Condenamos la declaración de Estado de Excepción en Ecuador frente a las protestas populares
Tras las protestas que se están llevando a cabo en Ecuador por parte del diversos sectores del país, como el de transporte, en rechazo de las reformas económicas aplicadas por el Gobierno ecuatoriano y que implican la eliminación de subsidios para el consumo de combustibles fósiles y la liberación de los precios del diesel y las gasolinas, Lenín Moreno ha decidido decretar durante sesenta días el Estado de Excepción en el país.
Esto supone que el mandatario ecuatoriano puede disponer de las Fuerzas Armadas en las calles, así como cerrar puertos, aeropuertos y pasos fronterizos, a la vez que trasladar la sede de Gobierno a cualquier lugar del territorio y disponer censura previa en la información de los medios de comunicación social.
Las medidas aplicadas por Moreno, calificadas en Ecuador como "paquetazo económico" suponen el incremento del precio de las gasolinas extra y ecopaís que pasaron de costar 1,85 doláres a 2,39; el diésel subió de 1,03 dólares a 2,29 (123 %), además también se aplicarán una serie de reformas económicas y laborales que podrán 'flexibilizar' las condiciones de los trabajadores y reducir sustancialmente sus ingresos.
Estas políticas aplicadas por el Ejecutivo de Moreno siguen al dictado los mandatos del FMI y sus resultados afectarán a los trabajadores y trabajadoras y a los más vulnerables de la sociedad ecuatoriana.
Por todo ello rechazamos la aplicación de estas medidas económicas que limitarán los derechos de las personas trabajadoras. Condenamos la represión aplicada por la policía contra las legítimas protestas sociales, así como la declaración de Estado de Excepción. Esta medida antidemocrática es una nueva muestra del carácter autoritario de Lenín Moreno, su sumisión al Fondo Monetario Internacional y a los dictados del capital.
Además pedimos la convocatoria de elecciones libres que la soberanía sea devuelta al pueblo, así como la anulación de todos los montajes judiciales contra el ex Presidente Correa y la inmediata puesta en libertad del Vicepresidente Jorge Glass.
