., Obras 1957-1967, La Habana 1977², pp. 435-630; aquí pp. 457-477.

[10 Guevara, vamos a crear ... (Nota 3), página 14.

[11 Ibid., P. 12.

[12 Ibid., P. 15.

[13 Ver Guevara, Diario (nota 9), página 477ff.

[14 Citado después de Inti Peredo, Mi Campaña con el Che, México 1971, p.27 (Traducido del español: LB).

[15 Ver Gary Prado Salmon, Como capturé al Che, Buenos Aires 1987, pp. 79-82.

[16 Ver Anderson (nota 8), página 635.

[17 Guevara, Diario (nota 9), p.530.

[18 Véase ibid., P. 542. Según Gustavo Villoldo, jefe del equipo de país de la CIA en Bolivia, y Larry Sternfield, jefe de la CIA en Bolivia hasta abril de 1967, la Agencia estuvo presente antes de que se publicara el artículo y poco después. Detención de Ciro Bustos y Régis Debray, la presencia de Guevara en Bolivia conocida. Ver Castañeda (nota 7), página 442.

[19 Guevara, vamos a crear ... (Nota 3), página 14.

[20 Ver Anderson (nota 8), pp. 635-639.

[21 Guevara, creemos ... (Nota 3), p. 12.

[22 Ver Guevara, Diario (nota 9), página 541.

[23 Ibid., P. 588.

[24 Guevara, vamos a crear ... (Nota 3), p.8.

[25 Ibid., P. 16.

[26 Rodríguez también asume que Guevara no murió conscientemente en Bolivia: "Si hubiera querido morir, se habría quedado abajo en la garganta y siguió luchando, pero no, trató de escapar". Citado a Castañeda (nota 7), página 480f.

[27 Ver Anderson (nota 8), página 652f., Pp. 656-664; Castañeda (nota 7), páginas 473-478.

[28 Ver John Berger, "Che" Guevara, en: "s The Look of Things", Nueva York 1971, pp. 42-52, aquí p. 44. De hecho, algunas de las fotografías aparecen como reimpresiones contemporáneas de pinturas clásicas. Por ejemplo, la fotografía de Guevara, tomada por Freddy Alborta desde los pies, se refiere a la "Lamentación de Cristo" de Andrea Mantegna (1490). Otra fotografía representa el cadáver en todo el eje horizontal de la imagen desde una perspectiva lateral, con la cabeza a la izquierda, los pies en el borde derecho de la imagen, y se asemeja a "Le Christ mort couché sur son linceul" de Philippe de Champaigne (1654).

[29 Para la recepción cf. Kunzle (nota 5), página 106.

[30 Guevara, vamos a crear ... (Nota 3), página 14.

[31 Ernesto Che Guevara, Registros de la Guerra de Liberación de Cuba de 1956 a 1959, Reinbek 1969, p. 33.

[32 Como señaló Guevara en su diario el 8 de agosto de 1967, cuando se debilitó físicamente, ya había reconocido el drama de su situación: "Este tipo de lucha nos brinda la oportunidad de transformarnos en revolucionarios, el nivel más alto de la especie humana ". Guevara, Diario (nota 9), pp. 560f.

[33 Citado después de Juan José Sebreli, Comediantes y mártires. Ensayo contra los mitos, Barcelona-Buenos Aires 2008, p 162.

* Lukas Böckmann

¿PUNTO DE INFLEXIÓN? NUEVAS CRISIS Y OPORTUNIDADES EN AMÉRICA LATINA - ENSAYO

10.02.2018 12:09

Pueblo de ChileAmérica Latina sigue moviendo el mundo. En 1962, la crisis de Cuba llevó a la humanidad al borde de la Tercera Guerra Mundial. Once años después, el 11 de septiembre, se despejó el camino para las dictaduras militares en Chile, que durante mucho tiempo habían tenido el control de la región. Muchas instituciones como la "Colonia Dignidad" siguen trabajando con nosotros y nos recuerdan dolorosamente nuestras conexiones con Alemania. En la década de 1980, la insolvencia de Argentina, Brasil y México sacudió toda la arquitectura financiera internacional. La receta que se encuentra en ella, los ajustes estructurales radicales del mercado y la austeridad del estado, se probaron temprano en América Latina y finalmente dieron paso a un cambio en el paradigma económico mundial como "neoliberalismo". En la región, esta ruptura provocó la pobreza y la desigualdad, en lugar de la economía.

El creciente descontento social llevó a un giro hacia la izquierda en el cambio de milenio, que, gracias al aumento de los precios de las materias primas y al fuerte crecimiento económico, favoreció una notable expansión y reorganización de las políticas laborales y sociales. Mientras que EE. UU. Y Europa, con la crisis financiera que comenzó en 2007, sintieron los peligros de los mercados desatados, la pobreza en América Latina se redujo a casi la mitad. Estos éxitos se complementaron con nuevos modelos y políticas orientados al desarrollo sostenible y la protección ambiental innovadora. Por ejemplo, en 2010 The Economist celebró la década como la "Década de América Latina".

Pero esta política ha entrado en crisis. Junto con la caída en los precios de las materias primas, la economía se está debilitando. Los gobiernos están perdiendo apoyo popular y, sobre todo, tratando de salvarse a sí mismos. La pobreza está aumentando nuevamente. Las recientes elecciones en Venezuela y Argentina o la destitución de la presidenta brasileña Dilma Rousseff no dejan lugar a dudas: el izquierdista, que ha gobernado durante casi dos décadas, enfrenta serios problemas. En los últimos 15 años, América Latina probablemente tuvo la oportunidad centenaria de abrir nuevos caminos y ser más independiente del mercado mundial y los productos básicos. Esta opción se ha quedado muy lejos y establece a la región frente a una nueva era. Su mirada más cercana no solo nos enseña mucho sobre el subcontinente, sino también sobre cómo podemos abordar los dos mayores desafíos del siglo XXI: la desigualdad y la crisis ambiental. Salida hacia el siglo XXI

Cuando hablamos de América Latina, en su mayoría significa la parte sur de América, donde se habla principalmente español y portugués. Varios países tienen un alto nivel de desarrollo económico; Sin embargo, según muchos analistas, los potenciales económicos disponibles no se explotan suficientemente: representando poco menos del ocho por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial, el PIB per cápita de América Latina es tres veces y media más bajo que el de la Unión Europea. Políticamente, el subcontinente con democracias relativamente estables y gracias a la evitación extensa de los conflictos armados comparativamente bien allí. Y en términos de sostenibilidad, la región sobresale: en el último "Índice de planeta feliz", que considera la eficiencia ecológica como un criterio importante, seis de los diez mejores resultados provienen de América Latina (Alemania ocupa el puesto 49) . [2]

Durante mucho tiempo, América Latina fue ridiculizada despectivamente como el "patio trasero de los Estados Unidos". América del Norte tiene una gran influencia en México, América Central y el Caribe. La región andina, que se caracteriza por una particular diversidad geológica, biológica y también étnica, hoy en día cultiva muchos contactos internacionales. En América del Sur, donde Argentina y Brasil son dos de los pesos pesados de la economía, tradicionalmente existe una clara orientación hacia Europa. La colonización de más de 300 años de la Península Ibérica ha dejado una marca más profunda en la sociedad, el estado, la economía y la cultura que en otras potencias coloniales. Por lo tanto, más de dos siglos de independencia, se han conservado muchas instituciones, tradiciones y contactos europeos. El pensamiento europeo sigue siendo una referencia central para los intelectuales latinoamericanos. Y Europa continúa recibiendo una parte considerable de sus alimentos y comestibles, así como de sus materias primas de la región. Es, entre otras cosas, el carbón barato de Colombia lo que hace posible la transición energética alemana, y sin las reservas de litio en los Andes, las propuestas para expandir la electromovilidad probablemente no valdrían el papel en el que están escritas.

Pero también hay un legado (colonial) diferente: niveles extremadamente altos de desigualdad social en el mundo, un fuerte enfoque en la exportación de materias primas con baja productividad (laboral), a menudo debilitada por el nepotismo y la corrupción, administraciones no necesariamente efectivas y asertivas y una política Cultura del populismo, autoritarismo y afecto, que es repetidamente popular.

Las políticas liberales (económicas) de la década de 1980 deberían reducir estas barreras de desarrollo. Pero en lugar de crear una economía próspera e instituciones estatales eficientes, han hecho que unos pocos sean muy ricos y al mismo tiempo hayan empujado a muchos a la miseria. En el cambio de milenio, más del 40 por ciento de la población latinoamericana estaba empobrecida. Al mismo tiempo, el liberalismo marcó el comienzo de la dictadura militar y la democratización, que se caracterizó por dos nuevas tendencias: primero, las protestas y los movimientos contra la miseria social del ajuste neoliberal aumentaron en toda la región. El tema social se movió al centro de la agenda política. En 1998, un forastero fue elegido presidente en Venezuela con Hugo Chávez, quien prometió una mayor participación social para todos. En 2001, en Argentina, las masas salieron a las calles contra las políticas de austeridad y privatización y los recortes sociales e inmediatamente llamaron a todo el establishment político a "volar". [4]

Por otro lado, y relacionado con esto, los pueblos indígenas se formaron después de siglos de marginación como un movimiento político que ganó influencia. Con ellos, ganaron importancia nuevos modelos de desarrollo, como el concepto de "buena vida" o una relación diferente con la naturaleza, mucho más allá de América Latina. Este proceso culminó en 2005 en la elección de Evo Morales al primer presidente indígena de Bolivia; un país en el que la mayoría de la población es indígena pero siempre ha sido gobernada por una pequeña élite europea. Estos movimientos y las iniciativas de base han sido un importante soporte para las tomas democráticas de los gobiernos social-liberales (Chile), socialdemócratas (Brasil) o socialistas (Venezuela), lo que marcó el comienzo de una primera fase de gobierno "progresivo".

Inicialmente, muchos de los nuevos gobiernos debían prevalecer sobre las elites conservadoras tradicionales. Este cambio no ocurrió sin conflicto, símbolo de esto es el intento de la oposición venezolana de poner al Presidente de Chávez, elegido con el 60 por ciento de los votos, en el cargo en 2002 con la ayuda del ejército. Además, las medidas de los nuevos gobiernos no siempre se escribieron democráticamente y han perfeccionado alguna institución representativa-democrática. Las advertencias de que esto podría abrir un nuevo flanco al autoritarismo, estaban de hecho justificadas, pero desproporcionadas. Ignoraron que el regreso de América Latina a la democracia a fines de la década de 1970 generalmente se basaba en transiciones pactadas en las que las élites antiguas habían reservado muchas posiciones de veto y derechos exclusivos que impedían una participación real de todos.

En retrospectiva, se cumplieron más expectativas que temores en esta etapa. A pesar de muchas dudas, se respetaron las reglas centrales de la gobernabilidad democrática. En diálogo con o impulsado por movimientos sociales y organizaciones de base, se inició una profundización de la participación democrática en muchos países, complementando la democracia liberal-representativa con elementos participativos y comunitarios. Por ejemplo, Bolivia, con la justificación de un "estado plurinacional", está tratando de obligar a sus diversos grupos de interés a ejercer una mayor autodeterminación en el estado central.

También hubo enmiendas constitucionales dignas de mención, regularmente ratificadas por referéndums populares, que no solo codificaron elementos más participativos y plebiscitarios y convirtieron los derechos sociales en derechos fundamentales, sino que -como en Ecuador- también le dieron a la naturaleza el estatus de entidad legal. En principio, esta concepción de la naturaleza como entidad jurídica abre la posibilidad de un cambio esencial con respecto al procesamiento social de las crisis ambientales actuales. En otras áreas, como el reconocimiento de las diferencias y los derechos de las minorías (como homosexuales o transexuales), la revisión y enjuiciamiento de violaciones de derechos humanos pasadas, una política liberal de drogas y más, muchos países latinoamericanos se han caracterizado por reformas progresivas.

En 2003 a más tardar, estas tendencias fueron impulsadas por una economía de mercado global positiva. El aumento explosivo de los precios de los productos básicos en el mercado mundial (combustibles fósiles, minería, pero también productos agrarios como la soja) despertó la codicia y apoyó el renacimiento del estado en la región. Aunque las expropiaciones reales rara vez se hicieron, el estado puso sus propios negocios bajo control o renegoció las empresas transnacionales de producción, que representaban una mayor parte de los rendimientos de materia prima logrados. En vista de la evolución de los precios mundiales y la gran demanda de materias primas en América Latina, estas demandas fueron tolerables para muchos inversores. Por lo tanto, los fondos públicos se llenaron inesperadamente rápidamente, lo que favoreció la expansión de la infraestructura pública. Como resultado, el estado comenzó a recuperar su sustancia institucional y poder regulador.

Esto sentó las bases para la innovación más importante de la región: mientras que en muchos otros países, como el sur de Europa, la situación social empeoró, la mayoría de los gobiernos de centro izquierda en América Latina iniciaron una política social expansiva e introdujeron muchos estándares nuevos en el mercado laboral altamente desregulado. , La combinación de promover materias primas a través del desarrollo social siguió los patrones específicos de cada país. Pero hacia el final de la década pasada prevaleció un modelo de desarrollo en la región, en el que un estado fortalecido rozó los ingresos adicionales de las exportaciones de productos básicos, como agente de desarrollo efectivamente trató el problema social y legitimó las promesas de modernización y las elecciones democráticas una y otra vez. Este modelo ha entrado en debates políticos y científicos bajo la etiqueta de "neo-extractivismo". [5]

Pocos indicadores muestran el éxito inicial de esta estrategia: con un fuerte crecimiento económico, el desempleo cayó a un mínimo histórico, la participación del PIB regional en el gasto social aumentó a más del 20 por ciento, mientras que al mismo tiempo, los salarios mínimos y reales se dispararon. Las llamadas transferencias monetarias condicionadas (CCT), como el programa Bolsa Família en Brasil, unieron los subsidios a los ingresos con obligaciones como la asistencia escolar y la atención médica, y fueron elogiados internacionalmente por su eficiencia. Y la implementación de nuevas tarifas para los trabajadores domésticos y los servicios de atención, como en Uruguay, debería convertirse en una lección obligatoria para los sindicatos europeos. En general, tales políticas innovadoras han ayudado a casi la mitad de la pobreza. Ha habido una movilidad social general ascendente, las clases medias se han ampliado notablemente, e incluso las desigualdades sociales han disminuido discretamente. Un momento importante fue que a los más pobres se les dio no solo pan sino también voz y dignidad, lo que por primera vez los alentó a determinar sus propios destinos.

Mientras que la crisis financiera global sacudió a las naciones industrializadas establecidas, América Latina experimentó un milagro económico. No pocos científicos y organizaciones internacionales, que durante décadas habían predicho el fracaso del desarrollo basado en productos básicos bajo el título "maldición de los recursos", ahora enfatizaron el potencial de este neoextractivismo democrático.

 

De la fiesta al humor de la resaca

Este éxito cometido La economía estaba en auge, las arcas del Estado estaban abultadas, el estado usaba su nuevo potencial de diseño de muchas maneras y, a menudo de manera inteligente, la cuestión social comenzó a atenuarse notablemente. Presumiblemente, desde la independencia de América Latina, no ha habido un mejor momento para que las reformas estructurales aborden los dos principales legados inhibidores del desarrollo: primero, reducir las desigualdades sociales extremas a través de políticas sociales innovadoras, relaciones laborales reguladas y redistribución democrática; y segundo, una reducción de la dependencia de los productos básicos a través de estrategias de diversificación económica y ganancias de productividad.

Pero el éxito también sedujo. La economía y la política expandieron los sectores de productos básicos. La expansión de la soja argentina o la minería brasileña muestra que incluso las economías relativamente desarrolladas dependen cada vez más de la nueva tendencia de las exportaciones de productos básicos. Si bien muchos de los nuevos gobiernos anunciaron que querían usar el neoextraccionismo solo como un vehículo para llegar a una estructura económica más productiva y desplegada. Pero casi todos los programas y medidas lanzados para este propósito fueron en gran parte infructuosos. Hoy, la región vuelve a depender más de las exportaciones de productos básicos que a fines del siglo XX.

Esto no se mantuvo sin efecto en el estado y la política: gracias a los altos ingresos de la materia prima, los conflictos de intereses pronto ya no tuvieron que procesarse a través de procedimientos democráticos o negociarse a través de la negociación, sino que se pacificaron mediante transferencias de recursos. Las partes en conflicto fueron compradas y cooptadas. Las sociedades latinoamericanas se transformaron en comunidades de botín, en las que el Estado concedió por primera vez todas las acciones en el saqueo de la naturaleza, en las que la nueva cohesión no se basó en el consenso y la cohesión social.

Por lo tanto, se pueden nombrar los puntos que justifican la crisis actual: incluso durante la fase de auge, no se implementaron medidas de redistribución de gran alcance. El sistema de control apenas fue tocado. La tasa de impuestos regionales es solo la mitad que en Europa, la mayoría de los impuestos son muy cíclicos o, como el IVA, regresivos, lo que afecta particularmente a la población de bajos ingresos. Para la élite empresarial, por el contrario, América Latina sigue siendo un paraíso fiscal: la tributación de los activos ha seguido disminuyendo, representando solo el 3,5 por ciento de los ingresos fiscales totales en 2013. En general, los efectos de redistribución relacionados con impuestos son menores al diez por ciento en términos regionales (Alemania: alrededor del 40 por ciento). Reformas tributarias individuales, como en Argentina o Ecuador, colmatadas o fallidas.

Los beneficios sociales mejoraron significativamente, pero no su cobertura. Sobre todo, los empleados públicos y los empleados formales, es decir, solo alrededor de la mitad de la fuerza laboral, se beneficiaron de esto; El quinto más pobre de la región todavía recibe apenas menos del diez por ciento de todas las transferencias sociales. La expansión de los sistemas de bienestar exclusivos, que se basan principalmente en el modelo de Bismarck, por lo tanto, ha profundizado la brecha social en lugar de unirla. Los PTC -en el caso de Brasil, con una participación del gasto del 0,4 por ciento del PIB- solo pudieron compensar esto solo en una medida limitada. Sin embargo, es más dramático que estas transferencias no se hayan asegurado como derechos sociales durante la fase alta, por lo que pueden retirarse en cualquier momento.

A pesar de los numerosos esfuerzos, tampoco ha logrado reducir significativamente el empleo informal. Los mercados laborales y las estructuras de producción continúan fragmentadas, con casi el 50 por ciento de la fuerza de trabajo-120 millones, en su mayoría jóvenes y, a menudo, mujeres- que trabajan en relaciones laborales contractuales y no reguladas socialmente, generando ingresos relativamente bajos y generando solo el 10 por ciento del PIB regional. Esto explica la productividad laboral particularmente baja en América Latina, que no aumentó durante la fase de auge. Por otro lado, las élites, pero también grandes sectores de la clase media, se benefician enormemente del trabajo informal, que, entre otras cosas, les permite comprar ayuda doméstica barata y servicios de atención. Debido a tales constelaciones, no ha sido posible construir un sistema de servicios públicos de alta calidad y ampliamente accesible, además de cuidado de niños y enfermería, educación y salud, incluyendo infraestructura general como transporte público, seguridad civil y pública, a pesar de los suficientes recursos estatales.

El cambio social de las últimas dos décadas en América Latina puede describirse mejor como un elevador en el que todos los estratos involucrados fueron igualmente promovidos: las élites económicas pudieron mantener sus activos, a menudo incluso expandirse, las clases medias ganaron en tamaño y se financiaron medidas complementarias en menor medida, una parte de las subcapas. Se le prestó poca atención al operador del ascensor: el estado. La expansión democrática gradualmente se volvió molesta para esto. Por un lado, un desarrollo basado en las exportaciones de productos básicos a menudo requiere un estado central efectivo, que, sin embargo, tiene una dependencia limitada de la legitimidad social y favorece el clientelismo y la corrupción. Las demandas o los controles democráticos son entonces inquietantes. Por otro lado, la contaminación causada por el saqueo de la naturaleza provocó protestas cada vez más locales, lo que podría obstaculizar efectivamente la extracción de materias primas a través de los derechos y autonomías democráticas otorgadas y poner en peligro los ingresos del estado. Muchos gobiernos respondieron con una represión creciente: renunciaron o retiraron los derechos otorgados (como los derechos constitucionales indígenas a la autodeterminación), renunciaron o penalizaron los compromisos con los movimientos sociales. Además, hicieron las paces con las élites antiguas o incluso entraron en nuevas alianzas.

Pero los elevadores no solo conducen hacia arriba. Como el desmoronamiento de los precios de los productos básicos en 2013 puso un punto muerto y perturbó las redes de suministro, muchos gobiernos de centro izquierda ya habían perdido partes vitales de sus antiguos aliados. Además, tuvieron que aprender que las oligarquías económicas tradicionales solo están dispuestas a cooperar hasta que puedan permanecer juntas otra vez. El "golpe de estado frío" -la toma de poder por las élites antiguas después de una falta de poder del gobierno con aparente retención de los derechos constitucionales- no se aplicó recientemente en Brasil. Ya fue probado con éxito en 2009 en Honduras y 2012 en Paraguay. Entre otras cosas, esta política es testimonio de la alianza desastrosa de las elites conservadoras con las corporaciones de medios privadas, fuertemente monopolizadas de América Latina, que apenas permiten la diversidad de opiniones. Además, es sorprendente cómo la comunidad internacional, que siempre ha estado comprometida con la democracia, al menos aprueba esos "golpes de estado legales".

 

Aprendiendo sobre y desde América Latina

Se presentan tres interpretaciones de la transformación actual de la región. Primero , el cisne para los gobiernos "progresistas" es prematuro y argumenta que las políticas y objetivos "correctos" podrían continuar entregando un proyecto social y sostenible. Este debate sobre el mérito de las políticas reformistas o radicales ha estado siguiendo el giro de izquierda latinoamericano desde su inicio. Descuida que la reducción de las desigualdades sociales ha fracasado a largo plazo independientemente de los diferentes estilos políticos. Las razones de la persistencia de estas desigualdades sociales, que aparentemente no pueden ser modificadas por estrategias económicas particulares o formas de gobierno, son demasiado limitadas.

La segunda respuesta lamenta la alienación entre el gobierno y los movimientos sociales y estiliza a este último, una vez más, a la nueva esperanza. Aunque no cabe duda de que la participación social de los grupos desfavorecidos ha mejorado claramente, de que no abandonarán sus derechos sociales recién concedidos sin luchar y de que pueden surgir nuevas dinámicas políticas. Pero aún es imposible saber hacia dónde va este viaje. Por lo tanto, la espera del próximo salvador debe emplearse pensando en la pregunta que decide sobre cada movimiento social: cómo se puede resolver el dilema, preservar la apertura, el dinamismo y la creatividad, y sin embargo ser políticamente persistente, sin excesos y Para endurecer la institucionalización?

En tercer lugar , los nuevos gobiernos conservadores son bienvenidos, ya que finalmente están aclarando el gubernamentalismo, el clientelismo y la corrupción y haciendo que la economía vuelva a encarrilarse. Pero aquellos que observan los programas sin principios de muchos partidos conservadores o el gobierno de transición en Brasil, que comenzó en mayo de 2016 y consta de 24 viejos blancos, reconocen claramente que no hay una nueva política que se espere aquí. Así que no es sorprendente que los nuevos gobiernos conservadores tengan la misma receta para la resolución de crisis que los progresistas titulares: hay un aumento drástico en la explotación de los recursos.

Tan diferentes como estas tres revisiones pueden ser, una cosa las une: siguen una comprensión occidental de la política. Pero, ¿y si los relojes en América Latina son diferentes? Si las élites empresariales con su orientación externa -gracias a los lazos familiares, la educación escolar o las pródigas cuentas extranjeras- no tienen interés en abrir el mercado interno, incluso si promete grandes ganancias. Si los políticos consideran el estado no como una avaricia, sino como una presa racional para ellos y para ellos mismos. Y si los subalternos dan todo por hecho y actúan de la misma manera, si tienen la oportunidad? Tales consideraciones cambian no solo la visión de la región, sino también las opciones políticas.

Para probar tales puntos de vista, no hay duda de que se necesita más conocimiento, pero eso solo se puede obtener junto con América Latina. Donde solo se espere más conocimiento si las diferencias dentro del subcontinente se toman debidamente en cuenta. Tampoco debería tratarse de la próxima declaración de misión para el desarrollo, sino de los temas que preocupan a América Latina hoy y mañana: las desigualdades sociales, el cambio ecológico, las soluciones a los conflictos (violentos) y la cuestión de las propias identidades.

A través de la cooperación en política e investigación, no solo aprenderíamos más sobre la región, sino también sobre nosotros mismos. Una vez más, América Latina nos ha mostrado las impasibilidades del presente y las formas de llegar al futuro. Los últimos 20 años han enfatizado que ni las políticas de austeridad excesivas ni el crecimiento económico disperso de recursos sin redistribución y la infraestructura pública están promoviendo la integración política y la cohesión social, una experiencia que la UE también tuvo que hacer recientemente. Además, debido a su alta dependencia de las materias primas, el subcontinente, que es difícil de superar para la biodiversidad, seguirá desempeñando un papel importante en la reconciliación de la cohesión social y la sostenibilidad ecológica.

El intento anterior de resolver la cuestión social a expensas de la naturaleza condujo a la crisis. Es bueno saber que los tiempos de crisis en América Latina a menudo producen respuestas productivas. Por lo tanto, la región ya nos ofrece las primeras respuestas: estas incluyen ideas probadas para nuevas formas de participación y el bien común, para tratar con la naturaleza como una entidad legal o la cosmovisión indígena de la buena vida. Con el nuevo descubrimiento de esta América Latina, podemos reinventarnos a nosotros mismos.

 

notas al pie

[1]  En 2015, fue $ 8,100; en la UE era poco menos de 32,000 dólares estadounidenses. Para todos los datos, cf. los anuarios en línea y las publicaciones temáticas de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe CEPAL: https://www.cepal.org/es .

[2]  Ver https://www.happyplanetindex.org « .

[3]  Para las relaciones internacionales de América Latina, véase también la contribución de Claudia Zilla en este tema ( nota del editor ).

[4]  Para el desarrollo en Argentina, vea también el artículo de Alejandro Grimson en este número ( Nota del editor ).

[5]  Para el neo-extractivismo y los conflictos sociales relacionados, ver también las contribuciones de Ulrich Brand y Kristina Dietz en este número ( nota del editor ).

* Hans-Jürgen Burchardt

¿SOLO POPULISMO? LA CULTURA POLÍTICA EN AMÉRICA LATINA Y EL PATRIMONIO DE LOS ICONOS DE LA IZQUIERDA

10.02.2018 12:06

Héroes de la Unidad de los PueblosEn el camino de Europa a América Latina, la terminología política a veces cambia su connotación: cuando se habla de populismo en Europa, generalmente se piensa en los partidos de derecha. En América Latina, pensamos en presidentes (ex) izquierdistas como Hugo Chávez en Venezuela (Presidente de 1999 a 2013), Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil (2003 a 2011), Cristina Fernández de Kirchner en Argentina (2007 a 2015) o Evo Morales en Bolivia (desde 2006). Incluso lo que se entiende por política populista parece ser diferente en América Latina: si Morales garantiza una pensión mínima de apenas 50 euros para la población empobrecida de Bolivia en la vejez, esto se llama "obsequios electorales populistas" en los periódicos alemanes. Pero si en Alemania la tasa mínima de beneficios sociales estatales se establece en ocho veces la pensión nacional boliviana, entonces los mismos periódicos hablan de "recortes de asistencia social". Obviamente, medimos Europa y América Latina en escalas muy diferentes.

Los últimos años en América Latina estuvieron dominados por gobiernos de izquierda, que en Europa a menudo se percibían como exclusivamente populistas. Tras la victoria electoral del líder izquierdista Hugo Chávez en Venezuela a fines de 1998, un gobierno de izquierda tras otro llegó al poder: en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Paraguay y Uruguay. Y la mayoría de los presidentes fueron figuras carismáticas. Su tiempo ahora ha expirado: en Argentina, el empresario neoliberal Mauricio Macri ganó las elecciones presidenciales a fines de 2015 después de tres gobiernos izquierdistas consecutivos. En Brasil, la vieja elite del país empujó a la presidenta Dilma Rousseff, seguidora de madera del favorito popular de Lula, a abandonar el cargo a fines de agosto. En Bolivia, en febrero de 2016, el pueblo decidió en un referéndum que el izquierdista Indígena Evo Morales no puede competir por la presidencia por cuarta vez consecutiva. Y Venezuela ha estado en una grave crisis económica, política y social desde la victoria de las elecciones parlamentarias electorales en diciembre de 2015. Parece que la "década de la izquierda" está llegando a su fin y que Latinoamérica volverá a ser lo que era antes: una región cuyos destinos políticos están determinados por una élite pequeña y rica.

 

Elites y su estado

En sus constituciones, la mayoría de las repúblicas latinoamericanas son democracias impecables basadas en modelos de Europa occidental y América del Norte. Pero en sus corazones no lo son. Hay una profunda zanja entre la idea de un estado y su realidad. Además, "las ideas cubren la realidad en lugar de revelarla y expresarla", escribió Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura Mexicana, hace casi 70 años en su brillante ensayo "El laberinto de la soledad". [1] Eso sigue siendo válido y está relacionado con la historia de su origen.

La independencia de las repúblicas latinoamericanas -con Haití como excepción- no fue ganada por esclavos o incluso esclavos en las plantaciones y en las minas de oro y plata de los gobernantes coloniales, sino por los mismos gobernantes coloniales: descendientes nacidos en Latinoamérica y llamados "criollos" el conquistador español En el siglo diecinueve, no quisieron ser atraídos por el Imperio español en decadencia, sino que decidieron su propio comercio y compartieron la riqueza resultante con nadie más. Los discursos de los héroes independentistas latinoamericanos pueden haber sonado revolucionarios. Pero su discurso y su referencia a los valores de la Revolución francesa eran poco más que una actitud de moda, un manto republicano de invisibilidad. Una vez más, Paz: "Inmediatamente después de la independencia, las clases dominantes se consolidaron como herederas del antiguo orden español. (...) Los grupos que lideraron el movimiento de independencia no representaron nuevas fuerzas sociales sino simplemente la extensión del sistema feudal ". [2]

Por esa misma razón, el sueño del luchador independentista Simón Bolívar de una América Latina unida nunca se hizo realidad. Las elites respectivas, con todas sus contradicciones e intereses propios, despojaron sus reclamos y fundaron sus estados para protegerlos. Ostensiblemente se jugó el juego republicano: hubo partidos y elecciones. Elegido, sin embargo, tiene solo una pequeña minoría por mucho tiempo, porque el derecho al voto estaba sujeto a condiciones: uno tenía que ser adulto (a menudo por lo menos 25 años), tener un mínimo de activos fijos y poder leer y escribir el idioma español. La población indígena, en países como Guatemala o Bolivia, la mayoría de la población, estuvo durante mucho tiempo excluida del sufragio, incluso por la última condición. Combinado con las otras dos regulaciones, esto significó que en Bolivia hasta la década de 1950 apenas se permitió votar al cinco por ciento de la población, el cinco por ciento más rico y el más rico, por supuesto. Incluso en el estilo europeo de Chile, hasta 1970, el año de la victoria electoral del socialista Salvador Allende, solo el 20 por ciento de la población tenía derecho a votar.

 

Guerrillas y militares

El estado pertenecía a una minoría de élite, y solo se confirmó en todas las oficinas importantes. Como regla, los intereses de la oligarquía agraria criolla estaban representados por los llamados partidos conservadores. Más tarde, europeos y no pocas veces los inmigrantes palestinos pronto dominaron el comercio y la banca y fundaron los partidos liberales. En casi todos los países de América Latina, hubo en algún momento guerras civiles entre conservadores y liberales, más recientemente en Colombia. Desde 1948 hasta 1958, esta sangrienta fase duró hasta hoy en los libros de historia de la violencia , la violencia, se llama. Entre 200,000 y 300,000 colombianos fueron víctimas de ella. No fueron las élites quienes dieron sus vidas por sus intereses. Fue su infantería la que se olvidó rápidamente cuando los oligarcas finalmente acordaron una división del poder. Las milicias aisladas y engañadas fundaron sus propios enclaves autónomos en el interior, que administraron y llamaron a sí mismos "repúblicas". Cuando pocos años después fueron dominados por el ejército colombiano, surgieron las primeras organizaciones guerrilleras, el punto de partida de un conflicto militar que recién comenzó, como resultado del acuerdo de paz entre el gobierno y una de las dos organizaciones guerrilleras a fines del verano de 2016. Las "Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia" (FARC-EP) parecen estar llegando a su fin.

Las guerrillas, inspiradas por el éxito de Fidel Castro en Cuba, cuestionaron el dominio de la elite criolla en los años setenta y ochenta con violencia armada: en Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Colombia y Perú, inicialmente en áreas rurales, en Brasil, Uruguay , Argentina y Chile como guerrillas de la ciudad. Solo el Frente Sandinista de Liberación (FSLN) en Nicaragua tuvo éxito. En El Salvador y Guatemala, las guerras civiles terminaron con soluciones negociadas que garantizaron a los insurgentes un grado de participación política. Colombia, al parecer, sigue este camino. Todos los demás movimientos armados fueron destrozados militarmente.

Sobriamente y desde la distancia, a los guerrilleros les preocupaba el igual reconocimiento de la mayoría de la población marginada en la vida política y económica. O en otras palabras: la abolición del gobierno de las élites tradicionales. Estos, a su vez, defendieron sus privilegios con el ejército y le dieron el estado, si era un rayo. Esto fue seguido por décadas de dictadura militar. Las tensiones se libraron como guerras civiles abiertas como en Nicaragua y El Salvador o como guerras militares sucias contra la oposición como en Argentina y Chile. Las tensiones eran caseras, una consecuencia de las estructuras coloniales rescatadas en las repúblicas. Pero se llevaron a cabo bajo el signo ideológico de la Guerra Fría. Los gobernantes militares y las élites defendidas por ellos hablaban de una conspiración mundial comunista controlada por Moscú y eran política, logística, financiera y, a menudo, con el apoyo militar de los EE. UU. Por otro lado, los cuadros de la guerrilla mantuvieron un discurso marxista y obtuvieron sus armas principalmente de Cuba.

El patrón impuesto del conflicto Este-Oeste había alimentado estas guerras y luego contribuyó a su fin. Después del final de la Unión Soviética en 1991, las ideologías de la Guerra Fría fueron obsoletas. Estados Unidos presionó para que se ponga fin al gobierno militar en América Latina y para la democratización formal. Las personas excluidas durante siglos han logrado al menos una cosa: el sufragio universal está en todas partes hoy.

 

Paternalismo y corrupción

Pero las elites tradicionales pudieron preservar sus privilegios, con algunas excepciones. Y, sin embargo, se les había vuelto más difícil: antes, esencialmente se habían elegido a sí mismos, ahora tenían que enfrentarse a todo el pueblo. Resolvieron el problema recurriendo a la estructura económica y social aún existente de la época colonial. Los conquistadores habían sido recompensados con tierras por sus respectivas coronas, y los indígenas que vivían en ese suelo simplemente los habían obtenido. Estos siervos reales estaban vinculados a las haciendas y, por lo tanto, a sus dueños. Los hacendados los esclavizaron, pero al mismo tiempo garantizaron su existencia. Este estrecho vínculo entre el patrón y el peón sigue siendo un patrón básico de la política latinoamericana: comer Wes Bread, la canción que canto, respectivamente: recibe mi voz. Porque si el patrón está bien, los peónes no son tan malos como podrían ser.

Los trabajadores agrícolas eligen a los propietarios en cuya tierra han vivido a menudo por generaciones. Muchos de los diputados y senadores de las zonas rurales de Brasil, que ahora se sabe que son corruptos, han venido a sus oficinas exactamente de la misma manera. En parte, los cargos políticos dentro de una familia son heredados. Las mayorías no se ganan con la persuasión o los compromisos negociados, sino que se compran, y eso fue natural durante mucho tiempo. El drama político actual del escándalo de corrupción en torno a la petrolera semiestatal Petrobras en Brasil muestra: Los actores no tienen sentido de culpa. ¿De dónde?

En su mayor parte, las partes en este juego son solo sobres y, en el mejor de los casos, máquinas de campaña electoral que sirven a los intereses personales de sus líderes. Algunos son de larga vida y están vacíos de contenido, como el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el más fuerte en su país. En él puede encontrar la posición diametralmente opuesta para cada posición. Otros están diseñados para personas individuales o pequeñas camarillas. Por ejemplo, en junio de 2016, en Perú, Pedro Pablo Kuczynski fue elegido presidente, quien fundó su partido económico liberal solo para la campaña electoral y lo nombró peruano por el Kambio ("peruanos por el cambio", ignorando la ortografía española) Cambio) para la forma abreviada PPK da sus iniciales. Investigadores de la Comisión de la ONU contra la impunidad en Guatemala (CICIG) publicaron recientemente un informe según el cual el Partido Patriota local - desde enero de 2012 hasta el derrocamiento del presidente Otto Pérez Molina en septiembre de 2015 - no con un político Se fundó Vision, pero con el objetivo de eximir al estado y enriquecer a los fundadores del partido. [3]

 

Ascenso de las izquierdas

El don del habla juega un papel clave en esta política de hacer política de una manera muy personal y no programática. En una región donde la mayoría de la población no podía leer o escribir hasta hace algunas décadas, la palabra ingeniosa tiene un peso que difícilmente puede sobreestimarse. Los poetas que tienen una vida miserable en Europa pueden ser verdaderos héroes populares en América Latina. Fidel Castro fue admirado por los cubanos, entre otros, por sus muchas horas de discursos. Hugo Chávez despreciaba a la gente casi luterana. En Europa, sus discursos pueden haber sido bastante difíciles: en Venezuela, él ha inspirado a las masas.

Hubo pocas excepciones a esta política personal: los partidos orientados a los demócratas cristianos, por ejemplo, fueron una expresión de una clase media burguesa de lento crecimiento y su voluntad política. Sobre todo, sin embargo, los partidos de izquierda son probablemente miembros del partido en el sentido de Europa Central. Han surgido principalmente en oposición a las dictaduras militares: las ex organizaciones guerrilleras se transformaron en un partido, como el FSLN en Nicaragua y el Frente de Liberación Nacional Farabundo Martí (El Salvador), pero también el Movimiento Obrero (PT) en Brasil o el Partido por la Democracia (PPD) en Chile, que era una especie de capa para el Partido Socialista prohibido bajo la dictadura de Augusto Pinochet. El hecho de que el FSLN en Nicaragua, bajo el liderazgo de Daniel Ortega, haya podido retroceder de un partido de programa a una organización de todo líder muestra cuán poderosos son esos patrones en la política latinoamericana.

En las primeras elecciones libres después de la era de las dictaduras (en los años ochenta y noventa), estos partidos de izquierda aún no tenían ninguna posibilidad. Demasiado grande fue el miedo de los votantes ante los militares recién domesticados. Temían que si sus antiguos enemigos mortales de izquierda se hicieran cargo, podrían atacar de nuevo. Solo en Chile fueron posibles los socialistas ahora muy moderados como partido gobernante, en una coalición con los demócratas cristianos y un presidente demócrata cristiano. De lo contrario, las juntas militares fueron nuevamente seguidas por presidentes de las élites tradicionales (como en El Salvador y Guatemala), carismáticos príncipes provinciales (como Carlos Menem en Argentina) o aparentes tecnócratas que surgieron de la nada (como Alberto Fujimori en Perú). Conformaron los años neoliberales en los que el Fondo Monetario Internacional estableció las pautas políticas con sus programas de ajuste estructural. Fue privatizado en el diablo, por lo que los viejos y nuevos oligarcas se enriquecieron a sí mismos y la brecha ya amplia entre muy pocos ricos y muchos pobres aún más amplio.

Debes conocer esta historia para comprender por qué, en el cambio de milenio, han llegado una serie de gobiernos de izquierda: las crecientes tensiones sociales, combinadas con temores militares que se desvanecen, los llevaron al poder. La única excepción fue Hugo Chávez en Venezuela, él mismo un golpe militar y fallido. Pero Venezuela no había experimentado una dictadura militar como Argentina, Brasil o Chile. El ejército se mantuvo esencialmente neutral desde el punto de vista político y fue una de las pocas instituciones en las que la gente de los estratos inferiores podría ascender socialmente. Chávez era simplemente un hombre fuerte de la gente que defendió a las familias gobernantes. Su victoria electoral en 1998 fue una victoria para los muchos desvalidos contra la estrecha élite.

En Brasil, la brecha entre ricos y pobres se había vuelto tan peligrosa que en las elecciones de 2002, incluso las grandes compañías apoyaron al líder sindical Lula da Silva por temor a una explosión social bajo otro gobierno neoliberal. En Argentina, después de una bancarrota nacional y un caos político, el entonces desconocido Néstor Kirchner llegó por casualidad al poder. No era nada carismático: entrecerraba los ojos y balbuceaba y se parecía más a un vendedor de autos usados con su pelo mal cortado y trajes de gran tamaño. Se volvió carismático solo a través de su política.

Una cosa debe tenerse en cuenta: en ninguna parte, ni siquiera en Venezuela, el capitalismo como modelo de la economía y la sociedad ha sido fundamentalmente cuestionado. La década de los gobiernos de izquierda no fue revolucionaria, fue una década de reformas sociales. La más conocida fue Bolsa Família, creada por Lula da Silva en Brasil, que brinda a las familias pobres apoyo económico mediante el envío regular de sus hijos a la escuela y a la atención médica. La Bolsa fue copiada en muchos países y adaptada a las circunstancias respectivas. Solo en Brasil, al menos 35 millones de personas han superado la pobreza con la ayuda de dichos programas y se han elevado a la clase media baja.

La política social popular era que casi todos los presidentes izquierdistas tenían una personalidad fuerte y una historia impresionante. Lula da Silva (Brasil), Néstor Kirchner (Argentina) y Michelle Bachelet (Chile) sufrieron persecución y detención bajo los respectivos regímenes militares, mientras que José Mujica (Uruguay) y Dilma Rousseff (Brasil) incluso sufrieron torturas. Evo Morales (Bolivia) provenía de los entornos más pobres y había sido golpeado repetidamente y arrestado por los dirigentes sindicales. Fue la combinación de reforma social y personalidad lo que hizo que estos presidentes fueran tan populares.

 

¿Qué queda?

Que el brillo de los íconos de la izquierda ahora se está desvaneciendo, en parte se han atribuido a sí mismos. Prácticamente todas las economías de América Latina aún dependen de las exportaciones de productos básicos. En los años en que China "compró" el mercado mundial y elevó los precios, las ganancias podrían utilizarse para financiar programas sociales. Sin embargo, la diversificación de la economía se ha abordado a regañadientes, en todo caso. Venezuela se ha basado más que nunca en la exportación de petróleo. Además de Bolivia, ningún país en los años dorados ha creado reservas significativas para los malos tiempos. Y nadie estaba preparado para una caída en los precios de las materias primas, como ocurrió recientemente: hoy, solo se paga una tercera parte del precio del petróleo crudo, y solo la mitad para la soja. El resultado: en Venezuela, la economía se bloquea, en Argentina y Brasil hay recesión, en casi todos los demás países, las altas tasas de crecimiento estable durante años se han reducido severamente.

La miopía económica se vio agravada por un mal conocido desde hace tiempo por los países ricos en recursos: cuanto más recursos minerales hay, mayor es la tentación de la corrupción para la clase dominante, contra la cual los antiguos movimientos de liberación no son inmunes. Es esta combinación de crisis y corrupción lo que ha molestado a las personas contra los gobiernos de izquierda. Desafortunadamente, reaccionan a esto con miedo a sus propias políticas: en Chile, la presidenta Bachelet dice que quiere adaptar su promesa de campaña a las circunstancias económicas. Ella quiere decir: deben estirarse, retrasarse, posponerse indefinidamente. En Argentina, los peronistas se presentaron en las elecciones a fines de 2015 con Daniel Scioli como candidato de su ala liberal económica, que programáticamente apenas difería del casi victorioso conservador Mauricio Macri. A menudo fue el propio gobierno quien marcó el comienzo de la reversión a la austeridad neoliberal. Solo en Venezuela reacciona el sucesor de Chávez, Nicolás Maduro, con desafío y métodos autoritarios.

Si ha habido un giro hacia la derecha en América Latina recientemente, entonces se jugó en los partidos del gobierno de izquierda. Pero de aquellos que han superado la pobreza a través de programas sociales y cuyos hijos pueden tener más oportunidades en la vida a través de políticas educativas de izquierdas, nadie quiere que todos se deshagan. Y si ha habido un desarrollo revolucionario, entonces sobre esa base. Todos los gobiernos de izquierda llegaron al poder a través de victorias electorales, votantes que ya no estaban atrapados en promesas electorales y obsequios de la misma elite. Esta base puede desmoronarse ante la crisis y la corrupción. Pero la conciencia de la propia fuerza no se ha roto.

Esto es más palpable en Bolivia, donde los pueblos indígenas, la mayoría en el país, fueron en el mejor de los casos sirvientes durante siglos y apenas se atrevieron a mirar a los blancos a los ojos. Después de diez años de gobierno bajo Evo Morales, saben que podemos gobernar un país, y podemos hacerlo mejor que los blancos alguna vez lo hicieron. Nadie puede quitar esta confianza en sí mismo. En el país vecino, Chile, la juventud continúa masivamente en la calle y exige a Bachelet a pesar de la crisis la reforma educativa prometida. Y en Argentina, después de solo unos pocos meses, se forma la resistencia a las políticas de Macri, aliviando a las empresas a expensas de la gente común.

Este es quizás el mayor y más duradero mérito de figuras carismáticas como Hugo Chávez y Lula da Silva, Evo Morales y Cristina Fernández de Kirchner: se han dejado llevar por el despertar y han demostrado que otra política (social) es posible. y quien nació amargamente pobre, no tiene que permanecer amargamente pobre.

* Toni Keppeler

<< 1 | 2