Mártires del GAP, la vida por Salvador Allende

  Los jóvenes que dieron su
  vida por la seguridad de
  Salvador Allende

GAP el Grupo de Amigos Personales que le cubrió la vida y las espaldas al Presidente Salvador Allende durante la Unidad Popular

 

Aesta “tropa” de apenas dos personas, además de los “amigos del doctor” se agregó Enrique Huena, otro socialista, y cinco hombres más que puso eI MIR a disposición de Allende el mismo día 4 de septiembre, después de una charla telefónica entre Miguel Enríquez, el secre­tario general de esa organización, y el propio Puccio. Enríquez consideraba que la vida de Allende corría grave peligro, porque suponía que la derecha -el grupo terrorista Patria y Libertad- trataría de evitar su triunfo y era prioritario defender su vida.

Max Joel Marambio -conocido como “Ariel Fonta­narosa”, Mario Superby, Humberto Sotomayor, Sergio Perez Molina, Arnoldo Ríos, todos ellos miembros del MIR, llegaron a la casa de Allende de Guardia Vieja a las 10 de la mañana. “Pero sólo pudieron entrar en funciones a las tres de la tarde. No tenían ropa adecuada, porque eran hombres que habían trabajado semiocultos en las poblaciones. EI día de la elección, Allende no podía aparecer en público con “personas desarrapa­das”, según nos cuenta Puccio. Así que, en medio de todo el nerviosismo de ese día, hubo todavía que ocuparse de salir a comprarles ropa.

“Pero el GAP como tal nació como consecuencia del atentado a Schneider. Este hecho mostró cuáles eran las intenciones de la derecha y la necesidad real de que la tarea de proteger al Chicho pasara a ser prioritaria para quienes queríamos que continuara el proceso. EI primer acto público donde el Chicho apareció como Presidente electo, el funeral de Schneider, fue la primera tarea importante del GAP en tanto tal. En ese momento el jefe del dispositivo ya era Max Mararnbio y se comenzaba a trabajar en lo que debía ser su organización”, cuenta Cáceres.

 

 

EL "CUARTEL" DE LA CALLE TOMÁS MORO

 

El Partido Socialista puso, aun antes del 4 de septiembre a disposición del dispositivo de seguridad un gran número de sus militantes. Las exigencias establecidas para la selección del grupo eran la confianza política, la preparación en autodefensa y, sobre todo, su disposición a dar la vida por Allende.

Ingresaron al GAP Domingo Bartolome Blanco, “Bruno”, quien despué del año de 1972 asumió la Jefatura, que fue cuando eI MlR retiró a su gente, y Jaime Sotelo Barrera, “Carlos Alamos”, junto a otros mllitantes que venían de la seccional Pudahuel del PS.

A partir del 4 de noviembre, eI GAP comenzó organizarse mejor internamente, de acuerdo a las diferentes acciones que se deberían asumir. Sus componentes, que eran en su mayoría jóvenes estudiantes universitarios y pobladores de los barrios más pobres, aceptaron vivir desde entonces en una disciplina rígida que incluyó muchas veces períodos de guardias de 48 horas, dejando en segundo plano su vida privada, lo que los obligaba a estar alertas las 24 horas del día en su misión central, que era cuidar la vida del Presidente.

Cáceres cuenta que el GAP tuvo diversos equipos de trabajo con tareas “compartimentadas” y separadas. Un grupo se hacía cargo de la escolta presidencial, y su misión era crear anillos de protección que rodeasen a Allende en cada una de sus salidas. Otro grupo, a cargo de “Bruno” en un primer momento, era el que se encargaba de planificar las salidas del presidente, el camino que recorrerían y los autos en los que viajarían.

Existía además un tercer equipo que era uno de los mas numerosos, el de seguridad, que estaba a cargo de Juan Jose Montiglio, “Anibal”. El grupo estaba también encargado del cuidado de las casas oficiales y los lugares que frecuentara el presidente.

Había además otro equipo de servicios que se encargaba de abastecer la infraestructura del GAP; y finalmente otro, a cargo del jefe del GAP por su importancia, que era el de Informacio­nes, que tenía como fin recolectar y analizar datos y antecedentes sobre posibles atentados contra Allende.

Esa estructura, centralizada, estaba en permanente contacto con Carabineros e Investigaciones, aunque hubo al principio bastantes roces y desentendimientos.

También cuenta Cáceres que "La gente que permanecía de guardia vivía en Tomas Moro. Cuando uno estaba de franco debía estar igual comunicado con sus respectivos jefes. Y esto se hacía con una llamada telefónica. También debíamos estar atentos a la radio por si ocurría cualquier hecho que requiriera de nuestra presencia alli. No teníamos ni busca-personas, ni walkie­ talkies, ni tampoco había una radio en Tomas Moro. Todos esos implementos sofisticados, a lo “James Bond”, sobre todo para esa época eran caros, de fabricación norteamericana, no había presupuesto para eso”.

Los miembros del GAP recibían un pequeño importe para los gastos menores y personales, pero su alimentación y vestuario corrían por cuenta del ítem de gastos de representa­ción de la presidencia.

Y agrega Caceres que “Esto no era mucho, y Allende nunca pudo obtener que el Congreso aprobara un proyecto de ley a través del cual legalizar su dispositivo, lo que hubiera permitido tener un presupuesto. Todos los compañeros que trabajaban en el GAP eran miembros de sus partidos y cumplían una actividad profesional. No tenían una vida lujosa ni se la pasaban en farras, ni tampoco eran de ‘segunda clase’ para el Chicho. como se dijo entonces y después. Era una tarea partidaria que cumplíamos con gusto y conscientes de su importancia”.

El grupo de los que permanecian de guardia, vivían en una edificio especial en Tomás Moro. EI resto lo hacía en sus casas. Todos usaban intemamente un "nombre de guerra" o “chapa”, como se dice en Chile, pero en su vida civil tenían su documentación en orden y ninguno de ellos era ilegal.

Ese 11 de septiembre de 1973, junto con Salvador Allende murieron en combate sus compañeros de destino, Manuel Mer­cado y Alejandro Morales. Sus cuerpos no fueron entregados a los familiares que los reclamaron.

El resto de los integrantes del GAP permaneció con vida y todos fueron detenidos por los militares que entraron detrás del general Palacios. Junto a ellos fueron aprehendidos también los siete detectives que formaban parte de la guardia presidencial.

El testimonio de lo ocurrido ese día lo dio en México Juan Angel Seoane, inspector de investigaciones que se desempeñaba en la Presidencia. El ex funcionario policial contó que fueron llevados prisioneros desde La Moneda con las manos en alto y divididos en grupos, y que luego fueron reunidos en el regimiento Tacna e identificados por personal civil y militar. Más tarde fueron conduci­dos a las caballerizas.

“Durante todo lo que quedaba del 11 y la noche nos estuvieron preparando para fusilarnos. Nos acusaban de ser comunistas y nos decían que ibamos a morir, pues los hablamos querido matar a ellos”, dice Seoane en un testimonio publicado en Mexico en 1977. Agrega que muchos fueron golpeados hasta dejarlos casi muenos. Más tarde fueron sacados todos, menos Seoane, en un camión, el día 13. EI camión volvió solo con los soldados conscriptos que los cuidaban. “Uno de ellos se atrevió a hablarme y me dijo: ‘De buena se salvó usted’. Me contó que todos habían sido fusilados en Pel­dehue”, según el testimonio.

Domingo Blanco, el jefe del GAP, no alcanzó a lIegar a La Moneda. No bajó al centro de Santiago con Salvador Allende, quedándose dos horas más en Tomás Moro para verificar el resto de las tareas y planificar la defensa.

A las nueve y media de la mañana fue hasta Morande, con 12 personas en un auto y una camioneta. Estacionaron los vehlculos en eI garaje presidencial y vieron que venía llegando un grupo de carabineros. que acababa de sumarse al bando golpista. AI reconocer a Blanco, lo detuvieron de inmediato y lo llevaron junto al resto a los sótanos de la Intendencia.

Desde alll, “Bruno” oyó el bombardeo y el tiroteo contra La Moneda. Una vez finalizado todo, se les obligó a salir con las manos en alto y fueron conducidos a la cárcel. EI dia 14 se reencontró con sus companeros. Iban en eI camión que venía desde eI Tacna, golpeados y atados con alambres.

Fue fusilado ese mismo día. Él, como todos los miembros del GAP cumplieron con la promesa que se hacía al entrar al grupo, la de dar su vida por el compañero Presidente. Ese era un compromiso asumido con todas sus consecuencias.

* El 2 de octubre de 1973 en el Regimiento Tucapel de Temuco fueron fusiladas cuatro hombres. Los militares explicaron las muertes como un intento de fuga de dos de los prisioneros y agresión a los centinelas de parte de los otros dos. Uno de los ejecutados fue Pepe Ortigosa, de 42 años, comerciante y amigo personal del presidente Salvador Allende. Había sido buscado por la Fiscalía Militar, acusado de la existencia de una escuela de guerrillas en T. Moro. Fue él quién proveyó la flotilla de Fiat 125 negros usados por la GAP.