Plataforma Mínima de Lucha

  Plataforma Mínima de Lucha

Está en el aire como una urgencia antigua. De ella se habla en medio de las marchas, de la huelga, de las tomas, en los muros de las poblaciones, en las fábricas, se rumorea en las oficinas, en las plazas populares, en las reuniones de distinto signo, se fundamenta en los liceos y universidades. Lo dicen los trabajadores, la militancia popular, los pueblos en lucha. La unidad de las múltiples iniciativas anticapitalistas es un compromiso, una exigencia histórica y una necesidad a gritos cuando la crisis mundial gatillada en el corazón del imperialismo castiga violentamente a los trabajadores y los pueblos en el mundo, en Latinoamérica y en Chile,

 

La humanidad ha alcanzado una encrucijada crítica. El capitalismo no puede hacer avanzar a la sociedad en su conjunto. Ya, grandes sectores del mundo viven en la pobreza, la represión y la guerra sin fin, pero además el impulso insaciable de ganancias por un capitalismo altamente monopolizado y globalizado está llevando a un cambio climático irreversible y catastrófico.

Los gobiernos de derecha y populistas, y las corporaciones gigantes para las que trabajan, se niegan a actuar ante las advertencias desesperadas de la gran mayoría de los principales científicos del mundo para evitar la crisis climática.

Esta amenaza a nuestro futuro común surge del impulso sin precedentes de obtener ganancias a toda costa por una pequeña élite rica y las corporaciones gigantes que ahora poseen o controlan la mayor parte de la riqueza del mundo.

Para liberarse de una crisis social y climática sin precedentes, la humanidad debe liberarse del capitalismo, asumiendo la propiedad y el control de los recursos productivos de la sociedad de la élite y reemplazando este sistema con la autogestión democrática de los trabajadores: el socialismo.

Este documento expone las opiniones actuales del Comité Exterior del GAP sobre las crisis del capitalismo y la forma de superarlas luchando por una sociedad socialista. Si bien pretende ser un resumen de nuestras perspectivas que pueden guiar nuestro trabajo, aquellos interesados ​​en el socialismo les presentamos nuestras opiniones e incorpora una serie de posiciones políticas y documentos desarrollados previamente por El Comité Exterior del GAP, y serán revisados ​​y actualizados para reflejar los nuevos desarrollos, experiencias y luchas.

Una organización socialista o de izquierda no necesita un acuerdo detallado sobre teoría e historia. Pero una comprensión general del capitalismo, tanto internacional como en Chile, de la naturaleza de la alternativa socialista y de los objetivos, demandas y métodos de lucha anticapitalista, puede ser muy útil para guiar nuestro trabajo.

Las experiencias del movimiento socialista y las revoluciones desde mediados del siglo XIX y las luchas anticapitalistas masivas en toda América Latina en la actualidad brindan ricas lecciones para los militantes socialistas y comunistas y frenteamplistas del siglo XXI.

Este documento comienza con un resumen general de la naturaleza del capitalismo, continúa con un resumen del desarrollo del capitalismo en Chile, presenta nuestras perspectivas sobre las luchas actuales y concluye con nuestra visión de cómo podría ser la transición al socialismo.

 

CAPITALISMO GLOBAL
NATURALEZA DEL CAPITALISMO

 

El capitalismo es una forma de sociedad de clases. A diferencia de las formas más antiguas de sociedad de clases basadas en la esclavitud o las jerarquías tradicionales vinculadas al control de la tierra (feudalismo), el capitalismo se basa en la propiedad privada de los medios de producción y la organización de la vida social y económica a través del mercado. Bajo el capitalismo se adoptan formas antiguas de explotación y opresión y se desarrollan nuevas formas.

 

ESTRUCTURA DE CLASE

 

La vida económica y social en las sociedades globalizadas capitalistas se basa en gran medida en las relaciones entre tres clases, o grupos de personas con una posición similar en la estructura socioeconómica:

La clase capitalista: una minoría muy pequeña de personas posee y controla la mayor parte de los recursos productivos de la sociedad: las fábricas, las minas, los bloques de oficinas y los centros comerciales. Los capitalistas, sin aportar nada necesario a la sociedad, pueden tomar la mayor parte de la plusvalía de la producción en forma de ganancias. Este dominio económico le da a los dueños del capital el control de la vida política y cultural y constituyen así una clase dominante.

La clase trabajadora: la gran mayoría de las personas en una sociedad capitalista desarrollada son trabajadores o sus dependientes. Los trabajadores son aquellos que no poseen suficientes propiedades para ganarse la vida y necesitan vender su fuerza de trabajo, su capacidad para trabajar de manera productiva, a un empleador, ya sea en el trabajo "de cuello azul" o "de cuello blanco". Si bien son explotados económicamente bajo el capitalismo, los trabajadores son potencialmente la fuerza más poderosa en la sociedad, debido a la naturaleza social de la producción.

Clases medias: son agrupaciones sociales que juegan un papel intermedio entre capitalistas y trabajadores. Incluyen formas más 'tradicionales' de pequeños capitalistas, como agricultores y dueños de tiendas, que pueden ser autónomos o emplear a un pequeño número de trabajadores. Las capas de clase media también incluyen a aquellos en puestos asalariados con considerable poder y autonomía en el trabajo y / o cuyos ingresos les permite acumular propiedades generadoras de ingresos significativas, por ejemplo, gerentes y algunos profesionales altamente calificados y bien remunerados. Las capas de clase media son a menudo una base social para el capitalismo, pero pueden ganarse para la causa de la clase trabajadora y el socialismo. Hay cierta superposición entre las posiciones de clase. Por ejemplo, existe un área gris entre los puestos de clase trabajadora y de clase media en el trabajo de algunos profesionales asalariados altamente calificados y bien remunerados, y algunos están obligados a trabajar bajo acuerdos formales de tipo contratista donde su falta de autonomía y poder en el trabajo significa son en realidad trabajadores.

 

DESARROLLO DEL IMPERIALISMO

 

La propiedad privada y las relaciones competitivas del mercado conducen inevitablemente a una mayor concentración de riqueza y poder. A fines del siglo XIX, estos procesos habían llevado al capitalismo como un sistema global que entraba en una fase imperialista o monopolista capitalista.

Las economías más desarrolladas de Europa y América del Norte habían sido dominadas por unas pocas grandes corporaciones que, debido a la necesidad del capitalismo de expandirse constantemente, tuvieron que encontrar nuevos lugares para invertir su capital y necesitaron nuevos mercados para sus bienes y nuevas fuentes de materias primas.

Casi toda América Latina, África y gran parte de Asia fueron rápidamente tomadas por estos estados. Después de la Segunda Guerra Mundial, los movimientos de masas para la descolonización obtuvieron la independencia de la mayoría de las antiguas colonias.

Pero continuaron dominados económica y políticamente por los países ricos a través de enormes cargas de deuda, comercio desigual y falta de acceso a tecnologías más productivas. En algunos países como Vietnam, China, Corea del Norte y Cuba hubo revoluciones que desafiaron la dominación imperialista. Estas revoluciones lograron algunos avances, pero enfrentaron grandes dificultades para construir una nueva sociedad en un mundo dominado por los países ricos, mientras estaban sujetos a una serie de ataques, incluidos bloqueos económicos, sabotajes y agresiones militares.

Más recientemente, las empresas transnacionales con sede en los países ricos han transferido parte de su producción a los países pobres, especialmente a China y Asia. Esto ha resultado en la despiadada explotación de los trabajadores de estos países.

 

CONTRADICCIONES DEL CAPITALISMO

 

El capitalismo da lugar a una serie de contradicciones que producen explotación, opresión, guerras y destrucción ambiental.

Estos incluyen las contradicciones entre:

  • El trabajo como actividad social y la expropiación privada del excedente producido por el trabajo;
  • La necesidad de que los capitalistas expandan la producción y minimicen los salarios;
  • La mecanización de la producción y la tasa de ganancia, generada por el trabajo humano;
  • La producción internacional y la existencia continua de estados nacionales competitivos;
  • La "igualdad" formal en el mercado y los intereses de los capitalistas en fomentar divisiones basadas en el sexo, el origen étnico y la sexualidad para explotar mejor y gobernar a los trabajadores; Producción con fines de lucro a toda costa y la existencia continua de un entorno habitable.

La naturaleza contradictoria del capitalismo conduce a crisis económicas regulares de sobreproducción, continuas opresiones específicas basadas en el sexo, el origen étnico y la sexualidad, los conflictos y la explotación entre los estados, y las crisis ecológicas.

 

NATURALEZA DEL ESTADO CAPITALISTA

 

La naturaleza explotadora y opresiva del capitalismo, y la competencia entre capitalistas, da lugar a la necesidad de que un estado brinde un entorno seguro para satisfacer los intereses de los capitalistas.

Las fuerzas armadas, la policía y el sistema de justicia brindan seguridad física y las burocracias del sector público brindan regulación del mercado y alguna medida de educación y atención médica para ayudar a reproducir a las nuevas generaciones de trabajadores productivos.

El poder económico de los capitalistas les da un control decisivo sobre estas instituciones del estado y también sobre las instituciones parlamentarias elegidas formalmente.

 

CONTROL IDEOLÓGICO CAPITALISTA

 

El poder económico de los capitalistas también significa que las instituciones con funciones ideológicas y culturales, como los medios de noticias y entretenimiento y las instituciones educativas, están dominadas por ideas procapitalistas.

 

CAPITALISMO Y SISTEMAS DE OPRESIÓN

 

El capitalismo depende y está íntimamente ligado a varias formas de opresión estructural que surgen de las estructuras de la sociedad de clases y las formaciones económicas que produce.

 

OPRESIÓN DE LAS MUJERES

 

Si bien la opresión de las mujeres y las personas LGBT (lesbiana, gay, bisexual y transgénero, como a travesti, transexual e intersexual) existía en sociedades de clases anteriores, esta forma de opresión se ha vinculado íntimamente con el sistema capitalista y el capitalismo depende en gran medida de él.

Para reproducirse, y en particular para reproducir los mercados laborales y las reservas mundiales, el capitalismo requiere que se realice una gran cantidad de trabajo doméstico. Sin embargo, este trabajo no se reconoce como trabajo y no es pagado por la clase capitalista que finalmente se beneficia.

Toda la división del trabajo bajo el capitalismo está organizada según líneas de género, lo que permite la superexplotación de las mujeres. El sistema familiar patriarcal es la base de esta opresión.

 

RACISMO

 

Para que el capitalismo sea funcional y rentable a escala mundial, es necesario que poblaciones enteras de personas sean sometidas sistemáticamente.

Ya sea para limpiar a las personas de tierras ricas en recursos naturales o para excusar las malas condiciones de trabajo para un determinado sector de la población, el capitalismo utiliza el racismo para justificar políticas que en última instancia socavan la solidaridad entre todos pueblos y de los trabajadores.

El racismo surgió como un aspecto íntimo de la ideología capitalista y, como tal, no puede separarse de él.

 

OPRESIÓN DE LESBIANAS, GAYS, BISEXUALES, TRANSGÉNERO, INTERSEXUALES Y QUEER (LGBTIQ)

 

En un sistema económico que se basa en el mantenimiento de la familia como una unidad económica básica, las personas que son vistas como desafiando la forma en que esta unidad está organizada son inevitablemente perseguidas, marginadas.

Las personas con diversas identidades sexuales o de género no se ajustan al modelo de vida social y a la división del trabajo necesaria para que funcione la economía mundial, y como tal son perseguidas y discriminadas rutinariamente en las sociedades capitalistas.

 

OPRESIÓN DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD

 

El capitalismo, como sistema económico, exige trabajadores eficientes y productivos, medidos en la cantidad de mercancías y ganancias que alguien puede producir.

Tal lógica económica inevitablemente victimizará a las personas con razones de salud física o mental por no ser 'productivas' en el sentido que exigen los empresarios, la élite, los capitalistas.

El capitalismo no valora a las personas como seres humanos, sino como herramientas para la producción.

 

EL DESARROLLO DEL CAPITALISMO EN CHILE

 

El capitalismo se desarrolló en Chile en la forma de un estado colonial y de colonos, basado en el despojo de las naciones aborígenes; tierras aborígenes robadas y los valiosos recursos que allí se encuentran; y el trabajo aborigen no remunerado o mal pagado utilizado para establecer la industria pastoral.

Antes de la llegada de los europeos en 1492, este vasto continente y las islas del caribe circundantes estaban pobladas por naciones aborígenes e isleños. Se hablaron más de 600 idiomas. Durante decenas de miles de años, estas naciones establecieron estructuras sociales, políticas y económicas con diversos grados de complejidad. Se dedicaron al comercio, por ejemplo, los clanes en el norte del continente intercambiaron perlas y frutas con los del sur, y gestionaron de manera sostenible los frágiles ecosistemas de sus propiedades.

El proceso de colonización, que comenzó en los 1500, requirió la destrucción de estas estructuras y la imposición de una sociedad de clases traída de España, Gran Bretaña y Francia por los colonizadores.

En todo el continente, los pueblos originarios resistieron. Pero los tratados nunca se negociaron sobre el uso o el asentamiento de la tierra y los colonizadores inventaron una ficción legal, terra nullius, para justificar su anexión ilegal y violenta.

Bajo gobiernos sucesivos, poblaciones enteras fueron eliminadas o bien forzadas a misiones, se les negó su idioma y cultura, y café, maiz y tabaco para vivir. En muchas áreas, se les dio mantas enfermas (contaminadas) o harina de maiz envenenada, y a los grupos de caza se les pagó una recompensa por perseguir y matar a aquellos que se negaron a aceptar el nuevo orden.

A lo largo de los siglos pasados, los niños aborígenes fueron retirados de sus familias y comunidades. A estos niños se les mintió sobre su herencia, y se los utilizó como mano de obra semiesclava, como sirvientas o en estaciones de ganado, cafetales y azucareras y se los maltrataba con frecuencia.

Una clase capitalista europea desarrollada en Chile. Durante mucho tiempo vio a Chile como un puesto avanzado del Imperio español. Pero con el tiempo se hizo más independiente de España, convirtiéndose después de las guerras napoleónicas en un socio menor de los Estados Unidos y Gran Bretaña. Mientras tanto, se habían desarrollado formas de gobierno relativamente democráticas en Chile durante el siglo XIX, por la independencia y / o la democracia burguesa que eran necesarias en otros países.

Sin embargo, hubo luchas populares lo que planteó una serie de demandas políticas y democráticas, incluido el sufragio universal, el derecho de las clases no propietarias, la reforma al comercio y emitió un desafío al dominio imperial español.

En general, la clase trabajadora chilena se desarrolló en condiciones relativamente combativas y para nada favorables. Si bien ha habido importantes luchas de la clase trabajadora y el desarrollo de corrientes radicales de la clase trabajadora desde mediados del siglo XIX, las ideas de nacionalismo, colaboración de clase e incluso el chovinismo y el racismo también se hicieron frecuentes entre las capas de la clase trabajadora y la clase media.

El desarrollo económico en Chile ha estado ligado al racismo: desde el despojo y la súper explotación de los pueblos originarios, al secuestro, traslado y esclavitud de personas desde África, una práctica conocida como 'esclavitud', a fines del siglo XVII y principios del XIX; a las políticas inhumanas y de explotación hacia las sucesivas oleadas de migrantes, refugiados y trabajadores en los siglos XX y XXI; a la continua explotación forestal y minera y el robo de recursos minerales y energéticos.

En la actualidad, Chile es una pequeña factoria norteamericana y un socio subalterno del sistema imperialista dominado por los Estados Unidos.

 

ESTRATEGIAS Y TÁCTICAS; 
UNA PERSPECTIVA TRANSFORMADORA, NUEVA, POPULAR Y DEMOCRÁTICA

 

Para ganar un futuro verdaderamente democrático, pacífico, justo y ecológicamente sostenible, los trabajadores y el pueblo deben tomar la propiedad y el control de los recursos productivos de la sociedad de las manos de la minoría capitalista y transferirlos a la sociedad en su conjunto.

La riqueza colectiva y las capacidades tecnológicas de la humanidad deben invertirse urgentemente en una transformación radical hacia una sociedad ecológicamente sostenible que sea justa, equitativa y libre de todas las divisiones de clase.

Esto solo puede lograrse mediante una expansión cualitativa en la democracia directa y la planificación democrática en todos los niveles. Para hacer esto, necesitamos luchar para derrotar el poder de la clase capitalista y transferir el poder político y económico a la clase trabajadora y a todos los grupos explotados y oprimidos. Entonces podemos comenzar la transición a una sociedad socialista.

Todos los intentos anteriores para poner fin al gobierno de la poderosa minoría capitalista se han encontrado con represión. La clase trabajadora y la mayoría oprimida pueden derrotar esta represión solo con la autoorganización más completa.

Una transferencia revolucionaria de poder requerirá nuevas instituciones democráticas de poder popular basadas en la autoorganización independiente de todos los grupos oprimidos.

El camino para construir la conciencia y la autoorganización lo suficientemente poderosas como para formar un nuevo poder político radica en hacer campaña contra todas las instancias de explotación y opresión capitalista, y a través de la acción de masas independiente.

El resto de esta sección analiza cómo nuestra perspectiva y nuestra orientación táctica de acción de masas independiente informa nuestra visión del papel que le corresponde a un transfigurado y ya casi extinto Partido Socialista y Partido Comunista y el fenómeno del Frente Amplio, y cómo nos orientamos dentro del sistema actual de correlación de fuerzas.

La siguiente sección discute nuestro enfoque general en términos de análisis, lemas y demandas.

 

EL PAPEL DE UN NUEVO FRENTE DEL PUEBLO

 

El objetivo fundamental del Comité Exterior del GAP es contribuir a la construcción de un nuevo frente del pueblo o una nueva alianza de masas que pueda educar, organizar y movilizar a los sectores populares y otros grupos oprimidos para reemplazar el poder de la oligarquía con el poder popular.

Para avanzar en este objetivo, necesitamos construir una organización socialista ahora y profundizar su conexión y autoridad entre los trabajadores y las masas.

Estamos abiertos a unirnos con todos los que están preparados para unirse a nosotros en este objetivo, y ser parte de cualquier formación política que pueda avanzar hacia este objetivo inmediato.

Reconocemos que cualquier forma que adopte una organización socialista hoy es solo un paso en un proceso mucho más grande y aún en desarrollo de construir un partido capaz de liderar tal lucha.

Un frente del pueblo o nueva alianza capaz de liderar una verdadera lucha tendrá que unir el liderazgo socialista real que se desarrolla en el curso de la lucha contra el cruel sistema de saqueo y explotación.

Los tipos de movimientos y la conciencia de masas que permitirían el desarrollo de un frente del pueblo aún no se ha cristalizado en Chile.

La responsabilidad de cualquier grupo socialista serio es ayudar a crear las condiciones previas para el surgimiento de una fuerza tan organizada y combativa entre los sectores populares, de los oprimidos y principalmente de los trabajadores.

Un pequeño grupo de orientación socialista debería ayudar a construir e iniciar luchas o unirse a las luchas existentes para ganar mejoras en el aquí y ahora. Tales luchas, combinadas con la experiencia histórica y el alcance educativo a más y más personas, pueden ayudarnos a trabajar para construir el frente del pueblo, esa alianza masiva que Chile necesita.

Una organización socialista seria no comienza con la ilusión de que tiene un programa 'correcto' terminado e inmutable. Por ende desarrollará su programa político en el proceso de participación en tales luchas, a través del cual buscará ganar un liderazgo real y autoridad política y unirse en torno a la lucha por el socialismo con los verdaderos liderazgos que surjan.

Un compromiso colectivo serio en la lucha de clases y el desarrollo y prueba de un programa político efectivo requiere organización en torno al principio de unidad en acción con libertad de discusión y opinión.

Una organización socialista necesita tener una constitución y una estructura democráticas respaldadas por la práctica política unitaria. La garantía final de esta democracia es una membresía educada y comprometida. Por lo tanto, el Comité Exterior del GAP se esfuerza por ser una organización en la que todos los miembros sean activos de acuerdo con sus circunstancias (trabajo o estudio, edad, salud, responsabilidades familiares, ubicación) en la construcción de la organización, sus campañas políticas y proyectos.

El Comité Exterior del GAP busca aumentar su peso e influencia en las masas populares y "partidos populares", ya que el socialismo sigue siendo simplemente un sueño a menos que pueda convertirse en un movimiento de masas como tal. La organización que aspiramos para Chile debe esforzarse constantemente por ser, en general, un auténtico partido de trabajadores. Sus estructuras y cultura deben ser accesibles para los trabajadores y la organización tiene el deber de proporcionar la educación política y el apoyo colectivo necesarios para permitir la participación igual y efectiva de los trabajadores en la vida política de la organización.

Cualquier organización socialista que este activa también debe prestar especial atención al reclutamiento de jóvenes, que pueden ser los activistas más seguros y enérgicos. Los jóvenes están relativamente libres de las presiones de la vida familiar y del peso de las derrotas pasadas sufridas por nosotros. Para desarrollar la experiencia y la confianza de los activistas más jóvenes, el Comité Exterior del GAP, no puede ser de otra forma, fomentara las estructuras de liderazgo que permiten que los jóvenes se desarrollen asumiendo la responsabilidad de liderazgo.

 

ACCIÓN DE MASAS Y LUCHAS POR LAS REFORMAS

 

Los militantes de base de los partidos populares abogan, alientan y buscan organizar la lucha de masas en defensa de los intereses inmediatos, históricos y globales del pueblo chileno.

La caída del actual gobierno de empresarios y oligarcas y del sistema que administra, será el resultado final de un proceso de aumento de la conciencia de la clase trabajadora, la autoconfianza y la unidad en la acción. La propaganda y la agitación por sí solas no pueden provocar la transformación necesaria de la conciencia de masas. La experiencia directa del éxito en las luchas de masas es esencial. Tales luchas de masas son a menudo luchas por reformas para mejorar las condiciones de vida inmediatas de las masas.

Una organización socialista debe evitar tanto el reformismo, la visión de que las luchas deben limitarse a demandas compatibles con el sistema capitalista, y el ultraizquierdismo, el rechazo de las reformas o el uso de métodos de lucha superficialmente "militantes" que marcan la participación de las masas.

 

LOS SINDICATOS, LOS TRABAJADORES

 

Los sindicatos solo abarcan hoy a una pequeña parte de la clase trabajadora, pero siguen siendo los vehículos organizativos básicos para la defensa cotidiana de los trabajadores de sus intereses económicos contra la clase explotadora.

También siguen siendo la institución clave a través de la cual el Partido Socialista y Partido Comunista mantiene su influencia política sobre la clase trabajadora. Esto a pesar del hecho de que la densidad sindical se ha reducido del casi 90% a principios de la década de 1970 al 10% en 2018.

La batalla por el liderazgo político en los sindicatos sigue siendo una prioridad importante para los militantes socialistas y comunistas. Los partidos populares deberían luchar en los sindicatos para maximizar su efectividad en la defensa de los intereses inmediatos de los trabajadores y, en el curso de tales luchas, ganar a los trabajadores a una perspectiva de cambio y socialista.

Los Partidos Socialista y Comunista a lo largo de la historia fortalecen el movimiento sindical promoviendo la democracia sindical, la unidad laboral y la organización colectiva. La democracia sindical implica el derecho de las filas sindicales a determinar libremente los objetivos y la política del sindicato, y a elegir y destituir a los líderes sindicales.

La garantía final de tal democracia es la participación de todos los miembros en las actividades del sindicato, particularmente a nivel del lugar de trabajo. Para ello se necesita una estructura sólida de delegados en cada lugar de trabajo.

Los Partidos Socialista y Comunista también fortalecieron el movimiento sindical y la clase trabajadora en su conjunto desde la formación de la histórica FOCH, la CTCH y la CUT en la campaña para la sindicalización de trabajadores industriales y del campo no organizados y extender la solidaridad a todos los trabajadores en lucha.

  • Romper divisiones estrechas y promover la fusión democrática en sindicatos que abarquen a todos los trabajadores en una rama determinada de la industria es una necesidad urgente.
  • Promover la plena participación en la vida de los sindicatos por parte de grupos de trabajadores especialmente oprimidos, como mujeres, migrantes, jóvenes y desempleados es una prioridad.
  • Promover la solidaridad internacional de la clase trabajadora es un deber.
  • Instando a los sindicatos a asumir las luchas de los oprimidos y las luchas por un medio ambiente sostenible es una obligación.

Los Partidos Socialista y Comunista en los sindicatos, especialmente cualquier posición de liderazgo u organizador, deben trabajar unitariamente por el bien general de la organización. Si bien deben rendir cuentas a los miembros del sindicato a través de las estructuras democráticas, deberían tratar de ganar miembros sindicales para una política socialista.

Los Partidos Socialista y Comunista en posiciones de liderazgo en los sindicatos deben ofrecer liderazgo político no solo en las preocupaciones inmediatas de los miembros del sindicato, sino también en todos los principales asuntos políticos del día que impactan en la clase trabajadora y otros grupos oprimidos. Deben tratar de presentar el interés independiente de la clase trabajadora en todas las cuestiones políticas y movilizar a los sindicalistas en torno a estas cuestiones siempre que sea posible.

 

LAS LUCHAS INDEPENDIENTES DE LOS OPRIMIDOS

 

El movimiento de la clase trabajadora comprende mucho más que los sindicatos y es mucho mas heterogéneo. Los militantes deben tratar de ganar el liderazgo en las otras organizaciones, instituciones y grupos de campaña que se organizan contra la explotación y la opresión capitalista.

Además, los militantes deberían tratar de proporcionar liderazgo político en las luchas de todos los demás grupos oprimidos por el sistema. Tal liderazgo puede proporcionarse informando y exponiendo estas opresiones a través de la propaganda de la organización y mediante la participación directa en las acciones y / o cuerpos organizadores de tales luchas.

Los militantes socialistas y comunistas abogan, alientan y buscan organizar la lucha de masas independiente (de la clase capitalista) de la clase trabajadora en defensa de sus propios intereses y contra todas las opresiones. Al involucrarse en luchas contra todas las opresiones, los militantes socialistas y comunistas y frenteamplistas buscan construir un puente entre las luchas inmediatas de la clase trabajadora y otros grupos oprimidos, y la lucha anticapitalista más amplia. Es solo a través de tales luchas que la clase trabajadora puede desarrollar una conciencia de la necesidad de reemplazar el capitalismo con el socialismo y emanciparse a sí misma.

La defensa sistemática por parte de los militantes socialistas y comunistas de las luchas contra todos los males del sistema capitalista es parte del proceso de desarrollo de la clase trabajadora desde el tema de la opresión capitalista hasta el poder autoconsciente que puede poner fin al gobierno de clase minoritaria y organizar la transición a un nueva sociedad sin clases.

Comenzando con la organización de los elementos políticamente avanzados de la clase trabajadora, este proceso eventualmente puede involucrar a las capas más amplias de la clase. La participación socialista en las luchas contra diversas opresiones siempre debe estar dirigida a maximizar la acción de masas independiente. Los militantes socialistas y comunistas deben ser constructores serios de los movimientos y abogar por pasos que avancen el movimiento, se conecten con la clase trabajadora y pongan en acción al mayor número posible de personas. Las intervenciones siempre deben respetar la democracia y la independencia de las estructuras de movimiento. Esto es particularmente importante en los movimientos contra las opresiones en las que la clase capitalista explota y fomenta prejuicios arraigados para dividir a la clase trabajadora, por ejemplo a través del racismo y el sexismo.

 

LA TÁCTICAS ELECTORALES

 

La forma principal de la lucha de los trabajadores y los oprimidos por el poder político es la movilización masiva: huelgas, manifestaciones, piquetes, etc. Esto necesariamente implica el desarrollo de nuevas formas de organización independientes del Estado. Sin embargo, no deberían abstenerse de usar el área electoral para presentar sus críticas al capitalismo y presentar una alternativa anticapitalista.

En este ámbito, que todavía es considerado por la mayoría de los trabajadores como el principal foro político y el vehículo para satisfacer sus necesidades sociales y económicas. Los militantes necesitan usar la apertura provista por las elecciones parlamentarias para construir nuestro perfil y membresía, ganar una audiencia entre secciones más amplias de trabajadores y así avanzar los movimientos sociales.

Donde sea factible, los militantes buscan ganar cargos para avanzar en estos objetivos. En el proceso de trabajo electoral, buscamos exponer las limitaciones y la naturaleza esencialmente antidemocrática del sistema heredado de la dictadura y explicar cómo estos pueden ser reemplazados por un sistema genuino de autogobierno popular. Dicha alternativa se basaría en la propiedad social de los medios de producción y aumentaría enormemente la participación real de las masas y su control sobre las decisiones que afectan sus vidas.

Los militantes de izquierda deben ser vistos como los defensores más fuertes de la democracia, exponiendo las limitaciones de la democracia burguesa y haciendo campaña para la extensión de la democracia a la esfera económica. Sin embargo, el objetivo principal de las campañas electorales parlamentarias es desarrollar la conciencia política y la autoactividad de las masas y atraer a todas las organizaciones progresistas a la actividad política de masas.

Los militantes elegidos como representantes en cualquier nivel de gobierno deben actuar como "tribunas del pueblo". Deben tratar de utilizar estas posiciones en los organismos gubernamentales para organizar campañas y movilizaciones públicas en interés de la clase trabajadora y los sectores oprimidos y tomar todas las medidas progresivas posibles en el marco de estas instituciones. También deberían usar estas plataformas para presentar posiciones militantes, incluida la necesidad de construir nuevas instituciones de poder popular.

Los representantes elegidos deben trabajar bajo la estrecha dirección de la organización, no retener más que el salario promedio de un trabajador calificado y en todo momento presentar las posiciones políticas del partido. También deberían apoyar el desarrollo de nuevas formas de organización democrática o de la clase trabajadora y otros grupos oprimidos que son independientes del aparato del Estado.

Los partidos populares deben proporcionar respuestas claras a los problemas que enfrentan los trabajadores para movilizar las fuerzas necesarias para derrocar al capitalismo. Las demandas y tácticas relevantes en cualquier campaña dependerán de la etapa de la lucha y las fuerzas involucradas.

Las demandas, quizás las más específicas y los puntos de política más urgentes se exponen en la Plataforma Mínima. Aquí exponemos los principales temas y enfoques.

 

POR UNA DEMOCRACIA AUTÉNTICA Y REAL

 

Necesitamos un sistema político radicalmente diferente: un sistema de democracia participativa que capacite a la gran mayoría de las personas que actualmente están excluidas.

Para lograr una democracia genuina es necesario recuperar la propiedad social de la economía de la que todos dependemos y que ha sido privatizada por la clase capitalista. La verdadera democracia es imposible si una parte de la sociedad, los capitalistas, son dueños de la economía y la otra parte, los trabajadores, se ven obligados a trabajar para ellos.

Un nuevo sistema se basaría en organizaciones de democracia popular en barrios locales, lugares de trabajo, escuelas, universidades y colegios, que podrían tomar decisiones directamente que afecten a sus respectivas comunidades.

Las elecciones a dichos organismos locales de autogobierno y a una asamblea nacional de estos organismos deberían basarse en una representación proporcional. Los representantes deben recibir el salario promedio de un trabajador. Deben estar sujetos a retiro a través de un proceso simple si sus electores no están satisfechos. La edad para votar debe reducirse a 16 años. Todos los funcionarios públicos deben estar sujetos a elección y destitución. Los trabajadores deberían poder elegir a sus gerentes y dirigir colectivamente sus lugares de trabajo. Los principales objetivos y metas de la actividad económica deben decidirse popularmente. Los medios de comunicación deben estar bajo el control de la comunidad para reflejar los intereses y preocupaciones de la gente común.

 

POR LOS DERECHOS SOCIALES Y ECONÓMICOS PARA TODAS Y TODOS

 

La solución capitalista a las crisis económicas es aumentar radicalmente la tasa de ganancia mediante la reducción de los niveles de vida y las condiciones de trabajo de la clase trabajadora. Esto se combina con medidas de austeridad para restringir el gasto público en medidas que no ayudan directamente a los capitalistas y para obligar a más personas a trabajar.

Los partidos populares, por el contrario, defienden los intereses de los trabajadores y hacen campaña para colocar la carga de la crisis en quienes la han causado, los capitalistas.

La respuesta socialista a las crisis económicas capitalistas incluye programas masivos de obras públicas; la nacionalización del sector financiero; el derecho de los trabajadores a organizarse y actuar libremente; seguridad garantizada del trabajo y un salario digno para todos; campañas para lugares de trabajo saludables y seguros; campañas por la igualdad y contra la discriminación en el trabajo.

 

POR LA LIBERACIÓN DE LA MUJER

 

El sexismo y la misoginia están profundamente arraigados en todas las sociedades de clases, aunque se han logrado algunos avances importantes a través de la lucha. Las mujeres son sistemáticamente oprimidas en la sociedad de clases a través del sistema familiar patriarcal.

Esta institución permite la transmisión de la propiedad privada y la perpetuación de las divisiones de clase de una generación a la siguiente y permite a los capitalistas derogar la responsabilidad social del bienestar económico de aquellos cuyo trabajo explotan.

El sistema familiar patriarcal impone una división social del trabajo basada en la subyugación de las mujeres y su dependencia económica de un hombre individual: su padre o pareja masculina.

Sobre esta base material, las clases de explotadores fomentan una ideología sexista omnipresente. Esto retrata a las mujeres como física y mentalmente inferiores a los hombres, y biológicamente no aptas para otros roles que no sean la procreación y el trabajo doméstico.

El bajo estatus de las mujeres en la sociedad de clases se convierte en la fuente de violencia contra la mujer, incluida la violación, la violencia doméstica y otras formas de violencia misógina. Es esta opresión de las mujeres lo que también apuntala la concentración de las mujeres en ocupaciones tradicionalmente 'maltratadas' tradicionalmente de mujeres y hace posible la súper explotación del trabajo de las mujeres por parte de la clase capitalista.

La opresión de las mujeres como sexo constituye la base objetiva para la movilización de las mujeres en lucha a través de sus propias organizaciones. Si bien todas las mujeres están oprimidas como sexo, los efectos de esta opresión son diferentes para las mujeres de diferentes clases sociales.

Las trabajadoras experimentan la opresión sexista en sus formas más agudas y, a diferencia de las mujeres de las clases propietarias, no tienen interés en mantener la fuente última de esa opresión: el sistema de propiedad privada.

Los partidos populares apoyan la construcción de un movimiento de liberación masiva de mujeres organizado y dirigido por mujeres, cuya primera prioridad es la lucha para ganar y defender los derechos de las mujeres. Sin embargo, para que el movimiento de liberación de mujeres tenga éxito, debe asumir las demandas de las mujeres de la clase trabajadora e involucrarlas en el liderazgo del movimiento. Solo fusionando los objetivos y las demandas del movimiento de liberación de las mujeres con la lucha de la clase trabajadora y otros movimientos progresistas se unirán las fuerzas necesarias para lograr la liberación de las mujeres.

 

POR LA LIBRE EXPRESIÓN DE GÉNERO Y SEXUALIDAD

 

Vivimos en una sociedad que intenta dictar la preferencia sexual y la identidad de género promoviendo los estereotipos de género y las actitudes homofóbicas que sustentan a la familia nuclear heterosexual, y promoviendo el matrimonio y la familia nuclear como el único modelo legítimo para las relaciones.

Las lesbianas, los hombres homosexuales, los bisexuales, las personas trans y las personas intersexuales sufren opresión porque sus vidas desafían a la familia nuclear, que es una piedra angular económica del capitalismo.

Los partidos populares se oponen a todos los intentos de calzar a las personas en conformidad sexual y de género. Creemos que es un derecho democrático básico que se reconozca la autodefinición de una persona de preferencia sexual e identidad de género.

El heterosexismo existe en casi todos los niveles de esta sociedad, y la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género está arraigada en todas las instituciones clave de la sociedad: educación, salud, derecho, medios de comunicación, familia, iglesia y estado.

Los partidos populares apoyan desde sus distintas plataformas a movimientos sociales políticamente independientes y autoorganizados que luchan contra la opresión de las mujeres, las lesbianas y los hombres homosexuales, las personas trans e intersexuales, las personas con VIH y las trabajadoras sexuales a través de la acción de masas independiente.

Nos oponemos al sexismo, el racismo, el envejecimiento y la discriminación contra las personas con discapacidad dentro de las comunidades de lesbianas y gays, como lo hacemos en la comunidad en general.

 

POR LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS

 

En los 1500 Chile fue invadido y colonizado, pero la soberanía de los habitantes originales de este país nunca fue cedida.

Para nuestros pueblos originarios este proceso de colonización y despojo ha incluido traumas intergeneracionales, esclavitud, genocidio, asimilación y pérdida de lenguaje, cultura e identidad.

Este legado, junto con el continuo racismo institucionalizado, ha resultado en una carga de salud masiva, disparando las tasas de encarcelamiento y una esperanza de vida más corta.

A las comunidades aborígenes, particularmente en áreas remotas, se les ha dado la falsa elección de 'dependencia del bienestar' por un lado o 'desarrollo' al permitir que las compañías mineras o medereras tengan acceso a sus tierras, por el otro.

El enfoque del Comité Exterior del GAP es proporcionar solidaridad y apoyo a todas las luchas por la justicia por parte de los pueblos aborígenes e originarios para el reconocimiento como habitantes originales y en curso, compensación total por la colonización, igualdad social y económica, soberanía, un tratado vinculante y derechos inalienables a la tierra.

 

CONTRA EL RACISMO, POR LOS DERECHOS DE LOS MIGRANTES Y REFUGIADOS

 

El despojo de los pueblos originarios y sus tierras colonizadas, y la institución de la esclavitud en las Américas, dio lugar a la ideología del racismo: la opinión de que aquellos con pieles blancas son superiores a los que tienen pieles no blancas.

En las últimas décadas, el racismo basado en antecedentes étnicos, lingüísticos, culturales y / o religiosos, que también puede relacionarse con diferencias físicas, ha desempeñado un papel ideológico similar al racismo basado en la superioridad "blanca": la "blancura" en sí misma es una construcción histórica y en constante cambio de categoría.

Por ejemplo, la islamofobia es una forma clave de racismo en muchos países ricos hoy en día. Estas ideologías se han utilizado para dividir a la clase trabajadora, desde las sucesivas oleadas de inmigración: en el siglo XVI. XVII y XVIII provenientes de Europa, más recientemente, las personas de América Latina. Asia oriental, Oriente Medio y África en el siglo XX y XXI.

Los partidos populares hacen campañas para ayudar a la participación de los migrantes de todos los orígenes para participar plenamente en la vida social y ayudar a romper los prejuicios. Dichas medidas deben incluir cursos gratuitos de castellano; reconocimiento de todas las calificaciones en el extranjero; programas escolares sobre el idioma, la historia y la cultura de cualquier nacionalidad que elijan los estudiantes.

Los partidos populares hacen campaña por los derechos de ciudadanía plenos para todos los trabajadores extranjeros que viven en Chile. Esto es para poner fin a los acuerdos de migración y empleo explotadores a los que están sometidos actualmente, que crean grandes ganancias para la clase capitalista, y para garantizar que todos los trabajadores en Chile, ya sean nacidos aquí o no, disfruten de los salarios y condiciones históricamente luchados por el movimiento obrero.

Desde principios de la década de 1990, los sucesivos gobiernos chilenos han vilipendiado particularmente a quienes buscan asilo en Chile por la guerra, la opresión, la pobreza o el cambio climático. Los partidos populares apoyan el derecho de todos a entrar y vivir en Chile.

Como pasos inmediatos hacia este objetivo, consideramos urgente el hace campaña por el fin de la política de detención obligatoria y por el acceso equitativo de los solicitantes de asilo a la gama completa de servicios de seguridad social, salud, vivienda, transporte, educación y empleo que cualquier otro chileno.

 

POR UN DESARROLLO ECOLÓGICAMENTE SOSTENIBLE

 

Vivimos bajo el reinado de una clase dispuesta a poner en peligro nuestras vidas y las de las generaciones futuras por dinero rápido. El capitalismo destruye el hábitat y hace que las especies se extingan, sin embargo, la supervivencia de la vida animal y vegetal es esencial para el progreso humano y no debe contraponerse al llamado "desarrollo". Somos bombardeados con productos químicos en nuestros alimentos, agua y aire.

Los venenos nos atacan en el trabajo, en el hogar y en nuestras comunidades. En nuestras manos, la tecnología se utilizará para el progreso humano; en manos de los capitalistas, se usa para saquear nuestro mundo.

La destrucción del sistema del ríos y la bio-diversidad, una vez poderoso, la contaminación de nuestros ríos y suelo por la sal que amenaza no solo a la agricultura sino a muchos pueblos rurales (y, con el tiempo, ciudades); minas contaminantes a cielo abierto y pozos de gas no convencionales; minas de uranio de lixiviación ácida; y el enorme volumen de asbesto liberado de las láminas de cemento en descomposición y el aislamiento son desastres que pueden demorar siglos en rectificarse, incluso en un Chile socialista.

El capitalismo y la sostenibilidad son conceptos mutuamente excluyentes. Solo el socialismo es sostenible. Pero es necesario detener la destrucción de nuestro mundo ahora, como una cuestión de urgencia.

Los partidos populares deben exigir el comienzo de un programa integral de restauración ambiental y empleo, totalmente financiado por un impuesto sobre las transacciones bancarias corporativas; incluyendo capacitación completa y salarios de adjudicación para todos los trabajadores; Donde se dé preferencia a los trabajadores desplazados de la pesca, la madera y la agricultura, los desempleados rurales, las comunidades aborígenes y los pequeños agricultores.

Siempre que sea posible y apropiado, dichos programas de restauración deben establecerse en consulta con los propietarios tradicionales, es decir. con las comunidades aborígenes locales.

 

CONTRA LA GLOBALIZACIÓN CORPORATIVA
Y LA GUERRA Y POR LA SOLIDARIDAD INTERNACIONAL

 

El impulso de las élites capitalistas competidoras por mayores ganancias está estrechamente relacionado con las guerras en curso en todo el mundo y la constante amenaza de guerra.

Las fuerzas armadas del estado chileno tienen la función de defender los intereses de la clase imperialista global dirigido por Estados Unidos, incluidos sus arsenales nucleares que amenazan la existencia continua de la vida en Tierra.

Por lo tanto, la seguridad de los trabajadores chilenos no se ve reforzada sino amenazada por la estructura y las funciones actuales de las fuerzas militares chilenas.

Los partidos populares defienden la solidaridad y el apoyo político y material para todas las luchas contra el imperialismo, particularmente el imperialismo norteamericano.

Los partidos populares abogan por un cambio radical en la política exterior desde el apoyo a la dominación imperialista hasta el apoyo a la justicia global y la igualdad, una democratización radical de las fuerzas armadas para convertirlas en un instrumento de los trabajadores.

 

LA TRANSICIÓN AL SOCIALISMO

 

No existe un mapa ni un plan precisos sobre cómo puede surgir el socialismo, pero la larga experiencia del movimiento socialista y de una serie de revoluciones y luchas democráticas nos da una guía de cómo podrían desarrollarse las cosas.

El tipo de cambio revolucionario que comienza una transición hacia un sistema social completamente nuevo probablemente se producirá como resultado de la agudización de las luchas contra aspectos particulares de la crisis capitalista. Si tales campañas se desarrollan para incluir la participación consciente y activa de la mayoría de las personas, pueden conducir a luchas por formas mucho más democráticas de poder político y nuevas relaciones sociales y económicas.

En un punto decisivo, puede surgir un nuevo poder gubernamental, basado en movimientos masivos de trabajadores y autoorganización popular, y liderar un proceso de cambio social y económico.

Un paso importante en la lucha por tal cambio en este país podría ser que las fuerzas anticapitalistas sean elegidas para el parlamento y utilicen los recursos de esa institución burguesa para movilizar el apoyo extraparlamentario a las medidas anticapitalistas.

La historia ha demostrado que en este caso, las corporaciones transnacionales y sus aliados parlamentarios intentarían desestabilizar e incluso derrocar a un gobierno tan progresista. La historia también ha demostrado que tendríamos que movilizarnos en las calles, lugares de trabajo, escuelas, campus y vecindarios para defender cualquier movimiento progresivo realizado por dicho gobierno.

Pero lo más importante, para consolidar verdaderamente cualquier cambio socialista significativo, ya sea que un gobierno popular elegido dentro del sistema actual necesite ser defendido de ataques reaccionarios u otros eventos que provoquen una crisis política, nos enfrentaríamos con la necesidad de crear nuevas instituciones de democracia de base. sin el cual la construcción del socialismo es imposible.

 

EL PROBLEMA DE LA BUROCRACIA

 

Los apologistas del capitalismo sostienen que el socialismo nunca funcionará o que siempre conducirá a una dictadura burocrática. Es cierto que algunos gobiernos revolucionarios se han degenerado en regímenes burocráticos, lo que finalmente condujo a la restauración del capitalismo. Esto resalta la centralidad de la lucha por la democracia como parte de la lucha por construir una nueva sociedad.

Pero también es necesario comprender las condiciones objetivas que contribuyeron a tales degeneraciones. La mayoría de las revoluciones en el siglo XX tuvieron lugar en países pobres devastados por la guerra. Enfrentaron constantes ataques de las potencias imperialistas que utilizaron la guerra, el terrorismo y el sabotaje económico para socavarlos. Esto creó escasez y desesperación que eventualmente expulsó a muchas personas trabajadoras de la vida pública y permitió una burocracia cada vez más inexplicable para usurpar el poder y acumular riqueza y privilegios privados.

Si estos países no hubieran sufrido bloqueos, guerras e intervenciones a manos de países más ricos, las cosas podrían haber resultado completamente diferentes. Por lo tanto, los cambios en los países ricos son importantes, no solo para sus propios pueblos sino también para los de los países más pobres.

 

TRANSICIÓN SOCIAL Y ECONÓMICA

 

La naturaleza de la compleja transición de un sistema social a otro variará de un país a otro, según el nivel de desarrollo económico y el curso de las luchas nacionales e internacionales contra el capitalismo.

En un país en vías de desarrollo como Chile, la formación de un nuevo poder gubernamental, la incorporación de grandes empresas privadas a la propiedad pública y la extensión de la planificación económica pueden tener lugar relativamente rápido.

Las medidas importantes para comenzar a abordar la desigualdad material y la discriminación que enfrentan los grupos oprimidos también podrían implementarse con bastante rapidez. Una sociedad socialista se caracterizará por la distribución de bienes y servicios por necesidad.

Pero es probable que se necesite un período considerable de desarrollo, a escala mundial, durante el cual la distribución de bienes y servicios aún tendrá que estar determinada por el trabajo realizado.

Sin embargo, a diferencia del capitalismo, habrá un nivel de vida mínimo decente para todos y el trabajo estará disponible para todos con un mínimo de desigualdad de recompensa. También es probable que pase algún tiempo antes de que las ideas individualistas y discriminatorias alentadas por el capitalismo puedan superarse.

Podemos esperar que la parte central de la transición de la propiedad privada a la colectiva y el control sobre la vida económica sea la nacionalización de sectores decisivos de la economía por parte del gobierno de un pueblo trabajador. El ritmo de tal nacionalización puede depender de la necesidad de que los trabajadores adquieran experiencia de autogestión y la naturaleza de las luchas de clase en el período de transición.

Por ejemplo, algunas nacionalizaciones y otras medidas anticapitalistas pueden ser el resultado de movimientos defensivos contra ataques reaccionarios. Incluso después de una extensa nacionalización, puede ser óptimo para el desarrollo económico que muchas pequeñas y medianas empresas permanezcan en propiedad privada durante algún tiempo, aunque deberían fomentarse las formas cooperativas y la extensión gradual de la propiedad social en todos los sectores.

Los mecanismos de mercado pueden usarse durante algún tiempo, pero cada vez más de una manera subsidiaria y limitada por la planificación democrática de la economía. El objetivo de la planificación económica democrática y el poder político popular en un período de transición al socialismo debería ser poner cada vez más a disposición las necesidades de todas las personas, disminuir el tiempo dedicado al trabajo y proporcionar las condiciones para el libre desarrollo de todos en una clase sin clases. , una sociedad verdaderamente humana y ecológicamente sostenible. 

 

 

 

 

Para profundizar la unidad del pueblo proponemos luchar por los siguientes puntos:

 

CONVOCATORIA A UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE

 

Para conquistar plenamente la democracia y la libertad, y garantizar la justicia social, es necesario acabar con la Constitución del 80, aprobada en dictadura por Pinochet.

 

SALUD PARA TODA LA POBLACIÓN

 

Hay que garantizar un sistema nacional de salud para todos los habitantes. Todas las cotizaciones obligatorias de trabajadores y empleadores deben ir a un Fondo Nacional de Salud. La salud no puede ser tratada como un negocio más, ante todo es un derecho.

 

EDUCACIÓN PÚBLICA DE CALIDAD

 

Hay que acabar con el deterioro de la enseñanza en Chile. La enseñanza pública tiene que ser un orgullo, hay que acabar con el sistema educación municipalizada y particular subvencionada y reconstruir un sistema nacional de educación pública de calidad. La inversión en educación es una prioridad. Basta de transferencias de fondos al sector privado: El dinero público para la educación pública.

 

PENSIONES BASADAS EN UN SISTEMA NACIONAL ÚNICO, DE PROPIEDAD SOCIAL Y BAJO EL CONTROL DE LOS TRABAJADORES Y LOS MISMOS PENSIONADOS

 

Proponemos poner fin cuanto antes al sistema de AFP que no puede garantizar la jubilación de la mayoría de la fuerza laboral, se convertirá en una carga cada vez mayor para el estado que tendrá que garantizar las pensiones mínimas, y además otorgar pensiones a todos los que han quedado fuera del derecho de recibir jubilaciones de las AFP por las llamadas “lagunas previsionales”. La pensión, tras una vida de trabajo, debe alcanzar para una vida digna; reclamamos el establecimiento de una jubilación mínima de $800.000 mensuales.

 

NACIONALIZACIÓN DE LAS RIQUEZAS BÁSICAS Y LOS SERVICIOS ESENCIALES

 

Para recuperar la soberanía nacional, para financiar las reformas y las inversiones que el país necesita con urgencia, es necesario recuperar las riquezas básicas que han sido privatizadas, comenzando por la renacionalización de la producción de Cobre. Los servicios esenciales de energía, agua, comunicación y carreteras en manos de multinacionales deben ser propiedad de la sociedad chilena. Terminar con la entrega del 10% de las utilidades del cobre a manos de las Fuerzas Armadas; que estas platas sean destinadas a objetivos sociales, como terminar con la pobreza.

 

ANULAR LAS PRIVATIZACIONES FRAUDULENTAS

 

El descubrimiento de centenares de cuentas secretas de Pinochet y sus allegados civiles y militares, ha dejado al descubierto la corrupción que se escondía tras su discurso de la probidad pública. El patrimonio del Estado fue rematado a precio vil, y sobre la base de este robo se construyeron las mayores fortunas y grupos de poder. Exigimos el estudio de todas las privatizaciones bajo la dictadura, el establecimiento de las responsabilidades penales y civiles, y la anulación de las privatizaciones mal habidas.

 

REFORMA AGRARIA

 

Hay que acabar con el latifundio y la penetración de las multinacionales en el agro chileno, y la destrucción del medio ambiente.

La tierra para los campesinos, desarrollo de las empresas agro industriales para los trabajadores del campo. Restitución de tierras a las comunidades mapuches y de los otros pueblos prehispánicos. Hay que garantizar que los trabajadores del campo y pescadores artesanales, tengan asegurada una fuente sustentable de ingresos, protegiendo a la tierra y las especies, de la destrucción por contaminación y sobre explotación provocadas en gran medida por multinacionales que buscan el lucro rápido.

 

SALARIO

 

El salario mínimo tiene que ser fijado en base a cifras reales de lo que necesita el trabajador para vivir con dignidad. En este momento el sueldo minimo no nos parece razonable ya que no cubre las necesidades más elementales de sobrevivencia.

Hay que prohibir la discriminación salarial por razón de sexo. Hoy día la mujer en Chile gana de promedio un 30% menos que el hombre. A igual trabajo, igual salario.

 

VIVIENDA

 

Que todas las familias puedan acceder a la vivienda en condiciones dignas. Terminar con el drama de los Allegados, ellos también tienen derecho a una vivienda digna. Solución inmediata al drama de los deudores habitacionales. Condonación de deudas de las familias de escasos recursos, repactación especial para el resto de las familias trabajadoras con problemas para hacer frente a sus deudas hipotecarias. Esto tanto para los deudores del Serviu como del sector privado.

 

NACIONALIZACIÓN DE LA BANCA Y DE OTRAS INSTITUCIONES FINANCIERAS

 

La Banca se ha concentrado en pocas instituciones, la mayoría de propiedad de multinacionales extranjeras, que han hecho ganancias por sobre la media de toda la industria en Chile. Necesitamos que las instituciones financieras estén bajo la soberanía nacional como pilares del desarrollo del país.

 

DERECHOS HUMANOS

 

Justicia y castigo a los culpables de los crímenes, torturas y atropellos. Reparación seria para las victimas. Hay que evitar la impunidad para asegurar que en Chile nunca más vuelva a repetirse una dictadura que viole sistemáticamente los derechos humanos.

 

TERMINAR CON EL CARÁCTER Y ROL DE LAS FUERZAS ARMADAS

 

Programa de enseñanza en todos los colegios de lo sucedido durante la dictadura militar-fascista y en las anteriores represiones contra los trabajadores y el pueblo, para educar en los valores de los derechos humanos a las futuras generaciones.